Servindi, 6 de abril, 2010.- La estrategia gubernamental de impulsar la actividad minera en el país viene siendo cuestionada por diversos grupos ambientalistas que alertan a la ciudadanía sobre las potenciales amenazas que representan esas acciones para las comunidades y el entorno.
En ese sentido, el problema se profundizó aun más tras el pronunciamiento del presidente panameño, Ricardo Martinelli, sobre las posibilidades de modificar el código existente en la materia para incrementar el interés de los inversionistas extranjeros.
Para el viceministro de Comercio e Industrias, Ricardo Quijano, las condiciones se presentan favorables con vistas a la explotación de yacimientos de oro y cobre. Asimismo, los directivos de la Cámara Minera de Panamá criticaron a las organizaciones ambientalistas opositoras al no presentar alternativas.
Frente a ello, la directora del Centro de Incidencia Ambiental (CIAM), Raisa Banfield, calificó de "superficial y efímera" la prosperidad defendida por el gobierno en, ya que la minería supondrá los daños al medio ambiente.
Las organizaciones defensoras de los recursos naturales vienen evaluando las alternativas a seguir en rechazo a esa actividad económica bajo las condiciones actuales.
Cabe mencionar que los yacimientos de oro y cobre, entre ellos la enorme reserva de ese último metal en Cerro Colorado, son un altamente atractivos para compañías foráneas por su elevado potencial de producción.
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