Servindi, 27 de noviembre, 2015.- Autoridades, campesinos, ronderos, pobladores y dirigentes civiles de la región Cajamarca llegaron ayer jueves hasta la Plaza de Armas para reafirmar su rechazo a la actividad minera, principalmente a la que realiza Yanacocha a través de su megaproyecto Conga.
Entre las autoridades estuvieron Edy Benavides, alcalde de la provincia de Hualgayoc; Jorge Urquía, alcalde de la provincia de Celendín; y Porfirio Medina Vásquez, gobernador regional de Cajamarca.
Ellos manifestaron su apoyo a la protesta pacífica que exigía la defensa del agua y la vida, el alto a la criminalización de la protesta, el cese a la persecución judicial de ronderos; así como la liberación Gregorio Santos Guerrero, líder rondero y presidente regional elegido en las urnas el año pasado.
La marcha también sirvió para conmemorar el inicio de las protestas en Cajamarca en el 2011, y que terminaron con la vida de cinco personas a manos de la policía, en julio de 2012 (cuatro de Celendín, y uno de Bambamarca).
“Estamos expresando nuestro absoluto malestar contra empresas irresponsables, pero más allá de eso en contra de un modelo irracional que se ha impuesto en el país durante más de 20 años, que prioriza y privilegia los intereses de las multinacionales en contra de los intereses del país”, expresó Medina Vásquez a Portafolio Periodístico.
Por su parte, Jorge Urquía indicó que la movilización es “el sacrificio que se ha tenido y se sigue teniendo, para decir justamente que Conga no va ir, ni hoy ni nunca. (…) y que estos cuatro años justamente significan la gloria de este pueblo”.
Asimismo, explicó que como autoridades están pendientes de las actividades que Yanacocha realiza en las lagunas de la zona de influencia de Conga.
Foto: Gobierno Regional de Cajamarca
Máxima presente
Máxima Acuña de Chaupe, campesina que día a día sufre las tropelías de Yanacocha, también estuvo presente en la marcha, junto a algunos miembros de su familia.
Como es ampliamente sabido, la familia de Máxima de modo permanente es blanco de ataques, acoso e intimidaciones por parte de la citada empresa, en el marco de la disputa legal que mantiene con esta por un predio en la zona de Tragadero Grande, en la provincia de Celendín, colindante al proyecto Conga.
“Para mí es todos los días es complicado. Porque con esta situación que estoy viviendo por parte de la empresa, no me siento bien, no me siento tranquilo”, manifestó Máxima Acuña al ser entrevistada por Portafolio Periodístico.
Al preguntarle por la versión de Yanacocha que dice buscar el diálogo para solucionar el conflicto, Acuña negó que eso sea cierto y negó los supuestos acercamientos de la empresa.
“¿Cuál es el diálogo que ellos buscarán? El diálogo que buscan es cerrando a la familia Chaupe, prohibiendo entradas y salidas, haciéndonos daños (…). Aquí no hay ningún diálogo, más bien nosotros somos agredidos a todo momento físicamente y psicológicamente”, declaró la campesina.
“(Quiero) decirle a la empresa que tomen consciencia, que nos dejen vivir en paz y tranquilidad porque nosotros estamos en nuestras tierras, nuestras viviendas, nuestros lugares, nuestro Cajamarca, nosotros no estamos en lo que es de ellos”, concluyó.
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