Imagen de playa en Sechura. Imagen: Blog CC San Martín de Sechura
En el 467 aniversario de la comunidad campesina San Martín de Sechura compartimos una breve historia de esta emblémática comunidad del norte del Perú, asiento del pueblo Sechura, que narra las vicisitudes en su larga lucha por defender sus tierras, rinde homenaje a sus líderes y denuncia las tropelías de partidos como el Apra cuya política del perro del hortelano no son nuevas... como vamos a ver.
Por Teobaldo Rumiche Fiestas
Sechura, 9 de mayo, 2011.- Nuestra Comunidad tiene una historia muy rica en acontecimientos y personajes que giran en torno a la defensa de lo que es su más valioso recurso: sus tierras comunales. A algunos les parece irónico que digamos que estas tierras fueron compradas por nuestros antepasados y que, por tanto no son un regalo del cielo. Olvidan que el imperio incaico fue conquistado por los españoles y en nuestro propio territorio nos trataron como a extranjeros.
Y es que si revisamos el título de la Comunidad de Indios, que data del 9 de Mayo de 1544, cuando era Virrey del Perú don Blasco Núñez de Vela, representante del rey español don Carlos V y nuestro personero era el cacique NARCISO CAPULLAN, ahí textualmente queda dicho que se pagaron al Real Tesoro veinte mil pesos, para lo cual presentaron mil ciento ochenta y cuatro recibos que lo acreditaban, pagos hechos entre 1539 y 1543, es decir en cinco años de aportaciones.
Además de ello se pagaron trescientos mil pesos en encomiendas y tributo personal incluyendo quintos, mandas y sínodo correspondiente al cultivo de sus tierras. En suma, se tuvo que pagar por nuestras propias tierras trescientos veinte mil pesos por la propiedad a perpetuidad de las mismas. Similar proceso siguieron otras comunidades vecinas para obtener sus títulos, como son Santo Domingo de Olmos, San Juan Bautista de Catacaos y San Lucas de Colán.
Terminados los más de trescientos años de conquista española y declarada la independencia nacional, las comunidades empiezan a lidiar con nuevos terratenientes y latifundistas, proceso estudiado y comprendido social y políticamente por el Amauta peruano José Carlos Mariátegui en sus “Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana”.
Pues bien, a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX aparecen en la escena de Piura y Lambayeque las grandes haciendas como “Pabur”, “Huápalas”, “Ñomala”, “Malinguitas”, “Locuto”, “Santa Ana” que inician un proceso de acaparamiento de terrenos de las Comunidades de Sechura y Olmos.
Aparecen de la nada, hacendados como don Clodoveo Plata dueño de “Santa Filomena” (“Teatro Macabro” lo llamaba la prensa de aquel entonces), hacienda formada por pedazos de tierras arrebatadas a los comuneros, y que estaba ubicada en el Anexo de San Andrés (hoy Nuevo Vega del Chilco). Un hombre abusivo que se apoderó de extensos terrenos comunales, que cerraba los caminos usados por los comuneros, les arrebataba su ganado, se emborrachaba y violaba a las hijas de los comuneros, así como mataba a los comuneros por un quítame esta paja, enterrándolos en su propio cementerio ubicado en el interior de su hacienda.
Tanto habrá sido el abuso y avasallamiento que cometía junto a sus caporales, que es conocido el ajusticiamiento del que fue objeto de parte de los comuneros en la tarde del 23 de Noviembre de 1914, cansados de las atrocidades cometidas y de no encontrar justicia en las esferas del poder judicial.
Se recuerda también que los comuneros sufrieron tremenda represión por parte de las fuerzas policiales, a pedido de don MITRIDATES PLATA, padre del abusivo, a causa de dicho ajusticiamiento, en la cual varios comuneros fueron asesinados, otros encarcelados, sus viviendas fueron quemadas, a tal punto que caseríos como “San Andrés”, “Santa Elena”, “Gaspar” y “Azuldy” fueron desaparecidos del mapa comunal. Una cruz natural de algarrobo es el único vestigio que queda en Vega del Chilco, donde fue ajusticiado el tirano.
Insurge don Vicente Chunga Aldana
En 1914 año del ajusticiamiento, Vicente Chunga Aldana contaba ya con 48 años de edad, pues había nacido un cinco de abril de 1866, en Sechura, (esquina de las calles Alcántara Navarro y Leoncio Prado), fruto de la unión de sus padres don Félix Chunga Pingo y doña Tomasa Aldana Curo. Es en esta época, en la madurez de sus años, que insurge como dirigente comunal para defender a los comuneros desprotegidos.
