Por Servindi 29 de setiembre, 2016.- Cajamarca es desde hace años un lugar inseguro para los comunicadores independientes, los defensores de derechos humanos y para quién ose enfrentar el poder corporativo que controla la región. La nueva agresión sufrida el martes 27 por César Estrada Chuquilín así lo confirma. "Otra vez estás aquí concha de tu madre" fueron las soeces palabras de un sujeto desconocido y vulgar —quién sabe al servicio de qué intereses— que de manera sorpresiva, cómo atacan los cobardes, propinó un duro golpe en la nariz al comunicador, para luego escabullirse raudamente. César Estrada, quién ha sido varias veces agredido físicamente y hasta con arma de fuego, había salido poco antes de una dependencia pública de Seguridad del Estado adonde acudió a presentar un documento relacionado a una citación recibida. Lo más grave del asunto es que la forma cómo actúa la policía de Cajamarca deja mucho que desear y confirma que se encuentra practicamente coludida y es cómplice de la situación de indefensión y vulnerabilidad del comunicador indígena. Estrada, junto a Máxima Acuña y otros ronderos, son beneficiarios de una medida cautelar de protección expedida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Por esta razón, el Estado peruano está en la obligación de disponer medidas especiales de protección para las personas a quienes la CIDH considera deben ser protegidas luego de verificar que existen condiciones que ponen en riesgo su vida e integridad. Sin embargo, no es la primera vez que la policía de Cajamarca rehusa siquiera registrar las denuncias que formula Estrada cada vez que es agredido. De otra manera no se explica que los efectivos que acudieron al llamado del comunicador hayan rehusado levantar un acta en el lugar de los hechos y lo hayan practicamente abandonado a su suerte para que vaya a sentar la denuncia en la Comisaría. Estrada, aún preso de los nervios y de la situación de inseguridad, debió tomar por sí solo un mototaxi que lo conduza a la delegación policial donde primero no quisieron recibir su denuncia con el argumento de que pida garantías. Luego, le dijeron que regrese a las 5 pm para que converse con el comisario. Tras mucha insistencia recién a las 8 de la noche le tomaron su manifestación y registraron la denuncia. El drama de César Estrada se prolongó luego de que se dispusiera que pase al médico legista pero que según el personal de seguridad esa noche no podría hacerse el examen médico por que no había médico legista disponible. La situación de Estrada no es para tomarse a la ligera. Hace pocos meses, en noviembre de 2015, dos sujetos a bordo de una motocicleta abrieron fuego contra él cuando se encontraba en una empresa de transportes en Cajamarca. En ese instante, la rápida reacción de las personas que lo acompañaban evitó que los agresores impactaran contra él. Sin embargo, los sujetos al ver que fallaron, se retiraron profiriéndole amenazas. ¿Hasta cuándo el Estado peruano continuará incumpliendo con brindar medidas especiales de protección para los beneficiarios de medidas cautelares? ¿Hasta cuándo las dependencias policiales, en particular las de Cajamarca, dejarán de actuar con desidia y desinterés cada vez que se denuncien agresiones? ¿Hasta cuando quienes se opongan a los intereses del poder corporativo que promueven megaproyectos cuestionados por la sociedad deben sufrir constantes agresiones y amenazas por matones y sicarios? Desde Servindi manifestamos ¡basta ya de agresiones cobardes contra César Estrada Chuquilín, comunicador indígena de la Red de Comunicadores Indígenas del Perú (REDCIP) y colaborador nuestro!. Servicios en Comunicación Intercultural Servindi --- Acceda a los siguientes documentos y referencias: - Denuncia policial de César Estrada Chuquilín (PDF, 4 páginas) - Reporte del informativo Diario Perú - Criminalizan a periodista por denunciar abusos de minera en Cajamarca
¡Basta ya de agresiones a comunicador indígena en Cajamarca!
Publicado: 29/09/2016
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