Cogoteo parlamentario: Congreso insiste en bicameralidad a todo costo

Detrás del jaloneo de Maricarmen Alva contra una de sus colegas se escondía un nuevo intento desesperado del Congreso por aprobar el retorno a la bicameralidad. No les funcionó está vez, pero todo apunta a que lo volverán a intentar.

Servindi, 12 de junio, 2023.- La imagen que expuso el momento en que la congresista Maricarmen Alva ejerce presión entre jaloneos e insultos sobre su colega Francis Paredes marcó una jornada frustrante para el Parlamento.

Detrás de esa escena lo que se escondía fue un intento desesperado de la mayoría congresal por aprobar el retorno a la bicameralidad sin la necesidad de consultar a la ciudadanía vía referéndum.

El voto en contra de Paredes evitó que el Congreso alcance los 87 votos necesarios para ello. Sin embargo, el Congreso aprobó una nueva reconsideración que les habilita la posibilidad de volver a votar el tema.

La propuesta

El proyecto del retorno de bicameralidad en marcha fue presentado por el congresista fujimorista Hernando Guerra García y busca principalmente que el próximo Legislativo cuente con dos cámaras: una de Senadores y otra de Diputados.

La de Senadores tendría 60 integrantes y a ella podrían postular los actuales congresistas, mientras que la de Diputados estaría conformada por 130 miembros, como actualmente se compone el parlamento unicameral.

Aunque el retorno a la bicameralidad es la principal propuesta del proyecto, entre las modificaciones a los 50 artículos de la Constitución Política que plantea esta iniciativa se esconden otros cambios no menores.

Entre ellos, anular la facultad del Ejecutivo de disolver el Congreso eliminando el voto de investidura y otorgar casi 400 millones más de presupuesto al Congreso para 2024, elevándolo a un total de 1 300 millones de soles.

Hernando Guerra García, el mismo congresista fujimorista que fue "ampayado" sesionando virtualmente en el Congreso desde la playa, es el mismo que lidera intento de imponer retorno a la bicameralidad.

Asimismo, otorgarle al Congreso la facultad de derecho de gracia, un recurso que solo puede ser usado por el Presidente para sacar a personas de la cárcel “por exceso de carcelería”.

Para aprobar la propuesta, que implica la reforma de 50 artículos de la Constitución —la cuarta parte de la Carta Magna— el Congreso tiene dos caminos, según el artículo N.° 206 de la Constitución.

Uno es aprobarlo en dos legislaturas ordinarias sucesivas con el voto a favor de dos tercios del número legal de congresistas (87 votos); y el otro aprobarlo con mayoría absoluta (la mitad más uno de los congresistas) en una sola legislatura que debe ser ratificada mediante referéndum.

Como la segundo opción implica consultar la aprobación de la reforma con la ciudadanía, que en 2018 ya rechazó mayoritariamente en un referéndum el retorno a la bicameralidad, los legisladores buscan a como dé lugar seguir el primer camino.

Proyecto desaprobado

Su último intento por aprobar el retorno a la bicameralidad fue en julio de 2020. No consiguieron los 87 votos, pero sí mayoría absoluta, por lo que se hizo necesario llevar la propuesta a referéndum.

Fue entonces cuando el Congreso aprobó una reconsideración para que se invalide el paso a referéndum y la propuesta sea nuevamente votada. Tuvieron que pasar 11 meses para esa reconsideración sea vista por el Pleno, el pasado jueves 8 de junio

Ese día, sin que el tema esté en agenda, el congresista Guerra García, presidente de la Comisión de Constitución, logró que la reconsideración pendiente de 2022 sea votada en el Pleno.

La decisión sorprendió a muchos parlamentarios que ni siquiera alcanzaron a leer lo que iban a votar porque el texto del dictamen recién fue subido a la web del Congreso después de las 5 p. m.

