¿sólo basta decir que hay mucha fragmentación o algo nuevo se está construyendo?
Por Ismael Vega Díaz*
19 de agosto, 2010.- El número de candidatos y agrupaciones políticas que competirán en las próximas elecciones regionales y municipales que se realizarán el próximo 3 octubre, superará al que compitió en el proceso electoral que se llevó a cabo el 2006.
Afirmar que asistimos a una profundización de la fragmentación de la participación política a nivel regional y local, se ha convertido en un lugar común, pareciera que en el fondo, estas elecciones no serán distintas a las que se han producido en las últimas décadas.
En este artículo, trataremos de plantear interrogantes y ensayar algunas respuestas iniciales con la intención de complejizar el análisis de esta fragmentación en la Amazonía peruana, especialmente donde participan líderes indígenas.
"habría que preguntarse si estamos ante un proceso de fragmentación dura y pura que responde a un proceso de descomposición y desintegración de la política peruana (...) o estamos ante un proceso más complejo en el que convergen factores como el deseo de participar y construir nuevos referentes políticos que se basen en las realidades socioculturales locales y una mayor conciencia de la capacidad de gestión de los líderes regionales y locales" |
El plazo para la inscripción de candidatos finalizó el 5 de julio y de acuerdo a los datos del JNE, serán 324 los candidatos que competirán por hacerse de los gobiernos regionales, es decir 101 candidatos más que en los últimos procesos electorales regionales realizados el 2006 (1). De estas, 165 son listas de movimientos o alianzas regionales. A esto hay que añadir los casi 2.000 municipios que tendrán en muchos casos entre 10 y 15 candidatos que competirán sólo en una provincia o distrito.
Sólo en la provincia de Condorcanqui ubicada en la Región Amazonas, se han inscrito 9 candidatos que competirán por la preferencia de unos 21 mil electores.
Ante este escenario, habría que preguntarse si estamos ante un proceso de fragmentación dura y pura que responde a un proceso de descomposición y desintegración de la política peruana (2), a una suerte de privatización de la política (3) incentivada por nuestro laxo y “generoso” sistema electoral o estamos ante un proceso más complejo en el que convergen factores como el deseo de participar y construir nuevos referentes políticos que se basen en las realidades socioculturales locales y una mayor conciencia de la capacidad de gestión de los líderes regionales y locales.
En las regiones y municipios de la Amazonía, nos encontramos con una presencia sostenida de candidatos indígenas que llegan a este escenario luego de una experiencia y trayectoria como dirigentes en sus organizaciones, muchos de ellos lo hacen luego de haber transitado por diversos espacios de capacitación en derechos indígenas, participación política, gestión del desarrollo etc. promovidos principalmente por la ONG y en muchos casos se trata de candidatos indígenas que ya han transitado por de experiencias en la gestión del desarrollo como alcaldes, regidores y consejeros.
También encontramos dirigentes y líderes indígenas que han sido protagonistas de las protestas en defensa de sus derechos durante los últimos años, especialmente en los dos últimos años, como sucede en la Región Amazonas, donde varios de los dirigentes y líderes indígenas que participaron en el proceso de lucha que culminó con el “Baguazo” se presentan como candidatos en diferentes listas de movimientos regionales que se presentan en el procesos electoral que se realizará en octubre.
En la mayoría de casos, hay una constante que va marcando una tendencia que tiene que ver con la acumulación de participación en procesos formativos, experiencia como dirigentes y de gestión en algún municipio o región, como es el caso de Carlos Navas, líder indígena que ha sido alcalde de un centro poblado y protagonista de las luchas indígenas y ahora es candidato a la presidencia de la Región Amazonas, el actual alcalde del distrito de Imaza que postula a la reelección o el caso de Santiago Manuin, dirigente, líder y figura emblemática del Baguazo que ahora es candidato a consejero regional a la misma región (4).
Lo anterior es una tendencia que no sólo se puede constatar en Amazonas habitada por los pueblos Awajun y Wampis, sino también en diferentes zonas de la Amazonía. Esto indica, que se va consolidando la necesidad de contar con una trayectoria que otorgue un nivel de legitimidad al líder o dirigente para que luego pueda ser candidato.
Sin embargo, aún no estamos en condiciones de afirmar que no hay improvisación en las candidaturas y que el camino o proceso señalado se cumple en todos los casos. Tampoco se puede decir todavía que las gestiones de indígenas en las municipalidades y/o las regiones están totalmente excentas de la influencia que todavía tiene la pertenencia étnica (5) o a un determinado clan familiar con los vínculos de parentesco que esto implica.
