La posición de Estados Unidos sobre Israel ha determinado que su política exterior sea diseñada en favor de los intereses israelíes, inclusive violando las resoluciones que ha emitido la Organización de Naciones Unidas
8 de diciembre, 2017.- El apoyo a Israel puede verse en la política exterior estadounidense, proclive a la política israelí en los diálogos para buscar la paz en la región y en las consideraciones que se hacen sobre los puntos más delicado del conflicto.
El apoyo a Israel ha sido permanente en la política exterior de Estados Unidos (EE.UU.), el veto estadounidense contra las resoluciones de Naciones Unidas que cuestionan la política israelí hacia los palestinos ha sido total.
Los territorios palestinos invadidos en 1967 no son considerados como territorios ocupados sino como territorios en disputa, las colonias judías en zona palestina no son consideradas ilegales tal como las definió la Organización de Naciones Unidas, sino como un mero “obstáculo” en los diálogos de paz.
Inclusive en los Acuerdos de Oslo de 1993, la posición de EE.UU. siempre fue a favor de los intereses israelíes.
La explicación de por qué motivo EE.UU. toma partido en el conflicto, tiene respuesta en la revisión de los intereses que tienen en Medio Oriente y en la influencia del poderoso lobby pro-israelí, el American Israel Public Affairs Committee (AIPAC).
A través de su poder financiero, el AIPAC ha ejercido presiones en el Congreso de Estados Unidos para sancionar leyes que apoyen las políticas de Israel en detrimento de los derechos humanos de los palestinos, y la inversión de miles de millones de dólares en ayuda militar para Israel.
Estados Unidos ha mantenido, a lo largo del conflicto israelí-palestino, una hostilidad histórica a los intereses y derechos fundamentales del pueblo palestino.
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