Un 28 de Octubre de 1930 fue elegido por primera vez Presidente la Comunidad de Indígenas, en la Asamblea General llevada a cabo en el lugar denominado “EL RESVALÓN”, ubicado en el distrito de Bernal. Con esto, la Comunidad encontraba un grupo de dirigentes dispuestos a defender sus intereses, pues por buen tiempo había estado aletargada, sin dirección comunal que la encauce. Esta recomposición se hizo primero convocando a una Asamblea como un “Comité Provisional de defensa de los campos comunales”, principalmente de la zona de “RAMÓN”, que pretendía don Mitridates Plata, de donde se conformó la directiva que encabezaría VICENTE CHUNGA ALDANA:
- Presidente: Sr. Vicente Chunga Aldana.
- Vicepresidente: Lizardo Agurto Huidobro.
- Tesorero: Romualdo Antón.
- Secretario: José del Carmen Purizaca.
- Vocales: Srs. Genaro Bancayán y Pablo Temoche.
Este grupo compacto ya no se desuniría jamás y de ahí saldrían los siguientes personeros y dirigentes comunales de nuestra Comunidad, que por más de tres décadas iniciarían una lucha en defensa de las tierras comunales, la misma que ochenta años después, no cesa desde entonces.
¿Cuál fue el trabajo que como dirigente realizó don Vicente Chunga Aldana? La defensa de las tierras comunales. Se enfrentó a los gamonales de aquel entonces, así como a las pretensiones de los malos dirigentes de las comunidades vecinas que querían mandar en nuestra comunidad, cobrando arriendos a los comuneros sechuranos que usaban los temporales o terrenos que se aprovechaban cuando había lluvia; que les quitaban sus herramientas por las cuales tenían que pagar por usar tierras que no eran de ellos sino de nosotros.
Así, viajó cuantas veces fue necesario a la ciudades de Piura y Lima para suscribir actas en defensa del dominio y posesión de las tierras comunales que otras comunidades como Olmos y Catacaos y hacendados ansiaban; para elevar memoriales ante los representantes del congreso; presentar escritos ante las oficinas de indígenas de aquel entonces, solicitar garantías frente a los abusos de los hacendados; tramitar denuncias y dejar copias en las oficinas de los periódicos de aquel entonces.
Cuentan viejos comuneros que de adolescentes lo siguieron por los caminos, que don Vicente Chunga Aldana viajaba solo, salía en horas de la noche, bien apertrechado, bordeando los caminos para evitar ser emboscado, pues había sido amenazado de muerte por los caporales, mandados por los hacendados. Era un tipo hábil, con una claridad propia de un dirigente campesino que, pese a su tercer año de primaria, lo llevó a trabajar en el periódico “El Bien Público” como tipógrafo. Y que, habiendo nacido en la ciudad, se trasladó al campo, a Cerritos, para, en los linderos mismos de nuestra Comunidad defender sus territorios (en la actualidad, solo un horcón de algarrobo que sostenía el techo de su humilde casa queda en pie). Resaltan incluso su valentía para batirse con bandoleros al servicio de hacendados olmanos como Alejandro Carreño, Polidoro García, Julián Mayanga, Carmen Purizaca y Froilán Alama e incluso procesarlos, como el caso del primero, que logró ponerlo entre rejas.
Pero, era consciente de que, sino lograba que nuestra Comunidad fuera reconocida como tal, los hacendados iban a aprovecharse de ello para seguir usurpando las tierras comunales. En ese objetivo centró sus fuerzas y los pocos medios con que contaba. Se cuenta incluso que vendía sus propios animalitos para costearse sus desplazamientos, hecho por el que era recriminado por su esposa, que, como toda mujer, deseaba tener un marido dedicado al cuidado de la chacra y de los animales.
Es así que, en su condición de personero y Apoderado Comunal tramita el expediente buscando el reconocimiento e inscripción oficial de nuestra Comunidad, el cual se logra mediante Resolución Suprema fechada el 19 de Agosto de 1937, donde se resuelve: 1º.- “Reconózcase la existencia legal y personería jurídica de la Comunidad de Indígenas de Sechura” e inscríbase en el Registro Oficial de Asuntos Indígenas del Ministerio de Salud Pública, Trabajo y Previsión Social”. Llevaba ya doce años de Personero Legal de nuestra Comunidad y era Presidente de facto del Perú el General Benavides. Este reconocimiento hace retroceder las intenciones de muchos hacendados, entre ellos de don Mitridates Plata y su fundo “Santa Filomena”, cuya lucha duró cincuenta años y generó un sentimiento de unidad entre los comuneros y sus dirigentes, así como un mayor compromiso para defender las tierras comunales.
