- Duras críticas formulan organizaciones reunidas en evento “Otro Fondo Indígena es posible sin corrupción”, donde más de 100 personas se reunieron para debatir sobre las irregularidades cometidas en el Fondo Indígena. Aquí reproducimos un artículo crítico sobre el tema.
El Fondo Indígena nunca ha favorecido a los pueblos indígenas
Por Equipo de Comunicación Indígena Originario
9 de marzo, 2015.- Organizaciones indígenas legítimas de Bolivia realizaron la Cumbre Nacional “Otro Fondo Indígena es posible sin corrupción”, donde más de 100 personas se reunieron para debatir sobre las irregularidades cometidas en el Fondo Indígena.
Las y los presentes compartieron información técnica y administrativa sobre el devenir de los recursos del Fondo Indígena, constituido supuestamente por el 5 por ciento de lo que recauda el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). Pero, en los papeles, el FONDIOC solamente recibe el 2,68 por ciento de esta suma.
“El Fondo es nuestro, de los pueblos indígenas, pero ha sido cambiado de rumbo. Con muchos decretos se nos ha cercenado ese 5 por ciento”, dijo Adolfo Chávez Beyuma, presidente de la Confederación de los Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) orgánica.
Hay otra CIDOB, una paralela creada en 2012 por el gobierno del MAS y dirigida por Melva Hurtado. Esta paralela recibe los recursos del FONDIOC, porque obedece cerrilmente a las decisiones del MAS y avala con su firma los desfalcos y proyectos fantasma actualmente investigados por la Justicia.
“El Fondo Indígena requiere una reestructuración administrativa. Se debe desconcentrar, para que los recursos económicos lleguen a las organizaciones de todo el país”, dijo Chávez.
En la Cumbre se evidenció que las tres organizaciones más obedientes al MAS: la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB) y la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” (CNMCIOB-BS) se quedan con el 76 por ciento de los fondos. El resto va para la CIDOB y el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ).
Desde 2010 hasta 2014, la CSUTCB recibió arriba de 189 millones de Bolivianos, los Interculturales 173 millones y las Bartolinas 105 millones.
Fueron menos beneficiados el CONAMAQ (que recibió 71 millones de Bolivianos) y la CIDOB más sus regionales, con Bs. 75 millones.
Todos estos datos pertenecen al Fondioc y al Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras.
¿Y el 5 por ciento?
El Fondo de Desarrollo para los Pueblos Indígena Originario Campesinos fue creado a pedido de la CIDOB y el CONAMAQ, mediante el Decreto Supremo Nº 28571 de 2005, durante el gobierno breve y “neoliberal” de Eduardo Rodríguez Veltzé.
Según un estudio de la ONG Oxfam, en el periodo 2010-2013 fueron asignados más de 2.200 millones de Bolivianos (aproximadamente 310 millones de Dólares), de los cuales se ejecutó el 66 por ciento, pero solamente la mitad en proyectos productivos.
Según disposiciones normativas, el 45 por ciento de los recursos fueron recortados, a través de decretos supremos y leyes. Una de ellas, la Nº 3791 de 2007, establece que el 30 por ciento del FONDIOC sea desviado para pagar la Renta Dignidad.
En 2008, mediante el decreto Nº 29664, se transfirió el 15 por ciento del Fondo a la UNIBOL. En 2009, 7 millones de Bolivianos fueron entregados al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).
De esta manera, el 53,5 por ciento de los recursos fueron destinados a proyectos productivos y sociales comunitarios. El 1,5 por ciento restante fue destinado a gastos de funcionamiento del FONDIOC.
“Los procesos y mecanismos de gestión del Fondo no han logrado aún los niveles de eficacia y eficiencia necesarios, ya que los beneficiarios consideran en todos los casos que la gestión de proyectos es un proceso largo, penoso y costos para las comunidades”, dice el informe de Oxfam.
Y explica que el 1,5 por ciento dirigido a gastos de funcionamiento es “insuficiente. Con ello, las funciones del Fondo Indígena han tenido que centralizarse en la ciudad de La Paz, con sobrecarga de trabajo, con equipo técnico y administrativo muy reducido.
Debido a ello, los procesos burocráticos se han extendido exageradamente en el tiempo y la atención a las comunidades se han reducido al mínimo”, continúa el informe.
Esto se visibiliza en la forma en que son distribuidos los recursos: el 61 por ciento quedan en La Paz y Oruro, probablemente por la cercanía física que tienen con la oficina del FONDIOC, en la urbe paceña.
En definitiva, actualmente el Fondo Indígena dispone del 2,68 por ciento del IDH, casi la mitad del 5 por ciento inicial. Y ese 2,68 por ciento es manejado ineficientemente.
Las y los indígenas exigen que se haga auditoria a todo el 5 por ciento, para saber también cuál ha sido el destino de los recursos quitados por el Gobierno nacional.
