"Un niño manchado de petróleo" uno de los finalistas del premio Gabo 2018

Los limpiadores sacan el petróleo del río en baldes y lo juntan en barriles. Chiriaco, Perú, febrero de 2016. (Foto: Omar Lucas) Los limpiadores sacan el petróleo del río en baldes y lo juntan en barriles. Chiriaco, Perú, febrero de 2016. (Foto: Omar Lucas)

Por Lourdes García U.

Servindi, 27 de setiembre, 2018.- "Un niño manchado de petróleo" es uno de los trabajos peridísticos finalistas del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo​ 2018, donde relata cómo un niño de la comunidad awajún trata de limpiar el derrame de petróleo en un río de Bagua.

La crónica finalista en la categoría Texto del Premio Gabo 2018, fue escrita y publicada por el periodista y editor peruano Joseph Zárate en la revista española 5W.

La historia cuenta sobre cómo una comunidad awajún intenta limpiar el río que los abastecía y el bosque amazónico donde vivían en Nazareth, tras el derrame de 500 mil litros de petróleo del oleoducto norperuano.

Esta, fue una de las peores catástrofes ambientales que sucedió en Perú en enero de 2016, semanas después de que 186 países miembros de las Naciones Unidas, aprobaran un acuerdo para proteger el planeta del cambio climático.

Los nativos amazónicos, entre los que se encontraban más de 50 niños, intentaron sacar con baldes el combustible que contaminaba las aguas donde nadaban y pescaban, luego de que Petroperú contratara a varios adultos de la aldea para limpiar la fuga.

 

Un camion cisterna lleno de petróleo que fue recuperado del derrame, listo para ser trasladado a la refinería de Talara, en la costa norte de Perú. (Foto: Omar Lucas)

Trabajadores, en su mayoria de la etnia awajún, miran la zona del derrame en Chiriaco, Perú, febrero de 2016. (Foto: Omar Lucas)

 

Fue así como algunos comuneros vieron la oportunidad de mejorar la vida de sus familias manchando sus manos con 'oro negro'. El texto comienza así:

¿Qué es más mortal: la selva o el petróleo? En un zona donde siete de cada diez familias son pobres y donde mujeres y niños enferman por la desnutrición, hubo quienes vieron en un derrame de petróleo en la selva una oportunidad para mejorar sus vidas.

Si Dios pudiera concederle un deseo, Osman Cuñachí, niño awajún, le pediría un smartphone. O una pelota de fútbol. O cambiar sus chancletas de plástico por unas zapatillas fosforescentes. Aunque, si lo piensa mejor, pediría más bien una bonita casa de cemento y ladrillo como las que una vez vio en Lima, más resistentes a las tormentas que las cabañas de madera y techo de hojas que abundan en Nazareth. Por eso Osman, miembro de la etnia más numerosa de la selva norte del Perú, quiere mudarse a la capital para estudiar Arquitectura, tener una esposa y un solo hijo, pues sabe que criar tres o cuatro o cinco, como es habitual en su aldea, supone pasar hambre y necesidad. Eso le ha dicho papá, un profesor jubilado que alimenta cinco bocas con su pensión mensual de 400 soles (105 euros): ni la mitad de un sueldo mínimo. El viejo prefiere que Osman sea ingeniero químico para que sepa todo sobre el petróleo y así le vaya mejor que a él. Porque desde que una enorme tubería rota derramó unos 500.000 litros de este combustible aquí, en este pedazo de bosque húmedo y montañoso de Amazonas, la región más empobrecida del país, algunos adultos dicen que un mes limpiando el petróleo del río paga siete veces más que un mes cultivando la tierra. Aunque ahora teman quedar envenenados.
 

Bolsas llenas de hojas y tierra muerta a causa del derrame almacenadas cerca del río Chiriaco. (Foto: Omar Lucas)

Descripción del trabajo

Un mes limpiando el petróleo del río paga siete veces más que un mes cultivando la tierra

En una entrevista para la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, Joseph Zárate comentó que, lo que realmente quería era revelar lo que había detrás de los hechos, cuál era el verdadero impacto que iba más allá de lo ambiental, el impacto cultural, social e incluso el impacto emocional de la gente de la comunidad. 

Zárate deseaba que su texto pueda generar empatía y emoción en el lector, para ello, uno de los principales retos en su trabajo peridístico fue la producción de datos e información recopilada. Pero, el reto más grande de todos fue encontrar el punto de vista adecuado con un enfoque fuera de lo convencional.

Por esa razón, Zárate entrevistó aproximadamente a 63 nativos que participaron de la limpieza del derrame de petróleo, sin embargo el objetivo de su viaje era recoger la historia desde los labios del pequeño Omar Cuñachí.

"En un zona donde siete de cada diez familias son pobres y donde mujeres y niños enferman por la desnutrición, hubo quienes vieron en los derrames una oportunidad para mejorar sus vidas. Aunque después temieron quedar envenenados", agregó.

"Esta historia recoge las voces de los afectados y explora las secuelas físicas y emocionales que dejó el desastre. Y sobre todo, reflexiona sobre aquello que somos capaces de hacer –como individuos, como sociedad– en nombre de aquello que llamamos 'progreso' ", recalcó el periodista.
 

Los hermanos Cuñachí —Osman, Omar y Segundo— trabajaron para Petroperú recogiendo crudo sin ninguna protección. Chiriaco, Perú, febrero de 2016. (Foto: Omar Lucas)

Sobre el Premio y Festival Gabo

Este concurso es convocado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con el fin de incentivar la búsqueda de la excelencia, la innovación, el rigor en el tratamiento de los hechos y la coherencia ética en el periodismo.

El Premio está inspirado en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez por esa razón, los trabajos seleccionados cumplen con las características fundamentales de innovación, creatividad y liderazgo.

Los tres finalistas del Premio Gabo en la categoría Texto: Joseph Zárate, Carlos Martínez (La revolución de las ovejas) y Erick Lezama Aranguren (Son presos políticos, nosotros también), conversarán con Julio Villanueva Chan, jurado de tercera ronda del Premio, sobre cómo elaboraron sus trabajos.

Participando del programa en la Maratón de las mejores historias de Iberoamérica junto a los otros nueve finalistas seleccionados en las categorías de Imagen, Cobertura e Innovación; que se realizará el miércoles 3 de octubre en Medellín, Colombia.

Cabe resaltar que cada finalista recibirá 6 millones de pesos colombianos y un diploma por su destacada participación. Los ganadores, por su parte, recibirán 33 millones de pesos colombianos, un diploma que los acredita como ganadores y un ejemplar de la obra Gabriel, del artista colombiano Antonio Caro.

Los ganadores se darán a conocer el jueves 4 de octubre, en la ceremonia de premiación durante el Festival Gabo; dicho evento será transmitido en directo por www.festivalgabo.com y por la página de Facebook Festival Gabo.

Puedes leer el trabajo completo de "Un niño manchado de petrólero" en el siguiente enlace: https://www.revista5w.com/who/un-nino-manchado-petroleo

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