Por Jean Paul Benavides
IISEC, 22 de mayo, 2019.- La marcha indígena de las tierras bajas de 1992 marca un hito en la historia en Bolivia. Como resultado de esta marcha se han creado los Territorios Comunitarios de Origen (TCO, ahora TIOC, Territorios Indígenas-Originarios-Campesinos).
La historia de Bolivia es rica en movilizaciones sociales de este tipo: las movilizaciones de mineros, profesores, cocaleros han tenido una influencia política determinante. Las movilizaciones de los pueblos indígenas de tierras bajas contribuyen a esta historiografía política boliviana.
Una característica tanto o más importante de estas movilizaciones, a diferencia de las otras movilizaciones sociales, es su potencial medioambiental.
En efecto, el espacio de las TCO son claves desde el punto de la conservación ambiental, el desarrollo sostenible y deberían ser un capítulo importante, si no la base en la política boliviana sobre cambio climático y Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Las movilizaciones de los pueblos indígenas de las tierras bajas se han traducido en reformas a la Constitución Política del Estado (1994). En estas reformas se reconocen los derechos sociales “a sus tierras comunitarias de origen, garantizado el uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, a sus identidad, valores, lenguas, costumbre e instituciones (Art. 171, CPE. 1994).
Los TCO son los espacios en los cuales los pueblos y comunidades indígenas han tenido tradicionalmente acceso con su organización económica, social y cultural. Son inalienables, indivisibles, irreversibles, colectivas, inembargables e imprescriptibles (ley N°1715, INRA).
El reconocimiento territorial sin embargo no significa una gestión autónoma, ni propia de los recursos naturales, estos están sujetos a las leyes sectoriales (medio ambiente, forestal, hidrocarburos, minería, áreas Protegidas, régimen de acceso a recursos genéticos).
La nueva constitución Política del Estado del 2009, abre la posibilidad a una mayor autonomía mediante el derecho a la autodeterminación, y se crea el concepto de los territorios indígena originarios campesinos (TIOC), sobre la base de los TCO saneadas o en proceso de saneamiento.
Los TIOC obtendrán a la autonomía solo cuando estén saneadas y previa consulta a las comunidades titulares del territorio, y en caso de haberlos, se incluye a los terceros que habiten esos territorios.
Las 22 TCO demandadas y saneadas representan un poco más del 10% de la superficie del territorio boliviano considerando tanto demandas en las tierras altas como en las tierras bajas.
Las TCO en tierras bajas contienen el 55% de las tierras de producción forestal permanente. Así los Territorios indígenas son importantes en un contexto de cambio climático por su potencial de conservación de estos bosques bajo un manejo sostenible y además de su contribución a los objetivos del milenio de reducción de la pobreza y seguridad alimentaria.
Sin embargo, los Territorio Indígenas, los pueblos de tierras bajas en Bolivia no tienen las condiciones necesarias para realizar su potencial ambiental.
Una reciente publicación del IISEC-UCB (Wanderley et al. 2018) muestra que en comparación con las TI de Perú, Colombia, Ecuador, en Bolivia los TI presentan mayores niveles de deforestación.
Los TI en Brasil también muestran niveles bastantes bajos de deforestación con relación los bosques adyacentes y en comparación con los países andinos (RAISG 2015). ¿Qué está pasando con los pueblos indígenas en Bolivia?
Los datos que mostramos a continuación muestran otra faceta del mismo problema: la degradación forestal. Estos datos forestales han sido recopilados por el Centro de Estudios de Realidad Económica y Social (CERES)(1), en el marco de la red IFRI: corresponde a los bosques comunales de comunidades indígenas recopilados entre 2007 y el 2013. Se observa que dos de estas comunidades han tenido cambios muy importantes en el número de árboles como del área que ocupan los troncos (área basal).
Estos dos simples indicadores señalan una degradación de los bosques que estas comunidades utilizan para la caza, recolección de frutos, plantas y materiales de construcción.
Otras dos comunidades sin embargo no presentan cambios significativos en ambos indicadores al mismo tiempo.
(1) Los datos forestales como las observaciones de campo son parte de investigaciones del equipo CERES y que acompañado el proceso del TIM Ivirgarzama.
El documento inédito de Rosario león : Nosotros los Yuracarés de Ivirgarzama, relata de forma detallada las transformaciones del territorio Yuracaré del rio.
Analicemos más a detalle los dos casos que muestran los cambios más importantes. La Comunidad de San Isidro, compuesta esencialmente de indígenas Tacanas, aunque no se encuentran dentro de la TCO Tacana, y la comunidad TIM-Ivirgarzama, poblada por indígenas Yuracarés del rio Ivirgarzama.
San Isidro se encuentra a 10Km de San Buenaventura y a más o menos 3 km del ingenio azucarero del mismo nombre, sobre la carretera en dirección a Ixiamas, colinda al Noreste con la zona de amortiguamiento del Parque Madidi.
Es una pequeña comunidad que vive de agricultura de subsistencia, la producción de cacao, los recursos del bosque, caza, pesca y de la venta de mano de obra en la región.
La comunidad tiene un título colectivo de la tierra pero al interior hay parcelas individuales conservando un área comunal. Desde el 2013, con la instalación del ingenio azucarero, se les ha pedido convertir las parcelas individuales al mono cultivo de caña de azúcar.
El mayor problema de la comunidad para la conservación de su bosque comunal e individuales es la corta ilegal de madera. No logran hacer respetar los límites de su territorio y tiene poca o ninguna ayuda de las autoridades locales.
