Servindi, 15 de enero, 2011.- Pedro Ramírez Nunta, joven indígena de la comunidad Shipiba de Cantagallo, ubicada en el Rímac, fue agredido en su domicilio el pasado 10 de enero por un grupo de personas, tras haber reclamado a una vendedora de pollos por la mala calidad de sus productos.
“Tuve una riña con la señora en la comunidad para que no venda esa clase de pollo a los pobladores de ahí porque salen muchas enfermedades y los niños están con diarrea, están enfermos…” afirmó el joven indígena a una emisora radial.
De acuerdo al testimonio del agredido, difundido en el portal Youtube, tras reclamar a la vendedora conocida como “Vicky” o “Blanca", Pedro Ramírez fue amenazado y horas después golpeado y acuchillado por al menos 10 personas al interior de su domicilio.
“La señora me amenazó de muerte. Fui a estudiar, cuando regresé a las cinco de la tarde, pasó el problema que la señora había traído delincuentes a la zona, y ahí es donde me agarraron, me acuchillaron en mi casa, y a mi señora también la agredieron” afirmó el joven indígena estudiante de turismo.
Su hermano, Dember Ramírez Nunta, detalló que la intervención de los vecinos salvó la vida al joven indígena.
“Querían matarle, entonces la población salió a defenderlo y los delincuentes se corrieron. Si en caso, los pobladores no hubieran hecho eso, mi hermano ya estuviera muerto" dijo.
Asimismo, el agredido y su hermano, afirmaron que al hacer la denuncia en la comisaría de Piedra Liza, recibieron un parte policial firmado por el mayor PNP Benigno Salazar, donde se indicaba que lo ocurrido fue un accidente de tránsito y no una golpiza.
De igual manera, denunciaron que erróneamente, el parte policial pone la fecha de 8 de enero a la agresión, cuando en realidad fue el 10 de enero.
“También tenemos pruebas en la casa, y hay bastantes testigos, tenemos cuchillos, sangre y eso la policía no ha contrastado” añadió Ramírez.
Por otra parte, los vecinos afirman que la mencionada vendedora de pollos también amenazó con regresar acompañada de matones para incendiar las casas de la comunidad indígena.
En ese sentido, Pedro Ramírez Nunta, hizo un llamado a la alcaldesa de Lima Susana Villarán para que elimine la delincuencia y violencia en la zona.
La comunidad shipiba de Cantagallo llegó Lima hace once años, en número de 15 familias, ocupando un terreno en el distrito del Rímac cedido por el Ministerio de Transportes.
A pesar del tiempo transcurrido, poco ha sido el interés del Estado en mejorar su situación.
De acuerdo a un estudio, cerca de 200 niños de la comunidad sufren desnutrición crónica y muchas viviendas no tienen los servicios de agua y desagüe.
Sin embargo, este año se anunció la inclusión de la comunidad en el Aseguramiento Universal de Salud (AUS), asimismo, serán cubiertos por el Plan Esencial de Atenciones en Salud (PEAS) que les brindará atención médica para gestantes, recién nacidos y niños, igualmente para tratar enfermedades neoplásicas, infecciosas crónicas y mentales.
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