En la experiencia de la Wildlife Conservation Society en Bolivia, la conservación de la biodiversidad ha transitado un camino evolutivo, pasando de enfoques centrados en la protección de la fauna silvestre a alianzas colaborativas con comunidades indígenas. Lo que al inicio fue un esfuerzo de conservación aislado, se ha transformado en una cooperación imprescindible, donde la conservación y la Gestión Territorial Indígena convergen en el Paisaje Madidi.
Bolivia: Avanzando hacia la conservación autogestionada por pueblos indígenas
Por Lilian Painter, Zulema Lehm, Óscar Loayza y Robert Wallace*
Debates Indígenas, 13 de setiembre, 2023.- La Wildlife Conservation Society (WCS) comenzó su compromiso con el Paisaje Madidi hace más de dos décadas. Los esfuerzos iniciales estuvieron en línea con el modelo convencional de conservación: proteger los ecosistemas vitales y las especies en peligro, mientras se buscaba un beneficio para las comunidades indígenas. Sin embargo, un cambio de paradigma fue casi inmediato. La dirigencia del pueblo Tacana le explicó a la WCS que la seguridad territorial era necesaria para poder tomar acciones sobre el manejo y conservación de la fauna silvestre. ¿Cómo podían los tacana comenzar un programa de manejo y monitoreo de cacería de subsistencia sin seguridad jurídica sobre sus territorios ancestrales?
De este modo, la comprensión de que los pueblos indígenas han sido guardianes durante generaciones de las tierras en donde se ubica el Parque Nacional Madidi inspiró una nueva dirección. La colaboración con las comunidades indígenas no solo fortalecería la conservación, sino que también empoderaría a estos pueblos para asegurar la protección de sus territorios ancestrales y gestionarlos de manera sostenible. Así comenzó la construcción de una alianza, en la que la conservación no se realizaba para los pueblos, sino con ellos. A esta fase la hemos llamado “Conservación con los Pueblos Indígenas”.
Esto implicó la canalización de financiamiento hacia las organizaciones indígenas bajo un sistema de rendición de cuentas que involucra tanto a las comunidades como a Wildlife Conservation Society, de acuerdo a planes de trabajo consensuados. También se conformaron equipos mixtos entre técnicos de WCS, líderes indígenas y técnicos locales, quienes apuntaron al desarrollo de metodologías para trabajar con las comunidades y también elaboraron planes de trabajo conjuntos. Esto promovió la inclusión de los conocimientos indígenas y también aseguró la transferencia de nuevos conocimientos hacia las comunidades tacanas. Tanto o más importante, facilitaba la conexión entre los líderes territoriales (supracomunales) y sus bases comunitarias, fortaleciendo los sistemas orgánicos en el marco de las estructuras y procesos propios.
En el Parque Nacional Madidi se han registrado más de 1000 aves. Guacamayo azul y amarillo (Ara Ararauna) Foto: Robert Wallace
La gestión territorial como proceso de autodeterminación
Un hito significativo de la sinergia entre la WCS y las comunidades tacanas fue el desarrollo participativo de Planes de Vida Indígena en más de 1,8 millones de hectáreas de territorios ancestrales. Estos planes no solo aseguran la preservación de los ecosistemas, sino que también permiten a las comunidades manejar sus tierras de acuerdo con sus valores y necesidades. Los principios de sostenibilidad ambiental, social, económica, cultural y política son los cimientos sobre los cuales estas comunidades construyen su futuro.
Sin embargo, la evolución de este proceso no solo implicó colaboración entre entre Wildlife Conservation Society y los pueblos Tacana, Tsimane´, Lecos, Mosetene, Puquina y Uchupiamonas. Las comunidades indígenas, empoderadas y conscientes de su papel en la conservación, han asumido un rol activo. La gestión de sus territorios se ha convertido en un acto de autodeterminación: las decisiones se toman en consenso y su capacidad técnica se ha fortalecido.
La gestión sostenible de los recursos naturales, la recuperación de la cultura, la defensa de los territorios y la toma de decisiones autónomas son los cimientos sobre los cuales los indígenas están construyendo su camino hacia un futuro resiliente.
Como resultado de la sistematización de la experiencia conjunta y de las lecciones aprendidas, se desarrolló una caja de herramientas para ser utilizada por medio de una aplicación multimedia e interactiva. La aplicación ha sido pensada para facilitar la participación y generar consensos entre todos sus habitantes. El objetivo es contribuir al fortalecimiento de sus capacidades de gestión territorial a través de herramientas de apoyo en 10 procesos: consolidación de los derechos indígenas; fortalecimiento de los sistemas de organización; planificación de la gestión territorial; zonificación del territorio; reglamentación del uso de los recursos naturales; análisis de cadenas productivas basadas en la naturaleza con enfoque de género; control y vigilancia territorial; administración; financiamiento sostenible; y monitoreo social, económico, cultural y ambiental.
A medida que miramos hacia el futuro, queda claro que la conservación ya no es una tarea impuesta desde afuera, sino una responsabilidad compartida. Las alianzas progresivas han evolucionado hacia la autoría de la conservación por parte de las organizaciones territoriales indígenas o, como lo denominamos, “Conservación por los Pueblos Indígenas”. La gestión sostenible de los recursos naturales, la recuperación de la cultura, la defensa de los territorios y la toma de decisiones autónomas son los cimientos sobre los cuales los pueblos indígenas están construyendo su propio camino hacia un futuro resiliente.