El territorio Multietnico del rio Ivirgarzama (TIM) se encuentra en el municipio Puerto Villarroel de la provincia Carrasco de Cochabamba, al noreste de la carretera entre Ivirgarzama y Puerto Villarroel, tiene en sus puertas uno de los poblados mas grandes de esta región, Ivirgarzama.
Al norte colinda con la TCO Yuqui, y el resto de su territorio está rodeado de sindicatos cocaleros. Los Yuracarés del TIM, instalados en un barrio del poblado de Ivirgarzama, practican la agricultura de subsistencia y han incursionado en otras actividades entre ellas la producción de coca.
El año 2008, con ayuda de la FAO, han elaborado un Plan General de Manejo Forestal (PGMF) como una forma de desarrollo y control de sus bosques. Sin embargo, en los hechos en los siguientes años han perdido el control del 50% de su territorio, espacio donde se encuentra el PGMF, debido a la ocupación de los sindicatos cocaleros.
Los Yuracarés tienen en curso dos procesos (uno en el INRA y otro en la ABT) en contra de los colonos, sin que hayan logrado recuperar sus tierras y acceso al plan de manejo. Así, el Consejo Yuracaré del rio Ivirgarzama está prácticamente imposibilitado de establecer una gobernanza sobre los recursos naturales de su territorio ya sea mediante la implementación de instrumentos como los PGMF u normas internas.
Al final los Yuracarés se encuentran con un bosque cada vez más degradado del que ya no pueden depender.
Para los pueblos aquí en cuestión el reconocimiento oficial de un territorio, el reconocimiento de derechos consagrados en la Constitución no ha cumplido con los objetivos previstos: permitir la reproducción de la cultura, identidad, sostenibilidad de sus recursos.
Este reconocimiento es sin duda un avance democrático a favor de las poblaciones más vulnerables y para el medio ambiente, como lo confirma una importante cantidad de literatura sobre el manejo de los comunes en todas partes del globo. Pero no es suficiente.
La falta de respeto de los derechos territoriales indígenas adquiridos por parte de poblaciones vecinas y de las instituciones del Estado boliviano está provocando la degradación de los bosques de los cuales dependen como fuente de sustento(1).
En el caso de San Isidro, la comunidad no tiene los medios suficientes para controlar la corta ilegal y tiene poco o nulo apoyo de las autoridades correspondientes.
En el caso de Yuracarés la correlación de fuerzas políticas hace impensable un apoyo a los Yuracarés en contra de los productores de coca.
Estos dos casos muestran el estado de indefensión de facto en el que se encuentran las TCOs.
En general, los territorios de los pueblos indígenas de tierras bajas coinciden con grandes riquezas y por ello mismo se encuentran bajo presiones igualmente grandes.
Los TI se sobreponen con Parques y Reservas Naturales que además de cumplir importantes servicios medioambientales (secuestro de carbono, provisión de agua), coinciden con espacios con alto grado de endemismo y biodiversidad que juegan un importante rol ecosistémico y deberían ser priorizados para su conservación.
Estos espacios contienen recursos valiosos (ej. madera, especies animales) sujetos a presiones del mercado, que se pueden traducir en un aprovechamiento depredador. Además, contienen otros recursos naturales no renovables que explican la sobreposición con concesiones mineras y de hidrocarburos.
Por su ubicación coinciden con las zonas interesantes para la implantación de proyectos hidroeléctricos cuya implementación afecta también porciones significativas de estos territorios.
Finalmente, los TIs en tanto que tierras también son ambición de la agricultura y ganadería a diferentes escalas.
Así, las presiones sobre los pueblos y territorios indígenas son tan grandes y diversas que la sola idea de resistencia de su parte parece destinada al fracaso. Más aún si las instituciones del gobierno no los protegen y al contrario, como lo muestran otros casos, son ellas mismas quienes desconocen sus derechos a favor de los intereses del Estado(2).
El Estado debería al contrario reforzar la gobernanza comunal de los recursos naturales en los TCOs (ahora TIOC) como los bosques, agua, biodiversidad, la tierra, como uno de los pilares fundamentales de la política de Estado hacia el medioambiente y la lucha contra la pobreza en vez de debilitar esta gestión.
Notas:
(1) Otros autores han elaborado análisis similares con relación a los Parques Naturales
Cómo invadir parques (*) 3 de marzo 2019, Siglo XXI Humberto Vacaflor Ganam. http://vacaflor.obolog.es/metodos-invadir-parques-nacionales-250770
octubre 15, 2018 https://www.eldeber.com.bo/bolivia/Ley-autoriza-la-explotacion-en-la-reserva-Tariquia--20180409-6472.html
(2) Podemos citar los casos de las represas de El Bala y Rositas, la construcción de la Carretera a través del TIPNIS, la explotación de hidrcarburos en la reseva de Tariquia, para citar casos recientes.
Referencias:
Léon, R. 2014. Nosotros, los Yuracarés de Ivirgarzama. manuscrito. Cochabamba
RAISG, 2015. Deforestación en la Amazonía (1970-2013). 48 págs. www.raisg.socioambiental.org
Wanderely et al. 2018. Hacia un desarrollo sostenible en la región andina. Bolivia, Colombia Ecuador y Perú. http://www.iisec.ucb.edu.bo/publicacion/hacia-el-desarrollo-sostenible-en-la-region-andina-bolivia-peru-ecuador-y-colombia
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