Foto: Raphael Pouget / UNICEF.
La conexión entre energía limpia, desarrollo socioeconómico y cuidado del ambiente es esencial para abordar los problemas que afectan a las comunidades vulnerables en todo el mundo.
Por Gabriela Camacho Saenz
Servindi, 25 de enero, 2024.- La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 26 de enero como Día Internacional de la Energía Limpia, fecha que coincide con el aniversario de la fundación de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
En preocupación por la aceleración de la transición energética global basada en energías renovables, el director general de IRENA reconoce la importancia de mejorar el bienestar humano e impulsar un cambio urgente.
Se busca impulsar también un acceso a la energía limpia, reducir las desigualdades y mejorar la seguridad, economías y apostar por sociedades prósperas y resilientes.
Naciones Unidas reconoce la importancia de la inclusión a los actores tradicionales y no tradicionales relacionados al día, con el fin de mostrar sus contribuciones a sistemas energéticos modernos y al alcance.
Situación actual
La importancia de la energía limpia es fundamental para reducir las emisiones y mitigar los efectos del cambio climático. Esta forma de energía abarca recursos renovables como la solar, eólica y geotérmica.
Es esencial expandir la infraestructura y mejorar la tecnología para garantizar la provisión de energía limpia, contribuyendo así al crecimiento económico y al cuidado del ambiente.
En línea con las metas de limitar el calentamiento global a 1,5 °C, la ONU destaca la necesidad urgente de aumentar el uso de energías renovables y limpias para el año 2030.
Es así que la ONU tomó la decisión de abordar las cuestiones energéticas a nivel mundial para hacer que el cambio hacia fuentes renovables sea justo y beneficie a todos.
Este es un llamado a nivel mundial para tomar medidas concretas en la transición hacia un sistema energético más limpio y sostenible. y aborde el cambio climático.
¿Sabías que...?
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Transición energética
La energía limpia no solo ayuda a reducir las emisiones, sino que también puede llevar electricidad a comunidades que carecen de acceso a fuentes de energía confiables.
En la actualidad, 675 millones de personas viven en completa oscuridad, siendo 4 de cada 5 de ellas residentes en el África subsahariana.
La conexión entre energía limpia, desarrollo socioeconómico y cuidado del ambiente es esencial para abordar los problemas que afectan a las comunidades vulnerables en todo el mundo.
Por ejemplo, en lugares sin acceso a energía limpia, la falta de seguridad energética dificulta la educación, la atención médica y las oportunidades económicas.
Muchas de estas regiones en desarrollo aún dependen considerablemente de combustibles fósiles contaminantes para sus necesidades diarias, contribuyendo a que la pobreza persista.
Si ello continúa, se estima que en 2030 una de cada cuatro personas seguirá utilizando sistemas de cocina inseguros, insalubres e ineficientes, como la quema de leña o estiércol.
Si bien los combustibles fósiles siguen siendo importantes en la producción de energía, las fuentes de energía como el sol y el viento contribuyen a casi el 29% de la generación de electricidad.
Además, en muchos países, las fuentes renovables son mucho más rentables y generan tres veces más puestos de trabajo. Mientras que los precios de las tecnologías de la energía renovable disminuyen rápidamente.
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