Los Planes de Vida Indígena son manejados de acuerdo a los valores de las comunidades. Foto: Robert Wallace
Un nuevo enfoque para un futuro sostenible
Esta evolución nos muestra que la colaboración genuina entre las organizaciones conservacionistas y los pueblos indígenas puede ser una fuerza transformadora. Desde la conservación con fines de protección hasta la conservación como parte integral de la cultura y el bienestar de las comunidades. La historia del Programa de Conservación del Gran Paisaje Madidi nos enseña que el camino hacia un futuro sostenible está pavimentado con alianzas, empoderamiento y el respeto por los derechos indígenas y sus conocimientos ancestrales.
La fortaleza de este enfoque se debe a dos elementos principales. El primer elemento está relacionado con el conocimiento ancestral a partir de la ocupación histórica de más de 12.000 años, el cual representa un gran potencial para el manejo del bosque al conocer tanto a las especies como la agrobiodiversidad. El segundo tiene que ver con la conectividad entre territorios indígenas y áreas protegidas que mantienen bloques de ecosistemas terrestres en buen estado de conservación y que representan la mejor respuesta a la triple crisis de pérdida de biodiversidad: la mitigación del cambio climático, la adaptación a través de los corredores de conectividad y la prevención de futuras pandemias debido a la degradación de ecosistemas naturales. Las áreas protegidas colindantes a territorios indígenas tienen un rol de “fuente” de fauna para la caza de subsistencia.
Esta conectividad entre las áreas protegidas y los territorios indígenas en la región Andina Amazónica es clave para el flujo libre de sedimentos y nutrientes, y del pulso natural que requiere al menos un 80% de cobertura de vegetación nativa en las llanuras de inundación. Sobre esta base, ahora la Wildlife Conservation Society está abocada en replicar este enfoque con otros pueblos indígenas en el Departamento del Beni y, en el caso del Paisaje Madidi, en establecer un mecanismo de financiamiento sostenible para la gestión territorial indígena.
La Conservación con los pueblos indígenas permite el empoderamiento y el respeto de los derechos indígenas. Foto: Robert Wallace
En busca de la autonomía financiera
Un esfuerzo colaborativo, liderado por la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP), ha traído a la luz una hoja de ruta hacia la autonomía financiera de los territorios indígenas en el Paisaje Madidi. Este camino incluye el diseño de un novedoso mecanismo de financiamiento destinado a potenciar la gestión territorial indígena. La construcción de este mecanismo fue colectiva y representativa, y se ancló en la labor comprometida de las comunidades y organizaciones indígenas, unidas con el propósito de idear un mecanismo financiero que abrace las necesidades únicas de la gestión territorial.
La creación de este mecanismo sintoniza con la demanda de canales de financiamiento más directos y controlados por los pueblos indígenas. No obstante, este no es un sendero nuevo, sino una trayectoria en la que se han comprometido por años, al tejer un camino que garantice la transparencia y la legitimidad de tales mecanismos. Esta experiencia asegura que no se repitan los errores y fracasos de los mecanismos dirigidos al apoyo a pueblos indígenas, por no considerar aspectos estructurales que hacen al manejo de los fondos. Este proceso de construcción colectiva comenzó con la meta de diseñar un mecanismo financiero para apoyar las actividades delineadas en los Planes de Vida de los Territorios Indígenas. Estos planes, que encarnan los valores y aspiraciones de los pueblos indígenas, sirvieron de base para determinar las necesidades financieras específicas.
El marco de gobernanza y operación del mecanismo de financiamiento está conformado por líderes históricos designados en asambleas indígenas. El órgano directivo, encargado de aprobar los planes de inversión y de velar por el sistema, refleja la voz y dirección de las comunidades. El manejo de fondos se realiza gracias a las capacidades administrativas existentes, que han sido desarrolladas para apoyar al programa. Por otro lado, los donantes o fideicomitentes adherentes contribuyen con el objetivo de establecer un patrimonio autónomo a perpetuidad que genere rendimientos capaces de cubrir los gastos e inversiones previstos. Aunque los detalles finales aún se están definiendo, se espera que una parte de los fondos atienda los costos operativos, mientras que el restante se invierta para asegurar el crecimiento a largo plazo.
Restos arqueológicos hallados en el Paisaje Biocultural Llanos de Moxos. Foto: Omar Torrico
Los objetivo de conservar el patrimonio natural del Paisaje Madidi
El financiamiento obtenido se destinará a infraestructura, equipamiento y proyectos productivos enfocados en el uso sostenible de los recursos naturales. Un paso esencial hacia la realización de objetivos a largo plazo. El proceso actual se encuentra en la etapa de presentación a donantes, con una evaluación final de la entidad administradora y la constitución del patrimonio autónomo en proceso. Las implicaciones de este mecanismo no solo trascienden el entorno local, sino que también se alinean con otros esfuerzos internacionales de acceso directo y sostenibilidad.
En resumen, este mecanismo de financiamiento pone en relieve la convergencia de visiones y esfuerzos hacia una gestión territorial más autónoma y sostenible. A su vez, representa la culminación de años de trabajo y unión entre las organizaciones indígenas y Wildlife Conservation Society, trazando un sendero innovador para asegurar un futuro que respete los derechos Indígenas, fortalezca la gobernanza, mejore los medios de vida, promueva la diversidad cultural y conserve el valioso patrimonio natural del Paisaje Madidi.
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* Lilian Painter, Zulema Lehm, Oscar Loayza y Robert Wallace integran la organización Wildlife Conservation Society (WCS) en Bolivia.
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