Caserío del actual distrito de Bernal, en la provincia de Sechura
Servindi, 9 de mayo, 2011.- Transcribimos el homenaje que tributó Lizardo Agurto Huidobro en 1954 a don Vicente Chunga Aldana, hombre-signo de su tiempo, defensor acérrimo e incondicional de la comunidad de Sechura, a quién hoy la comunidad recuerda y celebra en el 467 de su aniversario como comunidad campesina.
Deuda de gratitud
Por Lizardo Agurto Huidobro
A propósito que veo ahora que día a día, salen varios defensores, consejeros, sacrificados y apóstoles que han defendido los sagrados derechos de la Comunidad de Indígenas de Sechura, me mueve hacer recordar la deuda de gratitud que esta comunidad tiene pendiente para con ese venerable anciano llamado VICENTE CHUNGA ALDANA. Quizá hoy no habrá un solo comunero que desconozca que debido a él y, quizás no me equivoque, a dos o tres comuneros más, se debe a que exista esta comunidad en el pie en que se encuentra a la actualidad.
A pesar de ser una institución comunal con miles de comuneros y una de las más grandes del país tanto en su población como en su territorio, todos sus hombres la echaron por muchos años al olvido y dieron lugar para que los vecinos invadieran sus tierras. Las cercaban, incendiaban centros poblados, mataron a comuneros y solo un hombre de la talla de VICENTE CHUNGA ALDANA supo ponerse frente a su comunidad y comenzó la ardua como peligrosa tarea de defenderla y la defendió.
Una serie de ocasiones encontramos a Don Vicente a pié y descalzo, con la alforjita al hombro cruzando apartados caminos evitando ser encontrado en el trayecto por el enemigo y se le flagele, así se lo habían prevenido.
¿A qué iba Don Vicente a Piura? A pedir justicia para su comunidad por que el hacendado tal había destrozado los temporales de sus comuneros, quemándoles sus cercos y chozas de vivienda; los otros comunero estaban embodegados en la casa hacienda, las crías de ganado también estaban en los corrales del hacendado; a avisar que a la Laguna de “Ramón” habían llegado los empleados y caporales del otro hacendado a quitar las herramientas de pescar de los comuneros sino daban parte de pesca como arriendo de esta laguna que la creían suya; que una pandilla de la comunidad “X” habían asaltado a los Sechura y sobre pretexto de cobrar arriendos de pastajes les arrebataban las mejores de sus crías de ganado; que otra comunidad invadía las tierras de Sechura, porque eran echados a viva fuerza de las suya y no les quedaba otro dilema sino quitar a la vecina , y así por el estilo una serie de atentados.
¿Encontraba la ansiada justicia Don Vicente? Unas veces si cuando trataba con autoridadades probas, pero la mayor parte de las veces no y mas bien se le encarcelaba como a un vulgar criminal, por comunista, soliviantador de las masas indígenas, instigador del orden público y usurpador de las tierras de los hacendados. ¡Qué sarcasmo!
Pero Don Vicente no obstante estos sufrimientos, jamás doblegó y por el contrario mayor era el cariño para su comunidad y con más ahínco la servía; no le importaban los vejámenes, hambres, burlas y castigos, hasta su vida exponía por salir a enfrentar en el propio campo al enemigo que por lo regular se asociaban de maleantes y solo con el arma de la justicia y la razón que lo acompañaban los vencía.
Por un lado los eternos enemigos de la comunidad y por el otro lado los Judas, se le calumnió que vendía tierras de la comunidad, que con el dinero de su representada educaba sus hijos en los colegios de la ciudad de Piura y que en esta misma ciudad construía casas; en fin, a don Vicente se le hicieron la mar de cobardes injurias y cuando llegaban estas a sus oídos, solo exclamaba: “El hombre que tiene su conciencia limpia nada debe temer, el tiempo decidirá todo”, jamás fue vengativo, muy por el contrario, eran sus deseos de unificar a todos los hombres de su comunidad y juntos trabajar por ella para verla libre.
De contar la vía –crucis que ha sufrido Don Vicente Chunga Aldana por su comunidad es para hacer un libro. Y si embargo a pesar de todo esto y de tener cerca de 90 años, achacoso y sin recursos, ha salido de su tierra a trabajar lejos para ganarse el sustento.
Hace pocos días nos sorprendió encontrarlo trabajando bajo un frondoso árbol, de una chacra de Sullana, tejiendo sus petates; cariñosamente lo saludé y después de una serie de recuerdos nos dijo:
“No me ha sido posible soportar la inclemencia del tiempo, la pobreza y el castigo que Dios a dado a nuestros pueblos no dando bastante agua para regar, nuestras pequeñas parcelas, así como la maldad de algunos hombres que se tomaron para ello la poca agua que discurrió por el cauce de nuestro rio, que bien hubiese servido para aplacar nuestra sed, por eso me encuentro por acá año próximo el Creador nos favorece con agua y no olvide de saludar y todos los amigos de la comunidad y dígales que se mantengan siempre unidos , única forma de hacer Patria”.
Convendría, ya que aún no hay dejado este ingrato mundo el anciano Vicente Chunga Aldana, se cumplan sus deseos, de hacer la casa de la comunidad en una población central para que a ella concurran todos los comuneros a sus reuniones y asambleas y que este edificio sirva también para una Escuela.
Qué bonito seria hacer este palacio y en un lugar preferente de él colocar el retrato del patriarca, pero pronto antes de que fallezca , única forma también de pagar en parte la deuda de gratitud que la Comunidad de indígenas de Sechura, debe al hombre que tanto se ha sacrificado por ella.
Bernal, Diciembre 14 de 1954
Lizardo Agurto Huidobro
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