Si bien, actualmente la gestión de los alcaldes y consejeros indígenas responde menos a estos factores. Si bien, se han producido muchos cambios y estamos lejos de los problemas que tuvieron que enfrentar los primeros alcaldes indígenas, que en muchos casos los llevaron a procesos judiciales e incluso a la prisión; habría que evaluar cómo se han incorporado y se manejan dentro de las actuales gestiones municipales y regionales las leyes y criterios técnicos que el Estado les exige a todos los alcaldes, consejeros y presidentes regionales.
De todos modos, hay que mencionar que en la normatividad municipal y regional hay una ausencia total de esfuerzos por tomar en cuenta las realidades culturales (interculturalidad) de los distritos, provincias y regiones donde viven ciudadanos y ciudadanas indígenas.
Quiénes, cuántos y dónde están los indígenas amazónicos
En los procesos electorales anteriores, era muy común que los partidos políticos persuadieran a algún líder indígena para que participe como candidato en su lista, es decir, se usaba la figura del “partido paraguas” que se ofrecía cual vientre de alquiler a algún líder indígena que se prestaba a esta situación.
Actualmente predominan las listas de agrupaciones o movimientos regionales sobre los partidos políticos. El alcalde de Condorcanqui en periodo 2002-2006, fue candidato nada menos que del Partido Popular Cristiano (PPC). En estas elecciones 2010, en esta misma provincia el partido mencionado ha desaparecido aunque hay 3 candidaturas de otros partidos políticos nacionales y las otras 6 pertenecen a movimientos regionales y locales.
Este dato tiene mucha relación con lo que pasa a nivel nacional, donde se puede ver que en estas elecciones habrá más del doble de candidatos regionales en relación a las elecciones regionales y municipales realizadas el 2006.
En las regiones de la Amazonía, podemos ver que sólo en el caso de Junín se ha producido un incremento significativo en el número de candidatos a la presidencia regional mientras que en otras como Amazonas, Loreto, San Martín el número se mantiene o el aumento es muy pequeño y en otras como Ucayali el número de candidatos ha bajado (ver gráfico).
Número de listas en Elecciones Regionales 2006, por Región
Número de listas en Elecciones Regionales 2010, por Región
El gráfico muestra que en este proceso electoral, la región Ucayali tiene 8 listas inscritas; San Martín sólo 6; Loreto 11; Junín 14 y Amazonas 9 listas.
Por otro lado, en algunas de las provincias y distritos de la Amazonía, podemos ver que 9 candidatos competirán en Condorcanqui, 11 en Bagua, 10 en Satipo, 8 en Moyobamba, 8 en Maynas; 8 en Datem del Marañón; 8 en Coronel Portillo.
En distritos como Río Tambo hay 6 candidatos; 8 en Iparía, 6 en Masisea. No dejan de sorprender y preocupar, los casos de los distritos de Awajun en Moyobamba donde 8 candidatos competirán por 4 mil 600 electores; y El Cenepa donde los 11 candidatos inscritos se disputarán la preferencia de aproximadamente 5 mil electores.
Habría que determinar y conocer cuántas de las organizaciones políticas regionales que participan en este proceso electoral representan propuestas programáticas y liderazgos reconocidos, y en qué medida se trata de candidaturas improvisadas.
Muchos candidatos, más participación: pura fragmentación o algo nuevo está surgiendo
Un conjunto de factores confluyen en la configuración de este escenario electoral en la Amazonía, especialmente en aquellas regiones y especialmente municipios donde los líderes indígenas vienen participando como candidatos.
Sin embargo, es necesario complejizar el análisis y la comprensión de este proceso participativo e ir más allá de la descalificación que se hace sólo a partir del número de candidatos que participan en la contienda electoral. En todo caso, tendríamos que preguntarnos cuáles son los criterios que fijarían cuál es el número “adecuado” de candidaturas y para determinar cuándo es que estamos frente a una candidatura cuya propuesta satisface las exigencias que una competencia electoral plantea.
Tampoco es suficiente atribuir este escenario, exclusivamente a las reglas de un sistema electoral calificado como muy abierto o a las expectativas y cálculos reeleccionistas que finamente pueden ser legítimos.
