Minería y narcotráfico acorralan áreas protegidas

Minería ilegal en Perú amenaza áreas protegidas_Andina Minería ilegal en Perú amenaza áreas protegidas_Andina

Actividades ilícitas en la Amazonía de Colombia y Perú amenazan 30 áreas protegidas equivalentes a más de 51 mil hectáreas dentro de ellas y a sus alrededores.

Servindi, 25 de julio, 2024.- La minería ilegal y el narcotráfico amenazan el 57% de áreas protegidas en la Amazonía peruana y el 62,5% de las de Colombia, revela una investigación de Mongabay Latam.

Ambas actividades ilícitas ocupan al menos 51 396 hectáreas dentro y alrededor de los parques y reservas, un área que casi equivale a la extensión de la ciudad de Cali o más de 50 veces el distrito limeño de Miraflores.

En Perú, los mineros amedrentan con armas a los indígenas y funcionarios que protegen el bosque, mientras que en Colombia hay grupos armados ilegales en 35 de los 39 municipios donde hay parques y reservas nacionales.

Mongabay Latam pudo conocer estas cifras mediante la construcción de una base de datos con información del Proyecto Mapbiomas para analizar el impacto de la minería y cultivos ilegales en las áreas protegidas amazónicas.

¿Qué sucede en Perú?

En Perú, la minería ilegal arrasó hasta el 2022 con los bosques de la Reserva Nacional Tambopata, el Parque Nacional Bahuaja Sonene, las Reservas Comunales El Sira y Amarakaeri, y la Reserva Nacional Alpahuayo Mishana.

En la comunidad de Nueva Austria cerca de la Reserva Comunal El Sira, sus habitantes resisten los embates y amenazas del narcotráfico y la minería ilegal en las golpeadas regiones de Ucayali, Huánuco y Pasco en Perú.

El exjefe de la Dirección Regional de Energía y Minas (DREM) de Huánuco, José Mendoza, le dijo a Mongabay Latam que la minería crece en Tahuantinsuyo y que las máquinas están destruyendo esa zona de la reserva.

Las intimidaciones se repiten en la Reserva Nacional Tambopata en Madre de Dios donde hace tres meses, Victorio Dariquebe Gerawairey, líder indígena harakbut, fue asesinado.

César Ipenza, abogado especializado en materia ambiental en Perú, explica que el aumento de la minería obedece a múltiples causas como: la pandemia del Covid-19, los vínculos entre las mafias y la política.

En el Congreso hay sectores, integrados por congresistas como Eduardo Salhuana, que han formulado varias propuestas de ley que afectarían directamente la lucha contra la minería ilegal.

Narcotráfico en Perú 

Los sembríos de coca han tomado 8068 hectáreas dentro y alrededor de 14 reservas y parques amazónicos como el Parque Nacional Bahuaja Sonene, en Madre de Dios y Puno; la Reserva El Sira, entre Ucayali, Huánuco y Pasco, y el Bosque San Matías en Pasco.

La situación se agrava si se analiza el problema alrededor como el parque Bahuaja Sonene, seguido del parque Cordillera Azul, el Bosque de protección San Matías y la Reserva Comunal Huimeki.

¿Qué sucede en Colombia?

En Colombia, la devastación se puede observar a gran escala en los límites de la Reserva Nacional Puinawai y el Parque Nacional Natural Río Puré.

El procurador ambiental de Colombia, Gustavo Guerrero, explica que es preocupante la conexión entre el narcotráfico, la expansión de la minería ilegal y el acaparamiento de tierras asociado a la ganadería.

La minería ilegal de oro, el coltán y la ganadería, señala el procurador, son factores de deforestación preocupantes que han ganado terreno en la actualidad.

El caso de Colombia también es preocupante. La deforestación por minería ilegal dentro de las áreas protegidas pasó de 0.7 hectáreas (2003) a 106 hectáreas (2022).

El análisis satelital muestra que cuatro parques nacionales en Colombia están rodeados por la minería como la Serranías de los Churumbelos – Auka Wasi, Yaigojé Apaporis, La Paya y Río Puré.

Narcotráfico en Colombia

En el caso de Colombia, siete áreas protegidas están inundadas por 10 227 hectáreas de cultivos ilegales se trata del Parque La Paya, Reserva Nukak y el Parque Sierra de la Macarena.

Las mediciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) indica que la presencia de cultivos de coca dentro las áreas protegidas de la Amazonía colombiana es la más alta de los últimos cinco años.

Si vemos la situación en las afueras de las áreas protegidas, llaman la atención los casos de La Paya, Alto Fragua – Indi Wasi, la Serranía de los Churumbelos – Auka Wasi y la reserva Nukak.

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