Servindi, 13 de diciembre, 2011.- En los Andes, el rol de los glaciares y los ecosistemas de pastizales como la puna húmeda, son fundamentales para la regulación del agua y para asegurar su disponibilidad durante los meses de la época seca.
A pesar de su importancia los ecosistemas de puna húmeda se encuentran deteriorados y enfrentan múltiples presiones: quema, sobrepastoreo, tala indiscriminada de sus bosques, ascenso de la frontera agrícola, menor disponibilidad de agua debido al retroceso de los glaciares y la reducción de la capacidad del suelo de retener agua a raíz de prácticas agropecuarias inadecuadas.
Peor aún, estos ecosistemas de pastizales aún han sido poco estudiados y muchas veces se toman decisiones sobre su manejo sin contar con suficiente información.
Tales fueron los resultados de las investigaciones implementadas por el Instituto de Montaña, el Laboratorio de Ecología y Utilización de Pastizales de la Universidad Nacional Agraria La Molina y el Comité de Investigación Agropecuaria Local.
Los resultados de las investigaciones y las presentaciones que se expusieron durante el evento “Casa Abierta 2011. Compartiendo avances y resultados en conservación e investigación: Punas / Agua / Cambio Climático” estarán disponibles en el sitio web del Instituto de Montaña: www.mountain.pe
Reguladores hídricos
Por ejemplo, en la Cuenca del río Santa en Ancash, Perú, se estima que los glaciares contribuyen con aproximadamente un 30% de la regulación del agua, mientras que el 70% restante proviene de los ecosistemas ubicados debajo de la zona glaciar, incluyendo los ecosistemas de puna húmeda.
Ellos cumplen un rol clave como reguladores hídricos y son vitales para la sostenibilidad de las poblaciones y la agricultura altoandinas y de los valles intermedios y la costa.
En el contexto del cambio climático y retroceso de los glaciares, la regulación del ciclo hídrico de las cuencas andinas dependerá en gran medida del mejoramiento y mantenimiento de la salud de estos ecosistemas, que además de su importancia para el agua también son la principal fuente de forraje para más del 80% de la ganadería nacional, de la cual dependen directamente más de 1.6 millones de familias campesinas.
Los estudios confirman que el pastoreo no controlado reduce la infiltración, la capacidad de retención de la humedad del suelo y la productividad de los pastizales.
Asimismo, también han verificado que es posible recuperar estos pastizales descansándolos anualmente y a través de tres acciones: (a) promoviendo la diseminación y establecimiento de semillas nativas, (b) incorporando estiércol del ganado y (c) revegetando con esquejes de especies nativas adaptadas al medio local campos degradados por el sobrepastoreo.
Las investigaciones han permitido cuantificar el impacto tanto de las prácticas de pastoreo inadecuadas y como de las prácticas de mejora de pastizales.
Punas, Agua y Cambio Climático
A lo largo de tres jornadas se presentaron los avances y resultados del Proyecto Punas y Agua y del Programa De las Cumbres a la Costa. El Proyecto Punas y Agua de investigación aplicada es ejecutado por el Instituto de Montaña, el Laboratorio de Ecología y Utilización de Pastizales de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) y sus socios de comunidades, con el apoyo financiero de la Fundación McKnight.
El Programa De las Cumbres a la Costa es ejecutado por el Instituto de Montaña en cooperación con la Red de Municipalidades Rurales del Perú (REMURPE), por medio de un acuerdo cooperativo con USAID Perú.
El Instituto de Montaña, el Laboratorio de Ecología y Utilización de Pastizales de la UNALM y el Comité de Investigación Agropecuaria Local (CIAL) de la Comunidad Campesina Cordillera Blanca compartieron los resultados y avances de su trabajo en investigación y conservación de pastizales altoandinos de puna y el agua en el contexto del cambio climático global.
El evento, que se denominó “Casa Abierta 2011. Compartiendo avances y resultados en conservación e investigación: Punas / Agua / Cambio Climático”, se llevó a cabo en la comunidad Canrey, Ancash, el 23 de noviembre; en Huaraz, el 25 de noviembre y en Lima, el 1 de diciembre.
Las presentaciones se dirigieron a un amplio público de profesionales, estudiantes y profesores de las ciencias sociales y naturales, funcionarios públicos, representantes de ONG, representantes de comunidades altoandinas y público en general con la assistencia en total de 430 personas.
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