Servindi, 13 de junio, 2016.- El 31 de julio la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) podría perder al 40 por ciento de su personal debido a una grave crisis de financiamiento. El impacto sería durísimo para más de 1000 millones de personas que se encuentran bajo su jurisdicción. ¿Cómo puede impactar la crisis los derechos humanos en la región? Para responder esta pregunta el organismo acaba de compartir una serie de imágenes que explican bien el problema.
En un comunicado difundido en mayo, la CIDH anunció que no solo perderían al 40 por ciento de su personal, también se dejarían de realizar los Períodos de Sesiones 159 y 160, programados originalmente para los meses de julio y octubre del año en curso.
El presupuesto anual de la CIDH es de 9 millones de dólares; no obstante, desde hace varios años que no se llega a cubrir ni la mitad de esta cantidad.
El presupuesto de la CIDH es la suma de un fondo regular que otorga la Organización de Estados Americanos (OEA) —6 por ciento de su presupuesto anual— y los aportes voluntarios de los Estados miembros, observadores, organizaciones, universidades y otros. Los únicos que han dado fondos en 2016 han sido Argentina, Estados Unidos, Perú y Uruguay. El total un poco más de 2,5 millones de dólares, de los cuales EE.UU. aportó más del 90 por ciento.
Aportes voluntarios de países miembros a la CIDH. Como se aprecia en el gráfico, países como Bolivia, Brasil, entre otros, no han realizado ningún aporte en los últimos seis años. Cabe precisar que la suspensión de las sesiones 159 y 160 tendría un impacto directo en la capacidad de la Comisión de avanzar en el procesamiento de las denuncias de violaciones a los derechos humanos hechas en varios países.
Comparativa entre lo que se destina a la Corte Penal Internacional —tribunal de justicia internacional permanente cuya misión es juzgar a las personas acusadas de cometer crímenes de genocidio, de guerra, de agresión y de lesa humanidad— y lo que se destina a la CIDH. La diferencia es abismal.
Comparativa con Europa. Presupuestos para la promoción y protección de los derechos humanos. Mientras que en Europa se destina más de 100 millones de euros (113 millones de dólares) a la promoción y protección de los derechos humanos, en América lo destinado a este fin es de apenas 5 millones de dólares.
El enorme papel que ha desempeñado la organización con sede en Washington a favor de los derechos de los pueblos indígenas es más que destacable. De no contar con financiamiento, una diversidad de pueblos originarios en la regíon se vería seriamente amenazada.
Muchos Estados de la región destinan recursos financieros a sus Instituciones Nacionales de Protección y Promoción de los Derechos Humanos. Sin embargo, esa misma voluntad no se ve para el caso de la CIDH.
El sistema más pobre del mundo. Comparativa con Europa, África y otras partes del mundo.
Según ha anunciado el presidente de la Comisión, James Cavallaro, si el organismo no recibe fondos con urgencia, a partir de agosto tendrá que despedir al 40 por ciento de su personal, o a 30 de las 78 personas que emplea. No obstante, las consecuencias van mucho más allá. Los aportes de la CIDH a la defensa de los derechos humanos en la región es incalculable.
Un primer paso para alertar sobre su situación es difundir en diversos espacios sobre esta crisis. Puede acceder a más información haciendo clic en el siguiente enlace:
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