Digeibir, 23 de enero, 2014.- Es una de las publicaciones más importantes que ha elaborado el Ministerio de Educación (Minedu) en los últimos años para conocer el estado en que se encuentran las lenguas originarias del país y para comprobar la demanda real de atención a los niños y niñas que pertenecen a un pueblo indígena.
“El Documento Nacional de Lenguas Originarias ofrece información sobre el estado lingüístico de cada departamento, considerando el número de lenguas, estado de vitalidad y si cuentan con alfabeto oficial”, indica Elena Burga Cabrera, directora general de Educación Intercultural Bilingüe y Rural.
El Documento contiene 600 páginas destinadas a las cuarentaisiete lenguas originarias que aún se hablan en el país, algunas con numerosos hablantes, como el quechua, aimara y ashaninka, y otras cuyos hablantes lamentablemente no superan los dedos de las manos, precisa.
Además, el libro cruza información de las lenguas indígenas en cada región con el número de escuelas interculturales bilingües (EIB), así como la cantidad de estudiantes que hablan estas lenguas y en qué nivel de estudios se encuentran, entre otros muchos datos, agrega.
Para el lingüista Gustavo Solís Fonseca, coordinador del equipo de investigadores y miembro del Instituto de Lingüística Aplicada (CILA), el documento traza una línea de base sobre la cual se podrá avanzar en el conocimiento de la realidad de lenguas en el Perú y en los retos educativos que implica.
“Necesitamos un mayor conocimiento científico de las lenguas peruanas. Una mínima cantidad de lenguas son conocidas con algún detalle, la inmensa mayoría es desconocida. Falta investigación en un nivel relativo de detalle, no solo de las lenguas extintas sino también de las lenguas vigentes”, sostiene.
A continuación compartimos las respuestas a un cuestionario de Gustavo Solís con motivo de la elaboración de esta publicación.
- ¿Cuál es la trascendencia de este documento?
Es una línea de base sobre la cual se podrá avanzar en el conocimiento de la realidad de lenguas del Perú, y de educación en la que las lenguas estén implicadas.
- ¿Qué dificultades han afrontado en esta investigación (la premura, los plazos, la falta de datos actualizados o escasez de documentos, el trabajo de campo)
Todas las señaladas y otras, pero refirámonos las principales: El insuficiente conocimiento de nuestra realidad de lenguas, en otros términos, la falta de investigación en un nivel relativo de detalle, no solo de las lenguas extintas, sino y también de las lenguas vigentes. Esta situación implicaba, entonces, una etapa previa y larga de investigación, cosa que no se ha hecho.
Necesitamos un mayor conocimiento científico de las lenguas peruanas. Pocas lenguas peruanas, en realidad una cantidad mínima, son conocidas con algún detalle; la inmensa mayoría es desconocida. Lo anterior implica que la línea de base que ahora se tiene a partir del Documento Nacional de Lenguas, sea más bien de naturaleza cuantitativa antes que cualitativa, pues se señala la cantidad de entidades lingüísticas vigentes y extintas, su ubicación, el número de hablantes a partir fundamentalmente de datos estadísticos oficiales que son productos de censos no especializados para averiguar sobre cuestiones de lenguas.
- ¿Cuáles son los factores principales para la preservación de una lengua originaria?
El factor central es aquel que técnicamente se conoce como “Trasmisión intergeneracional”. Esto no es otra cosa que la responsabilidad de las generaciones adultas de enseñar las lenguas que saben a las nuevas generaciones; en síntesis, que los padres que conocen las lenguas las leguen/enseñen a los hijos.
Se requiere una política del Estado para asegurar la trasmisión intergeneracional de las lenguas. Las estrategias para ello son múltiples. Por ejemplo, se ganaría bastante si se planificara adecuadamente para que las personas responsables de wawawasis asumieran el compromiso de hablar sus lenguas con las criaturas a las que cuidan.
- ¿Cuánto pierde un país al perder una lengua originaria?
Toda la experiencia de una parte de la humanidad, que es insustituible y que es irrecuperable. La experiencia que se pierde tiene que ver con los conocimientos, las artes, la historia de una parte específica de la humanidad, su conocimiento del mundo, estrategias para vivir, etc.
- El documento considera 47 lenguas originarias en la actualidad, ¿son todas las que deben figurar, se han descartado algunas?
Pueden ser más o pueden ser menos. Que sean más o que sean menos dependen de cuánto conocemos nuestra realidad de lenguas en el Perú. Dado que estamos seguros que nuestro conocimiento es insuficiente, que haya en el Perú más lenguas que las señaladas es una posibilidad; por la misma razón, que haya menos lenguas también es posible. No conocemos todos los “rincones” del Perú para estar absolutamente seguros de cuál es el número de lenguas existentes en el territorio peruano.
- ¿Cuántas lenguas tienen menos de cien hablantes?
La respuesta a esta pregunta es siempre insegura porque se relaciona con el nivel de nuestros conocimientos sobre la realidad de lenguas peruanas. A esto se agregan las deficiencias de los censos hechos durante la República para averiguar sobre lenguas, por ser no especializados. Para una respuesta más segura se necesita que se haga en el país un censo especializado para averiguar sobre lenguas y hablantes.
En general, las lenguas de la Amazonía baja han sido siempre de pocos hablantes, por la necesidad de adecuarse el número de gente con la ecología de la zona; por otro lado, las lenguas amazónicas preandinas han sido de mayor número de hablantes, probablemente tanto como las lenguas andinas y costeñas, al menos desde cuando la agricultura ya era desarrollada.
Para no equivocarnos citando lenguas específicas, preferimos anotar que el Censo 2007 ya no contabiliza nominalmente más de 10 lenguas indígenas peruanas.
- ¿Cuál de las lenguas originarias actuales es la más antigua?
En principio, toda lengua tiene la antigüedad del género humano; ninguna más antigua, ninguna menos antigua. Pero cuando nos referimos a la vigencia de lenguas en un determinado lugar, sí podemos constatar que alguna estuvo antes que otra. Por ejemplo, refiriéndonos a la zona central y sureña del Perú, podemos decir que lenguas como el aimara actual o el jaqaru estuvieron en dichos espacios mucho antes que el quechua, por lo que podríamos afirmar que lenguas como el aimara o el jaqaru, que pertenecen a una misma familia que los especialistas llaman Aru, “son más antiguas” que el quechua en dichas zonas.
- ¿Qué alertas deben tomar en cuenta los ministerios de Educación y de Cultura con relación al estado de las lenguas originarias?
Asumir que todas las lenguas originarias peruanas están en peligro de desaparecer, unas más rápido que otras; en todos los casos porque quienes tienen el deber de enseñar las lenguas a las nuevas generaciones no están cumpliendo con su deber, y porque quienes tienen el deber de aprender las lenguas de sus mayores tampoco cumplen con el deber de aprender.
En consecuencia, la pregunta es: ¿Qué deben hacer tanto el MINEDU como el MINCUL para que quienes deben enseñar enseñen, y quienes deben aprender aprendan? En resumen: ¿cómo asegurar que no cese la trasmisión intergeneracional de una lengua?
Se requiere una política de Estado para que las lenguas peruanas sigan siendo aprendidas por las nuevas generaciones.
Fuente: Digeibir: http://www.digeibir.gob.pe/noticias/publican-documento-sobre-realidad-de-lenguas-originarias-y-escuelas-en-el-per%C3%BA
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