Imagen: Edgar Benítez
Servindi, 25 de agosto, 2012.- Indígenas de la parcialidad Avá Guaraní, del departamento de Alto Paraná resistieron, el miércoles, a un violento desalojo policial tras haber sido vendida la propiedad que les entregó el Gobierno de Fernando Lugo.
En el distrito de Itakyry, Alto Paraná, el Instituto Nacional del Indígena (INDI) cedió a 35 familias indígenas una extensión de dos mil 600 hectáreas, durante la gestión del destituido presidente Fernando Lugo.
Sin embargo, de acuerdo a los indígenas, unos 20 agentes policiales de la Asociación de Protección Ecológica y Rural, acompañados de una jueza, ingresaron el pasado miércoles al predio para obligarlos, sin previa notificación, a entregar sus tierras a una empresa privada.
Según esta versión, el terreno habría sido vendido por el Estado a la empresa Ipasa, del colono brasileño Roberto de Sosa; a pesar de que los indígenas tienen documentos del INDI que les atribuyen la propiedad del terreno.
La información indica que el día del incidente, los agentes policiales quemaron cinco viviendas indígenas sin mediar palabras con la comunidad.
En respuesta, de acuerdo al dirigente de las comunidades, Agustín Báez, los indígenas habrían acorralado y expulsado a los policías.
"Ellos ingresaron a la propiedad con la jueza, no notificaron nada antes, los policías directamente quemaron cinco casas ahí reaccionamos y no les dejamos entrar más se tuvieron que retirar pero dijeron que van a volver con más refuerzos", señaló el dirigente.
Según el suboficial Segundo Patiño de la Comisaría de Itakyry, los nativos desarmaron, redujeron y golpearon a los efectivos, quienes pidieron el apoyo de cuatro patrulleros.
Indígenas no se irán
Tras el incidente, el cacique Ignacio Gauto afirmó que no abandonarán el predio, aunque el dictamen judicial no les sea favorable.
Asimismo, calificó de “dudosa” la orden de desalojo firmada la jueza del fuero Civil, Máxima Meza, de Ciudad del Este, debido a que no hubo una previa notificación.
Gauto aseguró que el presidente del INDI, Rubén Quesnel se comprometió a defenderlos legalmente con “buenos abogados”.
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