Deforestación en Amazonia brasileña cae 21,8 por ciento en un año
Servindi, 10 de mayo, 2024.- Se estima que en Brasil, entre agosto de 2022 a julio de 2023, se deforestó un área de nueve mil 64 kilómetros cuadrados (km²), cifras menores a los 11 mil 594 km², registrados un año atrás.
En el Pantanal, otro bioma importante del país, se registró la deforestación 723 km², que representa una reducción del 9,2 por ciento en relación con las cifras anteriores.
Esta reducción es parte del Plan de Acción para Prevención y Control de la Deforestación en la Amazonía, anunciado por Lula da Silva y que reúne acciones de fiscalización, monitoreo para reducir la deforestación a 2027.
Este plan establecía una política coordinada entre más de una docena de ministerios para combatir la deforestación en el ámbito mediante políticas relacionadas con el cambio climático.
Además, utiliza herramientas como la inteligencia e imágenes satelitales para rastrear la actividad delictiva, la regularización de los títulos de propiedad para monitorizar la correcta gestión de los bosques.
El plan busca recuperar los bosques degradados e incrementar se vegetación nativa a través de incentivos económicos para la conservación y el manejo forestal sostenible como lo informó el medio La República.
Esta estrategia considera también cruzar información financiera con otras bases de datos para rastrear movimientos de dinero destinados a la tala de árboles y extracción de oro ilegal.
En contrarespuesta a la deforestación el plan de reducción plantea el desarrollo de una economía verde para sostener la región amazónica sin deforestación y reforzar las leyes contra delitos ambientales en la Amazonía.
Cambio climático amenaza a Brasil
Para Lula da Silva es de vital importancia tomar acciones de prevención contra los efectos del cambio climático que tendrán, según proyecciones científicas, fuertes impactos en este país.
El país con una vasta Amazonía enfrentaría inundaciones históricas, récord de incendios forestales, olas de calor sin precedentes, sequías y otros eventos extremos, informaron expertos a France Press.
Ya a inicios del año se informó sobre la inundación de Río Grande do Sul, en el sur de Brasil, que dejó más de 100 muertos y 128 desaparecidos, además de afectar a unas 80 comunidades indígenas.
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