América Latina: Desigualdad está en la base de los conflictos sociales en la región

- Destaca que el conflicto de por sí no es negativo. Es parte de la democracia y de la construcción de un nuevo modelo social y político en la región.

Servindi, 19 de abril, 2013.- El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó esta semana en New York el estudio "La protesta social en América Latina” en el que analiza la relación entre las protestas sociales en América Latina con los sistemas políticos y situación económica de la población.

El voluminoso estudio de 320 páginas forma parte del Proyecto de Análisis Político y Escenarios Prospectivos (PAPEP/PNUD) y destaca que la desigualdad social está estrictamente vinculada con las protestas sociales. Para leer el informe completo en español, haga clic aquí.

El conflicto social en América Latina tiene como una de sus características comunes un contexto de estructuras de poder muy concentradas y desigualdad crónica cuestionadas por la ciudadanía.

Mientras las poblaciones se articulan y se fortalecen cada vez más en la búsqueda de sus derechos, el estudio confirma que las instituciones públicas, principales blancos de los protestas, son frágiles y no tienen la capacidad suficiente para lidiar con los conflictos dentro de los marcos democráticos.

Para hacer el análisis, el PNUD estudió más de 2,3 mil conflictos sociales, a través de 54 periódicos en 17 países de la región, en el período de octubre de 2009 a septiembre de 2010.

Bolivia, Perú y Argentina fueron los países en los que más protestas hubieron en este período, con una media de 200 casos en cada uno. Costa Rica, Chile y El Salvador fueron los que registraron menos casos, registrando cerca de 58 conflictos sociales en el período analizado.

Los países evaluados fueron: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Conflicto y democracia

La investigación sostiene que el conflicto de por sí no es negativo. Es parte de la democracia y de la construcción de un nuevo modelo social y político en la región.

Según el análisis del PNUD, los diversos tipos de protestas y luchas sociales son expresiones de recuperación y fortalecimiento de la democracia, y "la democracia es, en esencia, un orden conflictivo”.

El observa un incremento de la movilización social a través de la web en la región, originando un nuevo espacio de articulación, principalmente para los grupos históricamente marginados y excluidos.

De acuerdo con el informe, casi el 60 por ciento de las organizaciones y personas que participaron en protestas sociales en América Latina tuvieron una presencia en la web, con cifras que van del 100% de presencia en internet como en Costa Rica, hasta el 15% en Bolivia.

El estudio postula que la política constructivista es la mejor forma para procesar conflictos en las sociedades latinoamericanas, ya que el constructivismo político se basa en la pluralidad sociocultural y en las desigualdades estructurales para construir un orden común.

"La política constructivista se basa en un sistema de expectativas y de reconocimientos recíprocos entre los diversos actores, respeta las diferencias, pero también permite construir nuevas identidades y opciones”, explica.

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