Los organismos de la ONU alertan de la necesidad urgente de aumentar la ayuda humanitaria para salvar vidas
FAO, 8 de diciembre, 2018.- Hasta 20 millones de personas padecen inseguridad alimentaria en Yemen, la peor crisis humanitaria del mundo. 15,9 millones de personas pasan hambre, según el último informe de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), hecho público hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otros socios humanitarios.
“Lo que la CIF nos revela es alarmante”, aseguró Lise Grande, Coordinadora Humanitaria para Yemen. “Ahora mismo, 65 000 personas a duras penas pueden sobrevivir y al menos un cuarto de millón de personas se en frentan a un año desolador. Cualquier cambio en sus circunstancias, incluyendo cualquier tipo de interrupción en su capacidad de acceder a los alimentos de manera regular, los pondrá al borde de la muerte”.
El conflicto sigue siendo la causa principal de la inseguridad alimentaria. La pérdida de medios de subsistencia e ingresos y el aumento del precio de los productos básicos son también factores que contribuyen a reducir la capacidad de las familias para comprar alimentos.
Las fluctuaciones impredecibles en los tipos de cambio y las restricciones al crédito han afectado a las importaciones. El colapso de los servicios públicos y las redes de seguridad social y la erosión de los mecanismos de supervivencia, han hecho más vulnerables a la crisis a millones de yemeníes.
“El apoyo a la agricultura y a los medios de vida es un componente crítico de la respuesta humanitaria en Yemen. Antes de la escalada de la violencia, el 73% de la población dependía de la agricultura y la pesca para sostener sus medios de vida. FAO no solo trabaja para permitir que las familias produzcan alimentos para ellos mismos y para sus comunidades cuando hay disrupciones en los mercados, sino también para salvaguardar, proteger y restaurar el sector agrícola en Yemen. Por ejemplo, se ha vacunado a más de un millón de animales y se les ha tratado para evitar pestes y enfermedades. Sin embargo, hacen falta más fondos para apoyar a millones de agricultores familiares en el país”, afirmó el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.
“En una guerra que libran los adultos, son los niños del país los que sufren en primer lugar, y los que más padecen”, señaló la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. “Miles de niños yemeníes –añadió- podrían morir de malnutrición severa si las condiciones, incluyendo el conflicto y la crisis económica, no mejoran pronto. Las partes en conflicto deben elegir si poner fin a la lucha y salvar vidas, o seguir combatiendo, y hacer que mueran más niños”.
“Con el apoyo de la comunidad internacional, el PMA está alimentando a casi ocho millones de personas al mes. Si no fuera por ello, dos tercios de la población de Yemen se enfrentarían a niveles terribles de hambre e inanición”, afirmó por su parte el Director Ejecutivo del PMA, David Beasley.
“Este informe es una señal de alarma –dijo- que indica que el hambre está aumentando y necesitamos un aumento masivo de las ayudas y acceso permanente a todas las zonas en Yemen para salvar a millones de yemeníes. Si no lo hacemos, perderemos toda una generación de niños por culpa del hambre y la inanición”.
Tasas elevadas de malnutrición infantil
El nivel de malnutrición aguda entre los niños sigue siendo alto. En todo el país, 1,8 millones de niños padecen malnutrición aguda, incluidos casi 400 000 que la sufren en su forma más severa. Los niños con malnutrición aguda grave tienen once veces más riesgo de morir si no son tratados a tiempo que un niño sano de la misma edad. Los elevados niveles de malnutrición se ven agravados por la falta de alimentos, las prácticas inadecuadas de alimentación infantil en el hogar, un funcionamiento que dista de ser óptimo del sistema sanitario, hídrico y de saneamiento, los brotes de enfermedades y el deterioro de la economía.
Las subidas de precios ponen los alimentos fuera de alcance
A pesar de que los mercados están abiertos, el acceso económico a los alimentos sigue siendo motivo de gran preocupación. Una gran proporción de la población -incluso en las zonas más estables-, no puede acceder a productos alimentarios básicos porque los precios de los alimentos han aumentado en un 150 por ciento en comparación con los niveles anteriores a la crisis. Los precios del combustible -incluido el gas para cocinar-, también se han disparado.
El sector agrícola se ha visto también muy afectado por el conflicto y la producción de alimentos se ha desplomado. Incluso en este contexto de crisis prolongada, la agricultura sigue siendo el principal medio de vida de tres cuartos de la población.
Es su única fuente de ingresos y es fundamental para permitirles acceder a los alimentos en los mercados. La agricultura y los medios de vida rurales son, por lo tanto, parte integral de la respuesta humanitaria para apoyar la producción local de alimentos, proteger los medios de vida y mejorar la seguridad alimentaria.
Incluso antes del conflicto, Yemen era ya propenso a la inseguridad alimentaria crónica debido a su dependencia de las importaciones para cubrir más del 75 por ciento de sus necesidades alimentarias nacionales, mientras que el 80 por ciento de los yemeníes vivía por debajo del umbral de la pobreza.
Respuesta humanitaria
Yemen es escenario de la mayor operación de ayuda humanitaria. A medida que la situación de la seguridad alimentaria se deteriora, el PMA está aumentando rápidamente sus operaciones para llegar a 12 millones de personas cada mes con la ayuda alimentaria y nutricional que necesitan de forma desesperada.
Entre ellos hay unos 3 millones de mujeres y niños que necesitan apoyo especial para tratar y prevenir la malnutrición.
La FAO está asistiendo a más de 5 millones de personas para proteger sus medios de vida mediante el suministro de semillas de cultivos y hortalizas, artes de pesca, material para la producción avícola, vacunas y tratamientos para el ganado, y apoyo en dinero en efectivo a cambio de trabajo para rehabilitar las infraestructuras agrícolas.
En todo Yemen, UNICEF ha acelerado la implementación de programas especializados en instalaciones sanitarias existentes para prevenir y tratar la malnutrición aguda severa en niños. Aquí se incluye la capacitación del personal y suministrar a las instalaciones equipo esencial, alimentos especializados para niños con malnutrición grave y medicamentos. En lo que va del 2018, casi 230 000 niños han sido tratados por malnutrición aguda severa.
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