Fue en ese contexto que surgieron las pugnas para intentar aprobar el proyecto al caballazo, registrándose la escena que luego terminó marcando a modo de resumen gráfico la jornada en el Parlamento.

La escena muestra a una desesperada congresista María del Carmen Alva (Acción Popular) intentando convencer a su colega Francis Paredes (Bloque Magisterial) para votar a favor del proyecto.

Hasta ese momento, el Pleno había logrado 86 votos a favor del proyecto del retorno a la bicameralidad. Con el voto de Paredes, hubiera sido suficiente para que el tema pase a una segunda legislatura y no sea sometido a referéndum.

Paredes, sin embargo, votó en contra. Esto obligaba entonces a someter el proyecto a consultar popular, donde claramente sería rechazado por la misma población que desaprueba al Congreso mayoritariamente (90%).

Fue así que el legislador fujimorista Guerra García presentó una nueva reconsideración al proyecto, que fue aprobado con 87 votos a favor, 29 en contra y 2 abstenciones por el Pleno, dejando abierta la posibilidad nuevamente de votar y aprobar el cuestionado proyecto en una nueva oportunidad.

Maricarmen Alva y su premiación

Como se decía, la imagen de esta frustrada jornada parlamentaria fue Maricarmen Alva, congresista recordada por sus constantes desatinos cuando fue presidenta del Congreso, al inicio del gobierno de Pedro Castillo.

Tales desatinos podrían dividirse en dos: su manifiesto rechazo a la asunción de mando de un presidente proveniente del campo; y sus actitudes prepotentes con sus propios colegas parlamentarios.

Respecto a lo primero, el primer impase de Alva como presidenta del Congreso se remonta al momento en que Castillo intentó extenderle la mano a la salida de una reunión protocolar en el Parlamento, y ella se negó con cierto desdén.

En diciembre de 2021, se reveló que Alva había pedido a diputados españoles emitir un pronunciamiento señalando que el Perú había sido capturado por el comunismo y que Castillo era una presidente sin legitimidad.

Y en 2022, volvió a protagonizar otro incidente cuestionable cuando se reunió en secreto con otros parlamentarios en un hotel de Miraflores con el fin de afinar la estrategia para vacar a Castillo.

Además, en junio de ese mismo año, un audio difundido por “Hildebrandt en sus trece” confirmó sus intenciones de convocar a un adelanto de elecciones solo para la Presidencia, mas no para el Congreso, con el fin de hacerse así con el máximo cargo del Estado peruano.

Dos momentos icónicos de Maricarmen Alva. Arriba despreciando el saludo del presidente Pedro Castillo y debajo, jaloneando a congresista Isabel Cortez.

En cuanto a lo segundo —sus actitudes— es recordado que, en agosto de 2022, protagonizó un incidente al jalonear en medio del Congreso a la congresista Isabel Cortez.

Cortez llegó al Parlamento siendo el rostro de los trabajadores del Perú por su activismo sindical desde el gremio de trabajadores dedicados al recojo de los residuos sólidos en la capital Lima.

Ha tenido que pasar menos de un año para que Alva vuelva a protagonizar un incidente similar, de jaloneos e insultos productos de la prepotencia, y de los cuales no se arrepiente en absoluto.

Pese a estas actitudes reprochables, Alva será condecorada por el presidente del congreso con la Medalla en el Grado de Gran Cruz, este miércoles 14 de junio.

Dicha medalla es un galardón que se entrega a “los más destacados parlamentarios, los más altos jefes de las Fuerzas Armadas y las más altas personalidades ciudadanas” por sus destacables acciones.

En esta ceremonia, además, se develará el retrato de Alva por haber sido presidenta del Congreso, objeto que le ha costado al Congreso 9 mil soles, según reveló el medio La Encerrona.

Alva está listísima para recibir la condecoración y develar su retrato. Ha invitado a 230 personas, sin contar congresistas, entre los cuales estarán Rómulo León, Martha Chávez y el presidente del BCR, Julio Velarde.

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