Servindi, 16 de octubre, 2013.- Agricultores indígenas del sur del Perú expresaron su rechazo a la intención del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) de establecer derechos de propiedad intelectual sobre más de cincuenta variedades de papas nativas que se cultivan en el altiplano peruano.
Así lo informó la Asociación Andes, que detalló que la posición de las comunidades indígenas se expresado formalmente ante las diversas instancias del Gobierno peruano, en reuniones y con una protesta efectuada en la ciudad del Cusco.
Los agricultores indígenas han iniciado reuniones en el Cusco para evaluar la acción del INIA y han decidido oponerse formal y legalmente a las solicitudes de propiedad intelectual sobre las papas nativas como “obtenciones vegetales” hasta que dicho organismo público se retracte en su totalidad.
Los campesinos indígenas sostienen que los cultivos nativos no han sido desarrollados por investigadores gubernamentales sino por los agricultores andinos mediante procesos de adaptación progresiva.
En consecuencia, las solicitudes para establecer derechos de propiedad intelectual sobre las papas nativas, como obtenciones vegetales, vulneran la cultura, los conocimientos tradicionales y la soberanía alimentaria.
Agregan que las papas nativas son parte de la agrobiodiversidad andina, y constituyen creaciones bioculturales de las comunidades y de los agricultores tradicionales en los Andes.
El INIA, una agencia gubernamental del Ministerio de Agricultura, respondió a las críticas afirmando que busca establecer derechos exclusivos sobre las papas nativas.
El citado organismo sostiene que las solicitudes de propiedad intelectual tienen como objetivo que “se reconozca que (las papas) son peruanas” y así “contribuir a su protección legal.”
Sin embargo, las agricultores originarios sostienen que son las comunidades y los agricultores andinos quienes han cultivado las variedades y no el INIA. En consecuencia, no le corresponde a este organismo atribuirse la propiedad intelectual.
La Asociación Andes, con sede en el Cusco, agrega que "no resulta claro bajo qué base ética o legal dicha institución [El INIA] considera que puede exigir derechos de propiedad intelectual sobre tales variedades".
Para las comunidades y agricultores andinos la intención del INIA no “protege” las papas nativas, sino que por el contrario vulnera sus derechos, refiere Andes.
Alejandro Argumedo, representante de la Asociación Andes, comentó que ha causado extrañeza la intención del Gobierno peruano de expropiar las papas nativas, dado que el país cuenta con un marco legal relativamente progresista en lo que respecta a los derechos indígenas relacionados con la biodiversidad, la agrobiodiversidad y sus sistemas de conocimiento tradicional.
Las solicitudes para establecer derechos de propiedad intelectual entran bajo una nueva norma que regula los derechos del obtentor.
Ello podría indicar que se está inclinando la balanza de la justicia en contra de los agricultores indígenas al permitir que terceros intenten establecer derechos de propiedad intelectual sobre los recursos e innovaciones de las comunidades y agricultores tradicionales, agregó Argumedo.
En vista de las solicitudes y la nueva ley, la protección de las comunidades y agricultores tradicionales andinos parece ser insuficiente para prevenir la apropiación indebida de la agrobiodiversidad indígena, lo cual constituye de por sí un acto de “biopiratería” prosiguió.
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