El Parlamento Sami y su aprendizaje en el Perú

Debate animado por varios representantes sami. Foto: Marco C. Pereira-Sara Wong/ Got2Globe Debate animado por varios representantes sami. Foto: Marco C. Pereira-Sara Wong/ Got2Globe

El pueblo Sami, ubicado en los países de Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia, constituye un ejemplo de unidad política y de perseverancia por mantener su cultura y tradición a pesar del actual contexto de globalización ¿Qué pueden aprender de ellos los pueblos andinos y amazónicos del Perú?

El Parlamento del pueblo Sami y su aprendizaje en el Perú

Por Antonio Peña Jumpa*

12 de noviembre, 2024.- Constituidos por una población de 100,000 habitantes aproximadamente, los Samis son un pueblo que por miles de años habitó la península Escandinava, Finlandia y parte de Rusia, y los sigue habitando actualmente. Su principal actividad ha sido el pastoreo nómade de renos, pero también se dedican a la pesca, la artesanía y otras actividades que el clima y sus recursos naturales se los permite. Llegan a soportar temperaturas de hasta -50 grados centígrados en meses de invierno.

Si bien las circunstancias y condiciones de vida de su población han ido cambiando por la globalización y otros factores, su cultura y tradición se mantienen. Ya no es la familia en su totalidad la que migra al lado de los renos, sino un miembro de familia, normalmente el varón, quien de desplaza con los renos practicando el nomadismo. Ya no es necesario que se movilicen con su trineo siguiendo a los renos, sino ahora lo hacen a través de vehículos a combustible o electricidad que se desplazan sobre la nieve.

Pero lo más importante es que el conjunto de familias Samis se han integrado constituyendo en cada país un parlamento o una organización nacional de representación política. Como todos los pueblos originarios, los Samis han sido amenazados en su territorio con la intromisión de proyectos de inversión que afectan sus actividades principales, como el pastoreo nómade. Frente a ello, han manifestado sus protestas en las ciudades principales del país que ocupan, y han sabido consolidar sus organizaciones locales en una de nivel nacional identificado como Parlamento Sami.

En Finlandia, por ejemplo, el Parlamento Sami, se encuentra localizado en la ciudad de Inari, dentro del ártico, y es en este lugar donde los representantes de las diferentes comunidades Sami se reúnen. 21 miembros y 4 diputados miembros componen el cuerpo parlamentario, que, a su vez, tiene un equipo ejecutivo o administrativo que hace posible la materialización de los acuerdos que toman (ver, https://samediggi.fi/en/decision-making/sami-parliaments-plenum/ visitado el 11-11-2024).

A través de este parlamento es que el pueblo Sami puede dialogar, oponerse y enfrentar las disposiciones que les resultan adversas por parte del gobierno central del país en el que se encuentra localizado. A pesar de la pequeña población del pueblo Sami en cada país, su parlamento hace posible una sola voz que suena fuerte frente a los gobiernos de turno. Bajo esta sola voz es que se materializan los derechos de participación política y el derecho de autodeterminación que identifica a todo pueblo originario como el Sami.

¿Cuánto de esta experiencia pueden aprender las comunidades campesinas quechuas y aymaras de los Andes y las diversas comunidades nativas de la Amazonía en el Perú?

El aprendizaje es inmenso. El solo hecho de pensar en una sola voz de las comunidades campesinas quechua a través de un parlamento quechua, por ejemplo, llevaría a una participación política efectiva y una consolidación de sus derechos de autodeterminación garantizada por la Constitución Política del Estado y los Convenios Internacionales. Ello haría posible que las comunidades campesinas quechuas participen a través de representantes locales que, en forma rotativa, lleven al parlamento quechua sus quejas, necesidades y alternativas, y lo expresen y opongan frente a las adversas disposiciones de los gobiernos de turno.

No se trata de representantes de partidos políticos nacionales, normalmente ajenos a la diversidad del país, como en estos momentos se tiene en el Congreso de la República del Perú; sino de representantes de un partido o una agrupación política local, integrados por personas o ciudadanas quechuas.

En el mismo sentido ocurriría con el conjunto de comunidades campesinas Aymaras, a través de un parlamento Aymara, e igualmente con el conjunto de comunidades nativas a través de un parlamento amazónico. Ambos con representantes electos dentro de sus propias comunidades o agrupaciones políticas locales. Ambos también identificados como una voz para el conjunto de sus representados.

Si bien es posible precisar la necesidad de sub organizaciones en cada uno de los pueblos, según su dimensión y diversidad, cabe tener presente que el éxito de estos Parlamentos Quechua, Aymara o Amazónico solo ocurrirá si logran unir sus voces como lo ha conseguido el pueblo Sami.

A ello ciertamente se tiene que sumar la particularidad de cada pueblo, como su lengua, y sus tradiciones, por región, provincia o distrito. Pero, lo más importante es que se alcance poco a poco, la comprensión del conjunto como unidad y una sola voz.

¿Será posible esta forma de participación política en las comunidades del Perú teniendo al frente a la globalización y un sistema de mercado, y, más aún, confrontando situaciones adversas como el clientelaje político, la corrupción y el crimen organizado?

Es un reto ¿Por qué no intentarlo?

---
* Antonio Peña Jumpa es profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Bachiller y Abogado, Magister en Ciencias Sociales y PhD in Laws. El autor agradece al Proyecto INCLUSION de las universidades de Laponia, Helsinki y la PUCP, por su invitación para tomar parte y visitar el pueblo Sami de Finlandia.

SOBRE EL COLUMNISTA
Antonio Peña Jumpa

Profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Abogado, Magister en Ciencias Sociales y PhD in Laws.



AÑADE UN COMENTARIO
CAPTCHA
This question is for testing whether or not you are a human visitor and to prevent automated spam submissions.