A miles de kilómetros del Cusco, en Inglaterra se ha generado una polémica por la llegada de un buque con gas de Camisea. La sociedad civil cuestiona la afectación de ese yacimiento a los pueblos indígenas del Perú y a la Amazonía.
Por José Carlos Díaz Zanelli
Servindi, 9 de marzo, 2017.- El pasado fin de semana, una noticia concerniente al Perú llamó la atención en Europa. Se trató del desembarco de un buque de nombre Gallina a las costas de Inglaterra con gas proveniente de la reserva de Camisea. Este hecho ha generado controversia en el país europeo debido a los impactos que genera la extracción del gas en la Amazonía.
Una vez ocurrido el desembarco, una serie de organizaciones civiles cuestionaron el hecho de que se transportara gas a lo largo de 10 mil kilómetros en lugar de aprovechar sus propios yacimientos. A eso se suma la preocupación que existe en Inglaterra por la manera cómo Camisea afectó (y afecta) a las poblaciones indígenas y en aislamiento.
Sin ninguna inmunidad a enfermedades foráneas muchos Nahua murieron y casi la mitad de la tribu fue diezmada, expresó en un comunicado la ONG británica Survival International.
Así que, pese a ser una realidad lejana a su país, las organizaciones civiles británicas cuestionan el origen del gas de Camisea por su impacto negativo sobre los habitantes de la Reserva Nahua-Nanti. A esto se agrega la preocupación por la proximidad del yacimiento a Machu Picchu, pues se encuentra a tan solo 100 kilómetros.
Silencio de la empresa exportadora
La controversia ha llegado a tal punto en Inglaterra que la empresa responsable del transporte del gas, la transnacional Shell se ha negado a manifestarse al respecto. Así lo dieron a conocer los medios británicos BBC e International Business Times.
La ONG Survival International citó un informe del grupo de trabajo South Peru Panel que analiza anualmente el impacto del yacimiento de Camisea sobre la Amazonía y sus poblaciones aledañas.
(Los pueblos indígenas) no sólo no se han beneficiado sino que su situación en términos de salud, nutrición y educación podría haber empeorado, señaló el último informe de dicho grupo de trabajo.
La polémica se ha instalado al norte de Europa, donde existe una preocupación en términos éticos y ambientales por la manera como se obtuvo el gas de Camisea. En su último comunicado a la opinión pública, Survival International manifestó su preocupación por la situación de los pueblos Nanti, Nahua, Machiguenga y Mascho-Piro.
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