Servindi, 19 de julio, 2011.- Dom Erwin Klauter, presidente del Consejo Indigenista Misionero (CIMI) destacó el triste escenario en que viven los indígenas, durante la presentación del informe “La violencia contra los pueblos indígenas en Brasil”.
Según el también obispo de la Prelatura de Xingú, en el estado de Mato Grosso, de 100 nacimientos de niños indígenas, 60 mueren antes de completar un año de vida a causa de enfermedades curables e “incluso banales”.
“Lo más chocante es la falta de compromiso e interés de los gobernantes, que entran y salen cada año, sin emprender ninguna acción para mejorar la difícil situación de los indios”, señaló.
“Los niños mueren por falta de medicamentos básicos. Los ancianos ni siquiera son atendidos en los puestos de salud. ¿Dónde están los derechos humanos en Brasil?” se cuestionó el obispo.
El citado informe es elaborado anualmente por el CIMI, organismo vinculado a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB).
Por otro lado, el Secretario General de la CNBB, Dom Leonardo Urich Steiner, mencionó que “nuestros hermanos indígenas merecen respeto y admiración. Son personas originarias de estas tierras. Somos los ‘invasores’, no ellos.”
Asimismo indicó que “no es aceptable que los pueblos indígenas sean descartados o eliminados de nuestra sociedad, como se hace hoy, por eso siempre lucharemos y apoyaremos al CIMI y a los indígenas del país”.
Lucia Helena Rangel, antropóloga y coordinadora de la investigación, presentó las cifras correspondientes al 2010.
El año pasado, 60 indígenas fueron asesinados (un dato que se repite por tercer año consecutivo), mientras que otras 152 personas recibieron amenazas de muerte.
Se registraron también 33 casos de invasiones y explotación ilegal de recursos naturales en tierras indígenas.
"Mato Grosso do Sul es campeón con 34 casos, que representan el 56% del total. El Estado tiene la segunda mayor población indígena del país" refirió la antropóloga.
Según el informe, las tasas de mortalidad infantil se han incrementado en 513% respecto al 2009, cuando se registraron 15 casos con 15 víctimas.
Asimismo, se dice que en los últimos 11 años, 210 niños menores de 10 años murieron en el Valle Javari (AM). Ello significa una proporción de más de 100 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, es decir, un índice cinco veces superior a la media nacional, que es 23.
En los Estados del sur de Brasil (Paraná, Santa Catalina y Río Grande do Sul) hay pueblos indígenas que viven al borde de la carretera, autopista de al menos 10 años.
"Los agricultores, a su vez, presionan en estos caminos a los indígenas. La policía también, el número de conflictos con estas comunidades tradicionales es a diario, causando un número abrumador de suicidios, asesinatos y detenciones de los indios en el sur ", explicó Lucía.
La antropóloga destacó la “gravísima situación de Mato Grosso”, el estado que presenta una “explosión” en las cifras de deforestación ambiental, que afecta a 100 zonas indígenas y 2 áreas protegidas.
Algo similar ocurre en el estado de Marañón, en donde ya casi no hay áreas de bosques, y han aumentado los conflictos con los indígenas.
"Además, casi el 100% de las plantas hidroeléctricas en Brasil, se hacen en las áreas de reservas indígenas”, mencionó la antropóloga.
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