En su período como Personero se logró firmar Actas con las Comunidades de Catacaos, Olmos, con hacendados como Mitridates Plata y Hnos. Mendoza, para poner fin a litigios, acuerdos que los mismos usurpadores se encargaron de incumplir.
Veintinueve años sirvió desinteresadamente don Vicente Chunga Aldana a nuestra Comunidad como dirigente, primero como Presidente, luego como Personero y Apoderado y finalmente como Delegado Comunal. Fue toda una vida dedicada a la defensa de las tierras comunales.
Como todo dirigente honesto fue calumniado y tildado de entreguista como cuando firmó un Convenio el 2 de Diciembre de 1934, poniendo fin a una larga lucha con los hacendados MENDOZA del Fundo “Tierras Nuevas”, acuerdo que fue ventajoso para nuestra Comunidad, en la medida que ponía fin a un enfrentamiento de muchos años. Se le acusó que con el dinero de las ventas de las tierras comunales educaba a sus hijos en los mejores colegios de Piura y construía casas por doquier.
Lizardo Agurto su fiel discípulo narra lo siguiente:
“¿Quién fue Vicente Chunga Aldana? Un humilde indígena campesino nacido en Sechura, hijo de padres enteramente pobres, apenas cursó el tercer año de instrucción primaria; pero eso sí, lleno de voluntad y amor propio y con gran cariño para el pueblo que lo vio nacer y, especialmente, para los pobres como él, pero acérrimo enemigo de los que cometían injusticias”.
Cuando llegaban estas injurias a oídos de Vicente Chunga Aldana, solo exclamaba: “El hombre que tiene su conciencia limpia nada debe temer, el tiempo decidirá todo”, jamás fue vengativo, muy por el contrario, eran sus deseos de unificar a todos los hombres de su comunidad y juntos trabajar por ella para verla libre.
En Diciembre de 1954, Lizardo Agurto Huidobro, quien había sido su brazo derecho como Presidente Comunal, lo encontró trabajando bajo un frondoso árbol, de una chacra de Sullana, tejiendo sus petates. El Patriarca tenía entonces 90 años y se mostraba achacoso y sin recursos, pues la necesidad lo empujó a salir de su tierra a trabajar lejos para ganarse el sustento. Después de saludarlo y de una serie de recuerdos le dijo:
“No me ha sido posible soportar la inclemencia del tiempo, la pobreza y el castigo que Dios a dado a nuestros pueblos no dando bastante agua para regar, nuestras pequeñas parcelas, así como la maldad de algunos hombres que se tomaron para ello la poca agua que discurrió por el cauce de nuestro rio, que bien hubiese servido para aplacar nuestra sed, por eso me encuentro por acá; año próximo el Creador nos favorece con agua y no olvide de saludar y todos los amigos de la comunidad y dígales que se mantengan siempre unidos, única forma de hacer Patria”.
El APRA y la comunidad campesina
Para ligar el pasado con el presente y extraer lecciones, ahora, en este 467º Aniversario Comunal, en que la nueva Junta Directiva presidida por el comunero Francisco Ayala Chunga realiza esfuerzos en aras de repensar nuestra comunidad, es importante recordar la nefasta acción de este partido político contra nuestra Comunidad. Esto se daba desde varios frentes: abogados apristas defendiendo a los hacendados, autoridades apristas que le daban la razón a los hacendados en desmedro de nuestros comuneros, parlamentarios apristas que favorecían a los hacendados y una prensa aprista que vilipendiaba a los dirigentes comunales tildándolos de vendetierras.
Así por ejemplo en 1947 cuando ya era Personero de nuestra Comunidad don José del Carmen Purizaca, nuestra Comunidad denunciaba que las actas de compromiso firmadas con los hacendados no se cumplían porque éstos contaban con el apoyo de malas autoridades:
“Desgraciadamente ahora no marchan mejor las cosas. Antes eran las malas autoridades y ahora son los líderes apristas los que apoyan tales abusos. La situación hasta el momento no ha variado para nosotros. No olvide usted – recalcó el Personero de la Comunidad de Sechura – que el abogado de la Vda. De Plata es el señor Dr. Guillermo Gulman Secretario General del Partido del Pueblo y Alcalde de la Junta Municipal Transitoria de Piura. Esto le dará la medida del poder del gamonalismo”
Y emplazando al mencionado abogado Gulman, Secretario del Partido Aprista en Piura dijo don Vicente Chunga Aldana:
“Usted ha traído la desgracia de nuestro pueblo. Usted debió ver que somos un pueblo que reclamamos nuestras tierras. Nosotros somos cholos comuneros. Usted está en contra de nosotros. Usted ha preferido estar al lado de los explotadores”.
