Servindi, 20 de noviembre, 2023.- Luego de más de 10 años de evidenciarse la contaminación en la provincia cusqueña de Espinar, un organismo estatal confirmó que esta se origina en la actividad mineras de Antapaccay, operada por la suiza Glencore.
A pesar de la persistente negación de responsabilidad por parte de Glencore, informes oficiales del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), ofrecen nueva evidencia.
Así lo reporta el informe «Glencore en el Perú: el caso de Antapaccay y un análisis del cumplimiento de los estándares internacionales en materia de debida diligencia en derechos humanos».
El documento elaborado por CooperAcción y Oxfam expone nueva evidencia generada por OEFA en 2022 y 2023 y será presentado el martes 21 de noviembre, a las 11:00 a.m., en el hotel José Antonio, ubicado en la Av. 28 de Julio 398, Miraflores.
Denuncias infructuosas
Desde hace más de una década, los pobladores de las zonas circundantes a Antapaccay han padecido los estragos de la contaminación.
El documento a ser presentado al público evidencia los riesgos significativos para la salud de las personas de 13 comunidades adyacentes, quienes se encuentran expuestas a niveles alarmantes de metales pesados, incluido el mercurio.
Los estudios del OEFA analizaron el aire, agua, la flora y fauna e incluso a los animales domésticos en las 38 localidades de la provincia de Espinar, así como los efluentes de la zona de beneficio.
Dos informes del OEFA sobre la calidad del aire confirman que las emisiones de material particulado PM10, provenientes de las actividades de la mina, superan repetidamente los estándares de calidad ambiental permitidos.
Las zonas afectadas son la comunidad originaria de Alto Huarca, así como parte de la comunidad de Alto Aira Ccollana y la zona de Propietarios privados Huinipampa en la zona Katahuitaña.
Los informes respaldan la conclusión de una clara conexión entre las operaciones de Antapaccay y la contaminación del aire en las localidades circundantes.
También destaca la grave afectación a la flora y fauna local y alerta de concentraciones alarmantes de metales pesados en el pasto andino y el tejido vegetal.
La presencia de elementos contaminantes en la flora y fauna de áreas cercanas a las operaciones mineras, indican además un impacto significativo en la cadena alimentaria.
A ello se agrega que los animales domésticos muestran claros signos de afectación, con incrementos en la salinidad del suelo y concentraciones que superan los límites tolerables en su alimentación, revela el estudio de la OEFA.
Historia repetida
La unidad minera de Antapaccay, originalmente ubicada en Tintaya, expandió sus operaciones hacia la zona de Antapaccay en 2012. Ahora, un nuevo proceso de expansión está en marcha, esta vez hacia la región denominada Coroccohuayco.
Con esta ampliación el proyecto abarcaría más de 200 km2, que plantea serias inquietudes sobre el respeto a los derechos de las comunidades indígenas quechua y k’ana.
A pesar de la magnitud del proyecto, las negociaciones para la adquisición de tierras parecen estar incumpliendo los principios de debida diligencia y transparencia, alerta el informe de CooperAcción y Oxfam.
El informe identificó que la empresa proporciona información contradictoria y dificulta la capacidad de las comunidades para negociar de manera informada.
La empresa no ha abordado de manera adecuada el posible reasentamiento de al menos una comunidad, Pacopata, debido a la expansión.
Acceda al resumen en español del informe con un clic en el siguiente enlace:https://cooperaccion.org.pe/wp-content/uploads/2023/11/Resumen-espanol-Glencore-Antapaccay-WEB.pdf |
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