Servindi, 11 de junio, 2012.- Antiguos argumentos reviven para justificar un nuevo proyecto vial en la selva amazónica: se trata de la carretera Puerto Esperanza (provincia de Purús, Ucayali) e Iñapari, en Madre de Dios, que en su recorrido atravesaría el Parque Nacional Alto Purús y afectaría asimismo la Reserva Comunal Purús, región donde existen indígenas en aislamiento voluntario.
Para Marc Dourojeanni, ingeniero experto en temas ambientales "esa vía, sin duda, reúne las condiciones necesarias para la proliferación de cultivos ilícitos y para el narcotráfico y el contrabando, entre otros males sociales".
"Alrededor de Iñapari ya están concentrados millares de buscadores de oro, extractores ilegales de cedro y caoba y campesinos de Puno y Cuzco ávidos por tierras" afirma el especialista.
El especialista -que ha dedicado la mayor parte de su vida a temas relativos a la Amazonía en Perú y Brasil y a otros bosques tropicales en tres continentes- concluye: "no hay ninguna duda de que una carretera entre Iñapari y Purús será el fin del Parque, de sus indígenas aislados, de su maravillosa diversidad biológica y de su tremendo potencial económico para el turismo".
Las razones de los impulsores de la carretera
Un repaso a las razones esgrimidas por sus impulsores, la bancada fujimorista y un variopinto grupo de parlamentarios, nos recuerdan que el pensamiento colonialista está presente y activo.
El proyecto, que cuenta con dictamen favorable para ser aprobado en el Pleno del Congreso, declara de necesidad pública e interés nacional la conexión terrestre entre ambas ciudades amazónicas.
Su primer argumento es debatible: el proyecto nace "a fin de solucionar el aislamiento de Purús y promover la integración de su población al seno de la patria". ¿Conectarse a Iñapari-Madre de Dios es integrarse al seno de la patria?, ¿Será cierto que la solución al aislamiento de Purús es la construcción de una carretera... a Iñapari?
De acuerdo con el proyecto de ley fujimorista: "Los colonos y la población no nativa de Puerto Esperanza sí demanda la construcción de una vía terrestre". Probablemente con esta afirmación temeraria se pretenda inclinar la balanza y desdeñar la oposición de los pueblos indígenas.
¿Fronteras vivas?
Luego, olvidando los graves conflictos suscitados entre colonos y las comunidades nativas por la usurpación de sus territorios ancestrales, el proyecto señala:
"Es deber primordial del Estado crear "fronteras vivas", buscando armonizar la conservación del medio ambiente con la interconexión terrestre". ¿Y la opinión de los pueblos indígenas? ¿Y sus derechos al territorio, a su autonomía y libre determinación? ¿En dónde quedó el derecho a la consulta previa y al consentimiento?
Opiniones en un solo sentido: no a la carretera
El dictamen recoge tres opiniones acerca de este proyecto vial, todas en una sola dirección: no a la carretera.
Para la Organización Regional Aidesep de Ucayali constituye una amenaza a la vida humana, a la biodiversidad y el aislamiento de los pueblos indígenas no contactados.
Del lado de Madre de Dios, la Municipalidad Provincial de Tahuamanu, las municipalidades distritales, las autoridades multisectoriales y organizaciones sociales de Tahuamanu condenan el proyecto por razones de sentido común: la afectación a los cursos de agua que nacen al interior de las áreas naturales protegidas y el impacto al ecosistema (consumo de agua, y actividades de pesca de las comunidades ribereñas y nativas, entre otros).
A ellos también se sumó la Comisión Ambiental Regional de Madre de Dios para quien el proyecto representa un peligro a la integridad y fines de protección que se sumaría y ahondaría al ya grave problema de actividades ilegales como la tala de madera de especies protegidas, la minería ilegal y el narcotrafico.
¿Y qué opina el Sernanp?
Leyendo lo que no dice, los congresistas sostienen en su exposición de motivos que la opinión de Pedro Gamboa Moquillaza, jefe del Sernanp, considera "absolutamente viable la construcción de una carretera, dependiendo de la calidad del proyecto vial y de los controles ambientales que se establezcan..."
La cita adjunta del funcionario refiere que "resulta necesario conocer el proyecto o actividad que se plantea realizar en el interior del Área Natural Protegida lo cual permitirá su evaluación y posterior emisión de compatibilidad y de opinión técnica favorable, según corresponda...".
La desnacionalización
Los congresistas que promueven la iniciativa alertan en su proyecto que Purús "ha entrado en un proceso de desnacionalización, al encontrarse aislada del resto del país". Siendo así ¿Cuáles deberían ser las acciones inmediatas para solucionar ese problema? ¿O habría que esperar una buena cantidad de años hasta tener la carretera y con ello, por sí sola, dar fin a la amenaza?
Más argumentos en contra del proyecto
Varias organizaciones ambientalistas sostienen, y existe una abrumadora cantidad de casos, que esta carretera "será un incentivo para la realización de actividades ilegales en estos departamentos, especialmente afectados por la ilegalidad, llámese minería, tala de madera, cultivos ilícitos o narcotráfico".
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Adjuntos relacionados al tema:
- Proyecto de Ley pro carretera Puerto Esperanzo - Iñapari
- Dictamen del proyecto de Ley aprobado por la Comisión
- Carta al Congreso de las ONG
- Fenamad: El pueblo de Tahuamanu rechaza el proyecto de Ley que pretende construir la carretera Puerto Esperanza – Iñapari
- Ramón Rivero: El vacío amazónico como estandarte del bienestar e interés nacional
- SPDA: Organizaciones piden que se archive proyecto de ley que atentaría contra territorio de indígenas en aislamiento y parque nacional
- SPDA: Proyecto de ley que afectaría a Parque Nacional Purús pasó al Pleno del Congreso
- Marc Dourojeanni: Hidrovías en la Amazonía del Perú
- Marc Dourojeanni: El caso de la carretera Iñapari – Puerto Esperanza
- SPDA: Comisión de Pueblos Indígenas del Congreso pide sumarse al dictamen sobre carretera Purús – Tahuamanu
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