Reforma agraria y agua: dos temas de actualidad

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Servindi, 25 de octubre, 2016.- Evolución de la agricultura, antes y después de la reforma agraria; y diversos temas relacionados al agro peruano se publican en la edición N° 182 de la Revista Agraria (LRA), disponible para su descarga en la internet.

Otro tema importante de la publicación es: Cuarenta años después ¿Era necesaria una reforma agraria? escrito por Fernando Eguren, director de LRA, que nos habla de la deuda agraria, de la memoria, y del por qué se hizo la reforma agraria.

A continuación, reproducimos la editorial de la publicación bimestral escrita por el director del Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES) Fernando Eguren:

Editorial: Reforma agraria y agua: dos temas de actualidad

Este editorial aborda dos puntos: la actualidad de la reforma agraria y las limitaciones del programa Agua Limpia para Todos, que será ejecutado por el actual gobierno.

La reforma agraria y su actualidad

Hace pocas semanas, La República publicó dos artículos sobre la reforma agraria —escritos por Nelson Manrique, historiador, profesor de la Universidad Católica y colaborador regular de ese diario—, que desataron una corta pero intensa polémica. Manrique sostenía —en esencia— que la reforma agraria ejecutada por el gobierno del general Velasco Alvarado en la primera mitad de la década de 1970 no produjo un desastre productivo, como sostienen sus críticos; más bien, antes de la reforma había una crisis agraria y, por tanto, aquella no dañó ese sector económico (los detractores de la reforma opinan lo contrario: que el agro atravesaba una buena situación y la reforma fue desastrosa). Manrique, además, va más allá de lo económico al afirmar que esa crisis manifestaba el agotamiento de un orden social que era necesario cambiar para la modernización del país.

El hecho es que la reforma agraria continúa siendo un tema polémico por, al menos, cuatro razones. En primer lugar, porque los reclamos del pago de la deuda agraria originada en la expropiación de las haciendas han cobrado nuevos bríos. En segundo lugar, porque aún hay procesos judiciales —no muchos, es cierto— de expropietarios que tienen la esperanza de que sus tierras les sean devueltas. En tercer lugar, porque los neolatifundistas y sus defensores tratan de curarse en salud, demonizando la reforma agraria y toda iniciativa que pretenda regular el tamaño de la propiedad. Finalmente, porque la ideología liberal no puede admitir restricciones al derecho a la propiedad privada (de los capitalistas, se entiende).

Esta edición de LRA pretende contribuir a esta discusión con tres artículos. El primero («¿Era necesaria una reforma agraria?») muestra cómo, desde mediados de la década de 1950, las posiciones de la centroderecha estaban a favor de la reforma agraria con argumentos que no diferirían mucho de los que pudiese sostener hoy el Frente Amplio. En un segundo artículo, un detenido análisis económico contribuye a esclarecer cuál era la situación de la agricultura como sector económico antes de la reforma y sus efectos posteriores («Evolución de la agricultura, antes y después de la reforma agraria»). Y en un tercer artículo, los impactos sociales en el largo plazo son analizados a partir de un caso, el de la comunidad campesina de Catacaos, en la costa del departamento de Piura («Cooperativismo, comunidades y minifundio: el Bajo Piura, cuarenta años después de la reforma agraria»).

Esta edición se completa con una útil revisión de la información sobre la pequeña agricultura («La revalorización del campesino»), un análisis de las propuestas para superar los conflictos por el agua entre los departamentos de Ica y Huancavelica («Por una solución armoniosa del problema del agua en Ica y Huancavelica»), y una llamada de atención ante la paradoja de un país que, por un lado, tiene abundancia de agua y, al mismo tiempo, graves problemas de acceso («Más participación de los usuarios para la gobernanza del agua»).

Este último tema es abordado a continuación.

Agua limpia para todos

«Alcanzar en el 2021 coberturas universales de los servicios de agua potable y saneamiento en los ámbitos urbano y rural con el programa integral Agua Limpia».

Esta es una de las promesas más importantes del plan de gobierno de PPK, pues en esencia beneficia a los sectores sociales marginados, que son precisamente los que no acceden a ese servicio básico (situación en la que se encuentran ocho millones de personas, según dicho plan).

Sin embargo, una importante carencia del plan de gobierno es que este tema no esté contextualizado con una visión más amplia del complejo problema del agua. Un buen caso que ilustra la necesidad de un marco contextual lo da el valle de Ica: una parte fundamental de su población urbana y rural tiene problemas de acceso al agua, pues la agricultura de exportación ha explotado hasta casi el colapso las aguas del subsuelo. Los «dueños del agua» son las empresas agroexportadoras.

La política de inversión de los gobiernos en grandes irrigaciones, desde Fujimori, ha ido creando una «oligarquía» del agua: los neolatifundios agroexportadores no solo son dueños de extensas superficies, sino también —en la práctica— del agua que requieren para hacerlas producir. En esos neolatifundios se han invertido USD 6500 millones(1) en los últimos años, y el plan de gobierno de PPK propone continuar con esta política (ver su Lineamiento Estratégico 3, acápite 3.2, en el que se propone continuar con el programa de ampliación de la frontera agrícola con grandes proyectos de riego, sobre todo en la costa), la cual implica, además, el recurso a una agricultura que hace uso intensivo de insumos industriales (abonos sintéticos, pesticidas) que contribuyen a la contaminación del agua y, por tanto, a su no consumo humano sin previo tratamiento. Más grave aún es la contaminación de los ríos por la industria de hidrocarburos, pues las poblaciones aledañas no suelen tener alternativas de aguas de mejor calidad.

Estas realidades no pueden ni deben aislarse de la oferta gubernamental de «agua limpia para todos».

Fernando Eguren, Director de La Revista Agraria - CEPES.

Nota:

(1) ANA. «Gestionando los recursos hídricos». Revista Agua y +, editada por la Autoridad Nacional del Agua. N.° 5, abril de 2016; Lorenzo Eguren (2014). Estimación de los subsidios en los principales proyectos de irrigación en la costa peruana. CEPES/Oxfam. También las empresas mineras son «acaparadoras de agua», término utilizado por Milagros Sosa y Margreet Zwarteveen (2012) en el estudio: «Exploring the politics of water grabbing: The case of large mining operations in the peruvian Andes». En Water Alternatives 5(2): 360-375. <http://bit.ly/2dBtVyE>.

Acceda a la revista completa haciendo clic en el siguiente enlace:

- La Revista Agraria edición Nº 182 (español, PDF, 24 páginas)

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Comentarios (1)
Jorge Jijon Elizalde (no verificado) Mar, 29/11/2016 - 15:25
Ambos recursos naturales pierden su sostenibilidad al romper el ciclo de la naturaleza, lo que acrecienta el efecto del cambio climático, las leyes a generar para su cuidado deben de ser severas. Sdos Cordiales
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