Informe médico revela intoxicación con cuatro metales pesados de niños y niñas de la zona central del país y pone en alerta la situación de los pasivos ambientales. Los afectados exigen el establecimiento de un centro de salud especializado.
Por Meylinn Castro
Servindi, 9 de noviembre, 2017.- Intoxicación con metales pesados. Un reciente informe médico reveló la presencia de niveles altos de cadmio, plomo, mercurio y arsénico en el organismo de niños y niñas menores de 15 años de Cerro de Pasco y La Oroya.
Para el análisis de los metales pesados se realizaron dosajes con exámenes de orina, sangre y cabello a 24 menores. Quince de ellos pertenecientes al centro poblado Quiulacocha, ubicado en Cerro de Pasco, y nueve de la ciudad La Oroya Nueva y Vieja, en Junín.
De acuerdo con el informe “Atención médica en Salud en ambientes asociados a minería y metalurgia a menores residentes en Cerro de Pasco y La Oroya, y situación de pasivos ambientales de San Mateo”, se superó el límite permisible de arsénico, mercurio y cadmio en orina y plomo en sangre, establecido por el Ministerio de Salud (Minsa).
“En el caso de la orina, 8 de 9 niños de La Oroya y 10 de 15 niños de Cerro de Pasco superaron el estándar de medición para arsénico de acuerdo con el Minsa (…) 3 niños de La Oroya y 9 de Cerro de Pasco superaron el estándar de mercurio (…) Mientras tanto, 4 niños en cadmio”, se lee en la publicación difundida por Red Muqui.
Fernando Osores, médico ambientalista y autor del informe, señaló que estos resultados son muestra fidedigna de intoxicación crónica. “Estos niños están expuestos a riesgos innecesarios y criminales de exposición a cuatro metales que el Organismo Mundial de Salud (OMS) ha señalado que son cancerígenos y destructores del sistema nervioso”, enfatizó.
Y es que, dentro de las principales afectaciones de estos metales se encuentra el daño al sistema nervioso, los abortos espontáneos, el cáncer al pulmón, próstata, hígado, riñón y vesícula. Esto según a la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS).
Peligro por pasivos ambientales
El informe mencionado también alerta sobre el peligro de los depósitos de relaves mineros ubicados en Cerro de Pasco y La Oroya, zonas donde los niños y niñas fueron detectados con intoxicación de cuatro metales pesados peligrosos para su salud.
“En Cerro de Pasco se encuentran los depósitos Quiulacocha con 115 hectáreas y 78 millones de toneladas de depósito. El desmonte Excelsior con 94 hectáreas y 50 millones de toneladas (…) En La Oroya se encuentran los depósitos de trióxido de arsénico de Vado que contiene 115, 000.00 toneladas”, reza el texto.
Lima en alerta. La publicación también detalla la situación de los pasivos en San Mateo, ubicado en Huarochirí, Lima. Además del relave Tamboraque, se identificaron otros pasivos como el relave Chinchán, Tablachaca y Antuquito. El deslizamiento de estos podría afectar a la población debido a su alto nivel de contaminación.
“Tamboraque contiene 690, 000 toneladas métricas de residuo y Chinchán, unos tres millones de toneladas producidos por la planta concentradora Casapalca. También están los depósitos de relaves de Antuquito, Casapalca y el de Yauliliaco que contiene 3.3 millones de toneladas métricas”.
Principales demandas
Durante la presentación del informe, realizado la semana pasada, se dio lugar a los testimonios de dos representantes de las comunidades afectadas. Ambos participantes manifestaron su preocupación sobre esta situación. Asimismo, exigieron la implementación de un nosocomio especializado en intoxicación.
“No tenemos un centro de salud propio ni profesionales especializados. Solo tenemos médicos generales y pediatras”, expresó Rosa Amaro, integrante del Moviento por la Salud de La Oroya (MOSAO).
La representante aseveró que a raíz de pronunciarse sobre las demandas ambientales de su comunidad está siendo víctima de hostigamiento. “Nosotros estamos viviendo bajo amenazas de matarnos y quemarnos nuestras casas por hablar de contaminación”, remarcó.
Del mismo modo, Genaro Aguilar, representante de la comunidad campesina San Antonio y miembro de la Plataforma por la Defensa y Promoción del Medio Ambiente en la cuenca alta del río Rímac, expresó que lo único que quieren es “vivir con salud y en un ambiente sano”.
Usted puede leer y descargar el resumen del informe aquí.
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