Por Cindy Cerrudo
MIRevista Cultural, 11 de marzo, 2018.- Es inevitable escuchar una canción en género blues sin sentir esa sensación inexplicable de conexión con la melodía, percepción de tanto sentimiento en el canto y ese estilo único en la voz que solo puede tener alguien que es parte de esa cultura.
Este género nació en las orillas del río Misisipi, lugar donde fueron repartidos esclavos africanos y testigo del crecimiento de grandes ciudades como de la extinción de pueblos. Tal vez por ello se afirma que esta ciudad norteamericana nació entre ritmos y lágrimas.
El blues es un canto de respuesta a una sociedad racista norteamericana culpable de haber mantenido en condiciones de esclavitud a la población afrodescendiente. Es un monólogo subjetivo y una forma de denunciar por medio del canto la condición en la que vivían y a lo que estaban sometidos los esclavos africanos en los campos agrícolas o en la penitenciaría.
El cantante blues crea un escenario dramático en el cual no solo canta sino expresa sus sentimientos, llora, se lamenta y hasta reniega de su situación.
El blues tuvo diferentes estilos, el primero inició en las orillas del río Misisipi, con el instrumento del bajo y luego la guitarra, los cuales le permitieron entonar las primeras canciones de dolor, lamento y esperanza por la libertad perdida. Cada canto expresaba los recuerdos de su patria, sus antepasados y sobre todo su libertad.
En este tiempo surgieron cantantes como Lemon Blind Jefferson, Blind Blake, Charlie Jackson, Huddie Leadbelly, Son House y Jhon Temple. Siendo ellos, que con fuerza y valor contaban en sus cantos mensajes de reivindicación con el fin de romper las cadenas de la opresión y la marginación impuestas por los traficantes europeos y racistas blancos.
Con el fin de la guerra civil y la abolición de la esclavitud, se dio la migración de millones de negros del campo a la ciudad en los EE.UU trasladándose a urbes como Chicago, Detroit y Nueva York, donde las líneas férreas y los trenes eran los lugares favoritos para los negros. Ya en las ciudades sus canciones poetizaban la marginación y la soledad en la que vivían.
En este período se introduce el piano en el blues, lo cual anima los inicios para muchos en este género como Leroy Carr, Tampa Red, Lonnie Johnson y Mamie Smith, quien fue la primera en grabar su disco en Chicago. A partir de este hecho el género musical se multiplicó aún más. Sus temas fueron difundidos a través de las ondas radiales, lo cual les permitió tener mayor alcance en la ciudad, llevándolos a cautivar distintos clubes y bares en Chicago. Ante la buena acogida, los músicos del blues continuaron presentándose sin perder el mensaje genuino basado en expresar la dura realidad del abandono, la pobreza y la soledad.
El blues se convirtió en un elemento importante de la cultura afroamericana popular en los Estados Unidos, llegando a la audiencia blanca a través de los arreglos de Handy y las interpretaciones de cantantes mujeres. El blues pasó de ser cantado en bares a una forma de entretenimiento en los teatros. Siendo en este período donde las compañías discográficas, como la American Record Corporaton, Okeh Records y Paramoun Record, comenzaron a grabar música afroamericana.
No cabe duda que la mejor forma de expresión es la música concebida como arte representativo de diferentes culturas. Tal es el caso del género “blues”, que fue parte de la historia de los esclavos africanos desde el tiempo que ellos se encontraban reprimidos hasta después de ser libres. Su influencia fue tan enorme que incluso jugó un rol importante en el desarrollo de otros géneros musicales como el Jazz, Rock and Roll y Pop.
Desde sus orígenes hasta la actualidad, el blues sirve de puente cultural que permite a los pueblos oprimidos transmitir sus emociones y parte de su historia al mundo.
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Fuente: MIRevista Cultural: http://culturamir.com/blues-expresion-de-sentimientos/
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