La biodiversidad y los defensores del Área de Conservación Privada Chaparrí están en constante peligro por los invasores y los traficantes de tierras. En diálogo con Servindi, Javier Ruiz Rodríguez, vocero del Frente de Defensa Salvemos Chaparrí, manifestó su profunda preocupación por el conflicto que azota a la reserva ecológica.
Por Meylinn Castro
Servindi, 19 de marzo, 2018.- Hace 18 años nació la primera Área de Conservación Privada (ACP) de Perú: Chaparrí. Esta reserva ecológica –ubicada entre Lambayeque y Cajamarca- posee más de 34 mil hectáreas. Su vasta extensión conserva bosques secos tropicales y animales en peligro de extinción, como el oso de anteojos y la pava aliblanca.
Toda esta riqueza natural se encuentra en un grave peligro por los traficantes de tierras. Estos no solo han degradado la biodiversidad de Chaparrí con incendios forestales provocados, también atentaron contra la vida de sus defensores. Diversos pobladores de la zona señalan que la familia Cruzado Carranza estaría detrás de estos crímenes.
Las amenazas de muerte y hostigamientos hacia las autoridades locales y los comuneros oscilan desde hace varios años. Sin embargo, la denuncia efectuada por el presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez, recién logró que se otorgaran garantías para el resguardo de sus vidas. ¿Esto es suficiente para los defensores?
En diálogo con Servindi, Javier Ruiz Gutiérrez, integrante y vocero del Frente de Defensa Salvemos Chaparrí, expresó que aún se siente desprotegido. “Tengo garantías como otras 24 personas. Sin embargo, aún nos consideramos en bastante riesgo (…) Mientras no haya una seguridad efectiva, el panorama va a ser siempre de incertidumbre”, manifestó.
La sensación de inseguridad no es gratuita pues, según cuenta Ruiz Gutiérrez, los Cruzado Carranza continúan intimidando a los defensores del área natural. “Los sospechosos siguen estando libres. Se desplazan y se ubican tranquilamente, alquilando o comprando tierras, al lado de los defensores”, aseguró para Servindi.
El resurgimiento de las Rondas Campesinas
Una de las acciones para enfrentar la situación actual de la reserva natural es la reactivación de las Rondas Campesinas. Recientemente, el ministro del Interior, Vicente Romero Fernández, participó en la ceremonia de juramentación de los dirigentes y juntas directivas de 14 rondas de Chaparrí.
“Basta de abusos en Chaparrí. A partir de ahora la Policía Nacional trabajará muy de cerca con ustedes ronderos para preservar la seguridad de la zona…Me comprometo a que Chaparrí sea un caso emblemático de ello”, indicó.
Durante la ceremonia se develó una placa recordatoria en homenaje a José Napoleón Tarrillo Astonitas, ex teniente gobernador del caserío El Mirador. Como se recuerda, el dirigente fue asesinado a fines de 2017. Tarrillo Astonitas luchaba contra los invasores de tierras e impulsaba el trabajo de las Rondas Campesinas.
“La organización de las rondas se ha retomado con el apoyo del Ministerio del Interior (Miniter). Era la labor que venía desarrollando Napoleón (…) [las rondas campesinas] lograron controlar a los cazadores y a la gente que talaba los bosques. Esto se está recuperando”, agregó el vocero de Salvemos Chaparrí.
¿Por qué salvar Chaparrí?
Al ser la primera ACP, Chaparrí es considerada como un modelo de conservación. Gracias al ejemplo del fotógrafo Heinz Plenge y la participación de la comunidad campesina Muchik Santa Catalina de Chongoyape, actualmente, existen 122 áreas protegidas bajo esta modalidad.
Chaparrí es la segunda ACP más grande después de Los Chilchos, ubicada en Amazonas. Su creación consiguió restablecer el hábitat de algunos animales en peligro de extinción, reafirmando su objetivo de preservar y proteger su biodiversidad.
En su área se desarrollan proyectos de ecoturismo. La comunidad campesina gestiona el turismo de manera sostenible como actividad principal. Si la riqueza natural que atesora Chaparrí llega a desaparecer, la región lambayecana se vería muy afectada.
“Lambayeque tiene 64 mil hectáreas como área natural protegida. Chaparrí representa el 53 por ciento. Es decir, más de la mitad del territorio conservado. Si se pierde Chaparrí, Lambayeque perderá uno de sus pulmones”, alertó el defensor Javier Ruiz.
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