“Si ha habido compra de movilidades, esas movilidades tendrían que retornar a los pueblos indígenas. Sobre otros recursos económicos que se han destinado a ministerios que han manejado plata a nombre de los hermanos, es necesario saber con exactitud qué se han hecho. Conminamos a la Comisión de Pueblos Indígenas de la Asamblea Legislativa a que se pronuncie. Es nuestro derecho saber qué está ocurriendo con los recursos del FONDIOC. Y si hay hermanos indígenas vinculados con este mal uso de recursos, tienen que responder ante la Justicia”, dijo el presidente de la CIDOB.
“A los pueblos indígenas nos han robado para usar los recursos en otros temas. Es obligación del Gobierno dar la Renta Dignidad, dar recursos a UNIBOL. Esos funcionarios públicos de Evo Morales deben asumir sus responsabilidades ante la Justicia y no estar repartiendo a su antojo la plata que ha costado a los pueblos indígenas”, agregó Nilda Rojas, arquiri apu mama t’alla del Consejo orgánico.
El directorio del Fondo está compuesto por representantes de ministerios del Gobierno y representantes de organizaciones campesinas e indígenas (aunque la CIDOB y el CONAMAQ orgánicos fueron excluidos de este espacio en 2012).
Desde 2010 hasta agosto de 2013, el directorio aprobó 3462 proyectos. De este total, 1340 están en proceso de ajustes y a la espera de su financiamiento, lo cual evidencia retrasos en la aprobación para el posterior desembolso. Sobre 635 proyectos no existe información.
Hay 592 que encaran “cambios de nombre” y 894 están en plena ejecución, con la transferencia de entre el 50 y 100 por ciento de recursos correspondientes. Solamente uno de los proyectos ha culminado. Con estos números, el grado de eficiencia del financiamiento es del 0,03 por ciento.
La Contraloría del Estado identificó 153 proyectos con irregularidades, que provocarían un daño económico de 71 millones de Bolivianos. Pero esta cifra puede crecer en la medida que avance la investigación.
Desde su creación, el FONDIOC sirvió al Gobierno nacional para presionar a las comunidades de Bolivia, las estaban obligadas a apoyar al MAS si querían recibir recursos para los proyectos productivos que –según la Constitución- merecen las familias indígenas campesinas.
La responsabilidad de estos desfalcos recae sobre ciertas autoridades indígenas campesinas aliadas al MAS y varios funcionarios del Gobierno nacional. La semana pasada, el Ministerio de Transparencia intervino la dirección del FONDIOC. Es decir que este impresionante robo promovido por el MAS será investigado por alguien también del MAS.
Las y los indígenas creen que el Gobierno nacional intentará echar toda la culpa a las y los indígenas, de modo que el MAS siga entregando plata del Fondo de acuerdo a lealtades partidarias.
“Eso es neocolonialismo. Van a culpar a los indígenas, van a decir que ‘los indios se roban el Fondo Indígena’, pero ¿quiénes están ahí? Los mismos ministros de Evo Morales. Se debe esclarecer lo que pasa en el Fondo Indígena caiga quien caiga. Todos los que integran el directorio deben rendir cuentas a Bolivia, porque son recursos de todos los bolivianos. Pero el Gobierno los ha utilizado para dividir a las organizaciones y chantajear con proyectos del Fondo, diciendo en los ayllus que si apoyan a Cancio Rojas no hay proyectos. Pero si apoyan a Hilarión Mamani (del CONAMAQ Paralelo) inmediatamente reciben recursos”, dijo mama Nilda.
“Queremos que se aclare, porque no pueden usar como caja chica al Fondo Indígena, que hasta ahora no ha favorecido a los pueblos indígenas. ¿Acaso es prioridad que pongan canchas de césped sintético en los ayllus? No tenemos para comer, no tenemos para curamos, no hay buena educación, pero tenemos césped sintético en las comunidades”, dijo la autoridad originaria en la cumbre, realizada el 26 y 27 de febrero en la ciudad de Cochabamba.
Descentralización
Las organizaciones consideran que deben visitar cada uno de los proyectos aprobados en el país para conocer su estado, para saber si es un fantasma o si realmente está en ejecución.
“Debemos hacer Control Social entre todos los beneficiarios. Creemos que eso va a dar resultado. Necesitamos avanzar porque tenemos proyectos aprobados a los que debe darse curso para poder ejecutarlos”, dijo Pablo Ibáñez, técnico de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG).
En la APG consideran injusta la manera en que se distribuyen estos recursos. Desde que el Fondo existe, esta organización indígena recibió 3.666.818 Bolivianos para sus proyectos, que representan el 0,59 por ciento del total.
“Siempre habíamos planteado que en el FONDIOC haya equilibrio con descentralización. Esto contribuiría a la transparencia, porque tendríamos el control permanente de nuestras bases en el territorio chaqueño”, comentó.
“Ahora nos queda solamente reorientar el Fondo. Creo que debería hacerse un nuevo Decreto Supremo, porque el actual fue hecho con el presidente Veltzé y no está enmarcado en la Constitución. Queremos que la distribución de nuevos recursos sea descentralizada. Así nos fortaleceríamos, porque haríamos seguimiento desde la base, desde el beneficiario mismo, para que puedan acompañar todo el proceso y sepan cómo se hace un proyecto, cómo se ejecuta, cómo se hace la evaluación, con el apoyo técnico adecuado”, dijo el líder guaraní.
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