- Policía usó armamento letal pese a que su propio reglamento lo prohíbe para operaciones de este tipo.
Servindi, 31 de octubre, 2014.- Un disparo de la Policía acabó con la vida de Fidel Flores Vásquez, un desesperado hombre de 62 años y padre de siete jóvenes que se resistía a desalojar su vivienda con orden desalojo. El hecho ocurrió el jueves 30 de octubre en la ciudad de Cajamarca.
El disparo dejó a Flores agonizando por varios minutos en el techo del inmueble que protegía con vehemencia, tal como se puede apreciar en el video de Cajamarca Reporteros que capta el preciso momento del brutal ataque.
Sin embargo, las agresiones no terminaron con el letal disparo. Segundos después, policías que llegaron hasta su ubicación arremetieron contra en su contra a puntapiés, pese a que Flores se encontrarse tendido y sangrante.
En ese mismo instante los efectivos agredieron de forma brutal al hijo y la esposa del hombre de 62 años. Ambos se encontraban en el techo de la vivienda.
Momentos previos al desalojo, Fidel Flores, mecánico de oficio, pidió a la jueza Carmen Araujo y a los agentes que le dejaran permanecer con su familia en el lugar. Ante la negativa, intentó impedirles el acceso utilizando piedras, ladrillos y cócteles molotov.
Debido a que hasta el lugar no llegó una unidad de auxilio, fue una camioneta de la propia policía la que trasladó el cuerpo de Flores hasta el Hospital Regional de Cajamarca, donde llegó sin vida.
Niegan ataque
El director de la Policía Nacional, general Jorge Flores Goicochea, interrogado por lo hechos ocurridos y en contra de lo que se aprecia en imágenes aseguró que al operativo se llevaron armas no letales y que según informes preliminares, Fidel Flores murió por el impacto de una bomba lacrimógena.
De este modo su declaración va en contra de toda evidencia. El fiscal provincial penal de Cajamarca, Jaime Vásquez, señaló hace poco que en el cuerpo de la víctima se encontraron 60 perdigones y esto sería lo que originó su muerte.
Indicó también que aparentemente habría recibido un impacto directo de una bomba lacrimógena en el pecho, lo que habría provocado el desangrado.
Según el diario La República, el operativo de desalojo habría estado inicialmente bajo el mando de Pedro Carmona Reyes, jefe de la 1ª comisaría de Cajamarca, quien habría sido relevado luego por el coronel Arturo Carbajal Bellido, responsable de la Jefatura Departamental PNP.
En horas de la noche de ayer, pobladores de Cajamarca protagonizaron un plantón frente a la sede de la División de Investigación Criminal (Divincri) de dicha ciudad para protestar por la muerte de Fidel Flores. Hoy están previstas nuevas movilizaciones.
Violencia policial
Conocido el hecho violento, las muestras de repudio hacia la actuación que tuvo la policía se hacen más grandes. No se trata de un hecho aislado, en los últimos años el actuar de la policía en regiones que registran alta conflictividad social se ha hecho sumamente cruel.
El 3 y 4 de julio de 2012 en Celendín y Bambamarca la policía causó la muerte de cinco civiles, entre ellos un menor de edad, que se oponían a la ejecución del proyecto minero Conga. Luego, en el marco del mismo conflicto se registraron agresiones también violentas aunque sin consecuencias fatales.
Lamentablemente, muchas veces la violencia policial no siempre queda registrada en video. Este factor contribuye a que en las zonas más apartadas ésta se ejerza con total impunidad. Pueden dar fe de ello los campesinos y campesinas que protegen sus lagunas de la minería en las zonas más altas.
Cabe mencionar que en enero de este año el Gobierno modificó el inciso 11 del artículo 20 del Código Penal para liberar de responsabilidad penal a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía que “en el cumplimiento de su deber y en uso de sus armas u otro medio de defensa, cause lesiones o muerte”.
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