Bancos otorgan más de USD 150 mil millones a empresas deforestadoras

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Si los bancos siguen financiando a este tipo de empresas, los bosques seguirán agonizando. En los últimos diez años, la deforestación tropical se ha duplicado. Solo en el 2019 destruyó 11.9 millones de hectáreas bosques tropicales. Este crimen ambiental está directamente asociado a la pérdida del hábitat de vida silvestre, así como el surgimiento de enfermedades zoonóticas como la COVID-19.

Servindi, 4 de setiembre, 2020.- A pesar de los compromisos del sector financiero con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París, su ambición por el dinero provoca desastres climáticos y de salud pública irremediables.

Los bancos mundiales en los últimos cinco años canalizaron USD 154 mil millones en préstamos para la elaboración y comercialización de productos que impulsan la deforestación de bosques en Brasil, sudeste de Asia y África central y occidental, según el reporte de Coalición Forests & Finance.

El crédito a estos productos que incentivan la deforestación aumentó en un 40 % desde la firma del Acuerdo de París en el 2015. Para abril de 2020, los bancos tenían USD 37 mil millones en bonos y acciones de estas empresas que atentan contra la naturaleza.

Según la investigación, el Banco do Brasil es el mayor acreedor. Desde el 2016 ha proporcionado USD 30 mil millones a operaciones de materias primas de riesgo forestal.

Casi todo el dinero que entregó el Banco de Brasil fue otorgado a empresas que operan en el país y se dedican a la producción de carne de res, soja, papel y aceite de palma.

Foto: Segundo Enfoque

Los otros principales acreedores son el banco brasileño Bradesco, con USD 7500 millones, el banco holandés Rabobank, con USD 6300 millones, el estadounidense JPMorgan Chase, con USD 5800 millones, y el banco japonés Mizuho Financial, con USD 5500 millones.

Solo 15 bancos representan el 60 % del dinero entregado en los últimos cinco años a empresas que incitan la deforestación. Ocho de estos bancos son signatarios de los Principios de Banca Responsable de las Naciones Unidas.

Si los bancos siguen financiando a este tipo de empresas, los bosques seguirán agonizando. En los últimos diez años, la deforestación tropical se ha duplicado. El 2020 se perfila como el año con el mayor número de incendios forestales tropicales.

La investigación revela los flujos financieros, entre enero de 2013 a abril de 2020, de más de las 300 mayores empresas cuyas operaciones afectan los bosques de Brasil, sudeste de Asia y África central y occidental.   

Este informe se realizó gracias al trabajo de Coalición Forests & Finance, que es integrada por Rainforest Action Network, TuK INDONESIA, Profundo, Reporter Brasil, Amazon Watch y BankTrack.

Las organizaciones a través de este destape buscan lograr mejores políticas en el sector financiero, para así evitar que los bancos apoyen a empresas que atentan contra la integridad de los bosques y de los pueblos indígenas.

Emergencia forestal

Solo en el 2019, la deforestación tropical alcanzó 11.9 millones de hectáreas. Este crimen ambiental está directamente asociado a la pérdida del hábitat de vida silvestre, así como el surgimiento de enfermedades zoonóticas como la COVID-19, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Los incendios forestales ocurren, porque muchas empresas emplean el fuego como un recurso económico para despejar la tierra para la elaboración de sus productos. El financiamiento de los bancos es fundamental para expansión y operaciones de estas industrias que son responsables de la deforestación.

Foto: Greenpeace

“Los bancos e inversores mundiales financian a las grandes agroindustrias, pese a que son conscientes que estos alimentan los incendios”, alertó Merel van der Mark, coordinador de Coalición Forests & Finance.

La investigación de Coalición Forests & Finance determina que, los bancos de Brasil, China, Indonesia, Malasia, Estados Unidos y Japón son los que han realizado mayores flujos de financiación.

Este destape demuestra que no existe regulaciones y políticas empresariales en el sector financiero que respete las prioridades ambientales y sociales.

“Se necesitan reformas urgentes que obliguen a los bancos a implementar criterios crediticios más estrictos y que abran el sector financiero a un mayor escrutinio y monitoreo público”, advirtió Edi Sutrisno de TuK-INDONESIA.

Por su parte, Christian Poirier, director de Amazon Watch, denunció que, los incendios de la Amazonía brasileña han alcanzado su nivel más alto en diez años, con un aumento del 77 % en los territorios indígenas.

Estas cifras son el resultado de la deforestación causada por las empresas. Los bancos se han convertido en los cómplices de este desastre ambiental y social.

Para leer la investigación completa debes ingresar en el siguiente enlace:

 

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