Así lo expone un informe de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) y Odevida publicado este 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Servindi, 8 de marzo, 2023.- Mientras los grupos antiderechos contrarios a la igualdad de género consolidan avances, las mujeres enfrentan serias restricciones para el ejercicio y goce de sus derechos.
Así lo expone un reciente informe de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) y el Observatorio para la defensa de la vida (Odevida) publicado este 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer.
El documento titulado “Impactos en el contexto de la movilización ciudadana 2022-2023: profundizando desigualdades de género” también expone otras series de impactos en este marco.
Entre ellos, que en la sociedad peruana coexisten múltiples desigualdades históricas, que incluyen el patriarcado con sus desigualdades de género e intersecciones.
Así como que ni la democracia ni el mundo laboral serían posibles sin el subsidio del trabajo doméstico no remunerado que realizan las mujeres por la asignación del patriarcado y modelo capitalista.
También se observa que las mujeres no suelen denunciar la violencia sexual de inmediato, por lo que es necesario respetar y atender sus necesidades y tiempo para concretar ello.
Además de que las fuerzas de seguridad no actúan en base a protocolos que responden a una ciudadanía diferenciada, sino desde el androcentrismo del ciudadano neutro.
“Bajo esta perspectiva, las mujeres son privadas de un conjunto de derechos”, sostiene el documento que cuestiona al poder económico que necesita de esta violencia para sostenerse.
Por último, recalcan que la crisis de derechos humanos genera una reducción de la agenda de derechos, donde lo acumulado y avanzado con anterioridad se reduce a la defensa de la vida y las libertades civiles y políticas.
Recomendaciones
Frente a ello, recomiendan diseñar sistemas integrales de cuidado que tengan como horizonte la universalización en el acceso y en la calidad de los servicios, basados en corresponsabilidad social y de género.
Así como crear conciencia respecto a la contribución valiosa de las defensoras de derechos humanos para la realización de los derechos de las mujeres en su diversidad y el sostenimiento de la democracia.
Además, recuerdan al Parlamento que las iniciativas que propongan deben respetar los estándares internacionales de derechos humanos. “Solo existe la progresividad, la regresividad es denunciable”, acotan.
El documento incluye también la sugerencia de que los organismos internacionales deben pronunciarse reconociendo que en el Perú no hay democracia pues “ha sido herida de muerte”.
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