Por Raquel Palomino
29 de diciembre, 2018.- Ranulfo Amador Fuentes Rojas, compositor ayacuchano de la histórica canción “El Hombre”, nos narra y cuenta su vida desde su alma vallejiana, con una sencillez y agradecimiento hacia la gente que conmueve. El maestro nos dice “ojalá los días me duren más para seguir haciendo a favor del obrero, campesino, estudiante, de la mujer y del niño ayacuchano”. Ranulfo afirma también que desea “ser como el viento que recorre continentes” porque, desde África hasta Oceanía, la tierra es una sola.
Desde niño amé el arte mucho, mucho
Nací en Anco, La Mar, Ayacucho, el 30 de abril de 1943. En el tercer año de primaria me trasladé a Sachacaccay. Ahí una profesora me enseñó amar la poesía. Desde muy pequeño, recitaba y bailaba huaynos en la escuela, incluso vestido de mujercita. Amé el arte mucho, mucho.
A los nueve años, mi madre murió y dos años después perdí también a mi padre, en un accidente. No pude terminar la primaria y viajé a Lima. Un tío me recogió, don Puentes Quintanilla, era sargento. Me dio una educación muy férrea y decente. Era un amante de la lectura.
Viví en el Rímac, un barrio popular y criollo. Los domingos en el Coliseo me contagié de la emoción de músicos provincianos. Escuchaba a Jaime Guardia, Mama Paulina, Pastorita Huaracina, Orasmo Medina. Cuando terminé la primaria, a los 14 años, mi tío me puso a trabajar en una joyería, pero amaba tanto la poesía como la música que los sábados acudía a Radio Nacional donde había canto en vivo. También iba a La Cabaña donde cantaban los criollistas. Ahí escuché a los Embajadores Criollos, Los Chamas, Edith Bar, María Jesús Vásquez. Una fecha compuse una canción para mi madre, en género vals, a fin de concursar en Radio Belén, pero me eliminaron. Mi voz no era buena aunque mi composición gustó mucho.
Desde pequeños leí mucho a los clásicos de la literatura y poesía de Francia, Rusia, España y desde ese tiempo escribo poesía en quechua como en español, cuentos infantiles, canciones. Escribo porque me gusta la naturaleza y compartir la vivencia de la persona común y corriente.
En el 61 retorné a Huamanga para estudiar la secundaria. Gracias a mis lecturas pude estudiar y trabajar al mismo tiempo. Terminé la secundaria como el mejor alumno por mis lecturas. En el 69 ingresé a la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga para estudiar Lengua y Literatura.
He recorrido muchas comunidades, como docente viajé a Víctor Fajardo, fui regidor de cultura de la municipalidad, conviví con campesinos, con las labores comunales, agrícolas. Yo siempre digo que soy de cinco tierras, de mi tierra Anco, La Mar donde nací, de Huamanga donde residí, de Huancapi donde trabajé la primera vez, del Rímac que me acogió en mi niñez y de Barcelona donde enseñé el Runasimi. Este planeta es nuestro. Por eso “yo quiero ser como el viento y recorrer continentes” como dice mi composición. Desde África hasta la Oceanía porque el planeta es uno solo.
En las comunidades como en el Rímac sentí las humillaciones y el hambre
César Vallejo es el poeta que más admiro. Él siente y plasma el dolor humano. Lo siente, lo vive, sin pensar en lo material, es algo espiritual y humano. Lo entiendo porque nosotros lloramos, sentimos, rabiamos por la guerra, desigualdad, indiferencia, el hambre, las humillaciones, la esclavitud. Desde muy pequeño en las regiones, en los barrios más populares, desde el Rímac hasta las comunidades alto andinas, hemos sentido todo aquello. Mis temas son muy vallejianos. También, admiro al compositor de Barrios Altos, Federico Pinglo. Para mí, el mejor porque siente y vive sin esperar dinero. Cantó al canillita, al plebeyo, a la madre, al pueblo mismo. Como dice Mariátegui, ser escritor no es ser mercantilista. Nosotros solo esperamos el cariño y el aprecio de la gente.
“El hombre" es el canto de la dignidad humana
Mis temas son muchos. Los más acogidos los empezaron a cantar los hermanos Raúl y Nery García, pero la composición cumbre es “El Hombre” porque plasma la desigualdad. Es el canto de la dignidad humana. No tiene fronteras. La cantan los religiosos, los militares, los obreros. Hice esta composición porque vivo, siento, lloro y rabio por la situación que vivimos.
* Ranulfo canta (video)
Tanta mafia, corrupción y guerras por el dinero. No, el hombre no solo vive del dinero, el hombre vive de la libertad y la justicia. Es un tema dedicado a los hermanos de sangre, del barrio, la escuela. Lo escribí con motivo de la desaparición de muchos amigos, hermanos míos del pueblo de Ayacucho. Se lo dediqué a los maestros de la huelga del 79.
Lo que más se debe valorar es el legado que se deja a los jóvenes
Yo me siento bastante agradecido, fui reconocido por el magisterio, universidades, la Municipalidad de Huamanga, el Ministerio de Cultura, pero mucho pergamino, mucha medalla para qué. Una persona lo que más valora es el legado que le deja a las generaciones, no obras por dinero manoseado. Un legado que sea el respetar y tener dignidad.
Ojalá que los días me duren más
Me siento orgulloso de ser cristobalino, la segunda universidad de América, que nos forjó en esa enseñanza científica, humana y sana. Agradezco que me haya otorgado la mención de doctor honoris causa. Pero no lo merezco porque todo lo que hice es pequeño aún. Ojalá que los días me duren más para seguir haciendo a favor de los niños, madres, mujeres, campesinos, obreros, estudiantes de Ayacucho, a quienes a su vez estoy muy agradecido.
*Ranulfo video: frase: “Ojalá que los días me duren más para seguir haciendo a favor de los niños, madres, mujeres, campesinos, obreros, estudiantes de Ayacucho, a quienes a su vez estoy muy agradecido”.
Imágenes y vídeo: Despacho de la congresista Tania Pariona
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