Es necesario analizar además, hasta que punto en las regiones y municipios, particularmente en aquellos donde participan indígenas amazónicos, están presentes factores que tienen que ver con una mayor conciencia de las capacidades para ejercer cargos públicos; con la necesidad de garantizar, con su participación electoral el respeto de sus derechos y el reconocimiento de sus culturas; el deseo de profundizar la autonomía en la toma de decisiones relacionadas con el desarrollo y la cada vez mayor distancia entre los partidos políticos nacionales y los procesos políticos locales y regionales donde se vienen construyendo, ciertamente con dificultades y debilidades, un poder local y regional que va prescindiendo de los partidos nacionales tradicionales.
"Si desplazar la interculturalidad a la política, es un requisito fundamental para construir un Estado Pluricultural y para fortalecer la democracia, también lo es para los partidos políticos nacionales y es necesario que los movimientos y partidos regionales que se vienen construyendo en la Amazonía tomen en cuenta este aspecto para no repetir la historia" |
Lo anterior nos lleva a plantear un tema de fondo, que tiene que ver con el distanciamiento cada vez mayor entre los partidos políticos nacionales y las demandas de los pueblos indígenas de la Amazonía. A la ya prolongada crisis de los partidos políticos que se inició a comienzos de la década de los 90, hay que añadir la ausencia de una dimensión que tiene que ver con las sociedades indígenas, con su cultura y su manera de concebir el desarrollo. Se trata de un elemento que tiene una importancia fundamental para explicar lo que viene sucediendo en esta parte del país.
Nos estamos refiriendo, a la ausencia de una perspectiva intercultural en las propuestas de los partidos y por lo tanto a la incapacidad para entender la realidad indígena como paso previo a la incorporación de propuestas y proyectos dentro de sus programas y proyectos políticos. Con los partidos políticos, pasa lo que sucede con el obsoleto e inviable Estado Nación que todavía es sostenido por un sector importante de la clase política, especialmente por aquellos que han accedido al poder. Si desplazar la interculturalidad a la política, es un requisito fundamental para construir un Estado Pluricultural y para fortalecer la democracia, también lo es para los partidos políticos nacionales y es necesario que los movimientos y partidos regionales que se vienen construyendo en la Amazonía tomen en cuenta este aspecto para no repetir la historia.
No basta con incrustar alguna frase general o una palabra con afán marketero en las propuestas de gobierno. Es necesario emprender un proceso de conocimiento real de la realidad y la problemática indígena amazónica para que esta forme parte de un proyecto articulado donde lo indígena no sea sólo un apéndice sino parte de todo un engranaje y un todo que respeta sus derechos y promueve su desarrollo.
Los partidos políticos igual que el Estado, no han incorporado lo intercultural en sus visiones y sus programas y esto no sólo los distancia de los indígenas sino que además pone en cuestión su legitimidad y sin duda su representatividad.
En el próximo proceso electoral de octubre, habrá muchos más Katip, Manuin, Antuash, Shimpukat que antes; no estaremos acaso, ante un proceso, aún inacabado de formas de participación política que desafía abiertamente la pirámide política tradicional, que hace rato dejo de responder a los cambios producidos en las regiones y especialmente en las sociedades indígenas.
Notas:
(1) De acuerdo a la información del Jurado Nacional de Elecciones, en los procesos electorales regionales realizados el 2002 y el 2006 compitieron 233 y 223 candidatos respectivamente.
(2) Descomposición y desintegración, artículo de Fernando Rospigliosi. La República 18/07/10
(3) Según María Isabel Remy, la fragmentación estaría expresando la extrema privatización o personalización de la política como resultado del fin de las opciones colectivas. Remy, María Isabel. “Elecciones regionales 2010 o el sueño de la candidatura propia”. En Revista Argumentos, año 4, N° 3. Julio 2010.
(4) También se puede mencionar los casos de Evaristo Nugkuag, Vrays Perez, Octavio Shakaime etc. quienes fueron líderes, dirigentes y luego alcaldes y/o consejeros regionales.
(5) Esto sucede especialmente en distritos o provincias donde la composición demográfica es heterogénea como en el distrito de Awajun en la provincia de Moyobamba, región San Martín donde las autoridades municipales Awajun y deben ejercer su mandato en un distrito donde conviven mestizos e indígenas.
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* Ismael Vega Díaz, es investigador del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), miembro de Forum Solidaridad Perú y Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).
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