Mientras el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski muestra dudas respecto a la construcción de un Tren Interoceánico que cruce Sudamérica entre Perú y Brasil, Bolivia impulsa la realización del Corredor Ferroviario Bioceánico que incluya a su territorio en el trazado. ¿Tendrá luz verde una obra de tal envergadura?
Por José Carlos Díaz Zanelli
Servindi, 29 de setiembre, 2016.- En los últimos años, el Perú inició un diálogo con los gobiernos de China y Brasil para llevar a cabo de manera conjunta, uno de los proyectos de infraestructura comercial más grandes del continente: el Tren Interoceánico, destinado a transportar productos importados y exportados por el país asiático. Uno de los mayores retos era, sin duda alguna, establecer la rentabilidad y viabilidad de una línea férrea que atravesará todo Sudamérica.
Hace unos días, a propósito de su gira por Asia y su reunión con el primer ministro chino, Li Keqiang, el mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski reabrió el debate sobre la pertinencia del Tren Interoceánico. “Tengo algunas preguntas sobre este tren (…) Lo primero, su costo, que es altísimo, y en segundo lugar si hay carga de regreso (de Perú a Brasil), porque cualquier sistema de transporte debe tener cargas en los dos sentidos”, dijo el jefe de Estado.
Pocos días después, el ex viceministro de Economía, Enzo Defelippi, respaldó la postura de Kuczynski al señalar que el Tren Interoceánico no sería rentable en tanto que le costaría al Estado peruano US$ 30 mil millones, lo mismo que las seis líneas de metro que se espera construir en Lima. Todo hace indicar, que de parte del actual gobierno peruano, existe poca voluntad por invertir en un proyecto que –detalle no menor– aún no recibe el visto bueno ambiental para surcar la Amazonía.
El tren bioceánico
A todo esto, un proyecto paralelo viene sonando fuerte entre los países sudamericanos. Se trata del Corredor Ferroviario Bioceánico, que implica a los países de Perú, Bolivia y Brasil. Esta iniciativa nace, principalmente, por una inquietud boliviana luego de que en 2014 el ex mandatario Ollanta Humala asegurara que dicho país quedaría fuera de un eventual Tren Interoceánico.
El objetivo sería el mismo: transportar productos vinculados al comercio chino desde las costas de Brasil hasta el sur de Perú (Ilo). Como parte de sus esfuerzos por la realización de este proyecto, Bolivia gestionó la participación de un equipo técnico proveniente de Alemania que a mediados de octubre sostendrá una reunión con autoridades peruanas para exponer el megaproyecto y, de algún modo, convencer a Perú de embarcarse en la obra.
Las dudas en el gobierno peruano respecto a la rentabilidad de realizar un proyecto de esta envergadura se mantienen. Con relación al impacto ambiental que podría significar una ferrovía atravesando el continente, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera ha asegurado que con el trazado que incluye a su país no hay riesgo de afectación. De momento, todo se encuentra en maquetas y en los próximos meses se deberá tomar una decisión.
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