Y cuando el periódico llamado “Tribuna del Norte” de conocida filiación política era aprovechado por el diputado Ricardo Temoche para “difamar a los dirigentes comunales tildándolos de vendetierras y cuyo objetivo era adueñarse de la dirección de la comunidad para hacer de ella lo que les viene en gana sobre todo para inmiscuirla en política, de lo que siempre ha venido apartándose” Vicente Chunga Aldana respondiò en el Diario “El Pueblo” el 8 de Mayo de 1947:
“Jamás hemos vendido a nadie una sola pulgada de tierra; no podríamos hacerlo; muy por el contrario hemos hecho devolver a nuestra sufrida comunidad miles de kilómetros de su patrimonio que lo tenían arrebatado las comunidades de Olmos y Catacaos y los hacendados Mendoza, Plata y otros y para llegar a conseguir esto no solamente hemos sacrificado nuestros propios intereses, nuestro tiempo, nuestra honra; hasta la vida misma la hemos expuesto cuando ha llegado la ocasión como deben hacerlo todos los hombres de bien”.
E incluso cuando en Febrero de 1945 se realizaron elecciones para elegir al nuevo Personero de nuestra Comunidad, proceso del cual salió elegido don José del Carmen Purizaca, las elecciones fueron anuladas por influencia de los representantes parlamentarios apristas por Piura que presionaron a la Dirección de Asuntos Indígenas, que dirigía estos procesos electorales, por el solo hecho de que los elegidos no eran militantes apristas.
Don José del Carmen explica el fondo del asunto:
“No hay razón de orden legal que justifique esta dilación. La Comunidad y yo no tendríamos nada que reclamar, sino fuera porque esta situación irregular perjudica grandemente, ya que sin personero no podemos hacer frente a las cuestiones de colindancia con nuestros vecinos y principalmente con los herederos de Mitridates Plata Ampuero, que son los directamente beneficiados con esta situación, que ellos, mediante la influencia de su principal abogado Dr. Guillermo Gulman, aprista y a la sazón alcalde d la Junta Municipal Transitoria de Piura, tratan de mantener indefinidamente”.
Veintiocho meses estuvo nuestra Comunidad acéfala, sin personero, hasta que, realizadas nuevas elecciones don José del Carmen volvió a ser elegido y pudo inscribirse en el Registro respectivo de la Dirección de Asuntos Indígenas.
De manera que la historia de la reciente década pasada no es nueva, es la continuación de esa política nefasta del partido aprista contra nuestra Comunidad. Recordemos la tesis del “perro del hortelano“ de Alan García, diciendo además que las comunidades son un entrabe para el desarrollo del país, dejando en sus 5 años de gobierno el 65 % del territorio comunal concesionado; de la conversión de la Comunidad en una despensa, por parte de Trelles Lara para financiar con el dinero de la Fundación Comunal sus campañas electorales; el famoso Acuerdo Regional 666 de Noviembre del año pasado que da visto bueno a una nueva demarcación territorial entre Piura y Lambayeque y donde nuestra Comunidad se le ha arrebatado, junto a la Comunidad de Catacaos miles de hectáreas; y, del siniestro accionar de Dante Paiva García ex presidente comunal de pretender perpetuarse en la dirección de la comunidad por más de siete años, apoyado, entre otros, por el abogado aprista Porfirio Ayala Morán, así como de los contratos desventajosos para nuestra Comunidad, firmados con empresas transnacionales, a espaldas de los comuneros, del cual hoy todos lamentamos, son una claro ejemplo de ello.
Aliados de nuestra comunidad campesina
Toda esta lucha en defensa de nuestra Comunidad no hubiera sido posible si es que no se hubiera contado con aliados tan importantes que recepcionaban y hacían suyo el reclamo comunal. Abogados como don Hildebrando Castro Pozo infatigable defensor del campesinado piurano, Jaime A. Benites vigoroso defensor de los derechos comunales, el Dr. Augusto Cevallos, entre otros fueron quienes dieron soporte legal a los reclamos muy justos de nuestros dirigentes comunales. Asimismo, una prensa escrita que ponía en el tapete el abuso de los hacendados jugó un papel muy importante. Periódicos como “La Industria”, “Ecos y Noticias”, “El Pueblo”, “El Tiempo”, entre otros, fueron muy importantes para frenar los abusos del poder gamonal.
Sechura, 9 de Mayo del 2011.
Ing. Teobaldo Rumiche Fiestas
Vice Pdte. Comunal
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