Mensaje presidencial: el cero y el infinito

Fuente de la imagen: Idehpucp. Fuente de la imagen: Idehpucp.

Más allá de detalles, cifras y proyectos, lo central del mensaje ha sido ese silencio de cinco horas sobre el tema crucial que es la obstinada demolición de la democracia en el Perú. 

Mensaje presidencial: el cero y el infinito

Editorial del boletín del IDEHPUCP

Idehpucp, 30 de julio, 2024.- El silencio irreductible y la locuacidad sin límites son las maneras típicas en que el autoritarismo se comunica con la sociedad. Ambas expresan lo mismo: una profunda convicción de que el poder se ejerce, también, mediante el control despótico de la palabra. No decir nada, no responder nada, o llenar el ambiente público de palabras insinceras, sin mayor compromiso con la realidad, son dos manifestaciones del mismo espíritu antidemocrático, renuente a toda rendición de cuentas. Un silencio que lo dice todo; una palabrería que no dice nada: el cero y el infinito.

Es apropiado, por ello, que el principal comentario que ha motivado el discurso de 28 de julio de la presidenta Boluarte se refiera a las casi cinco horas que ocupó en leer ante el Congreso, y ante el país, setenta y nueve hojas de recuento autocomplaciente y de anuncios de obras, proyectos de inversión y manipuleos ministeriales. La insólita duración del mensaje, por lo demás, solamente hace más notorias las clamorosas omisiones sobre todo aquello que está destruyendo a la democracia peruana, tema central y urgente para el cual la presidenta Boluarte no tuvo tiempo ni espacio.

El discurso, en efecto, no contuvo ni una sola palabra sobre la mayor deuda del gobierno, que es la referida al medio centenar de muertes producidas por su brutal respuesta a las manifestaciones del año 2022. Ni un pedido de perdón ni información alguna sobre determinación de responsabilidades; solo el silencio como respuesta a las víctimas y a la sociedad entera.

Y tampoco hubo ninguna referencia crítica a la manera como el Poder Legislativo está desmantelando la institucionalidad democrática del país, bloqueando la lucha contra la corrupción, dando leyes que favorecen a la criminalidad organizada y destruyendo todo intento de reforma que pudiera favorecer a la ciudadanía en materia de educación y otras. Todo lo contrario, la jefa de Estado elogió al Congreso como un soporte de la democracia, lo cual refrenda la alianza entre gobierno y Legislativo en un mismo proyecto autoritario. El Congreso aprueba leyes de ese signo y el Ejecutivo las promulga o espera en silencio que el propio Congreso las haga efectivas “por insistencia”. Hoy está en ese trance, entre varias, la ley que promueve la impunidad declarando la prescripción de crímenes de lesa humanidad, sobre la cual el Ministerio de Justicia ha dicho que es jurídicamente viable.

El mensaje de Fiestas Patrias fue abundante en anuncios y promesas que tendrán que ser evaluadas una por una con una mirada crítica. Pero en lo inmediato es importante recalcar lo dicho: más allá de detalles, cifras y proyectos, lo central del mensaje ha sido ese silencio de cinco horas sobre el tema crucial que es la obstinada demolición de la democracia en el Perú. 

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Fuente: Editorial del boletín semanal del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Idehpucp): https://idehpucp.pucp.edu.pe/boletin-eventos/editorial-mensaje-presidencial-el-cero-y-el-infinito/

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