CNA, 4 de febrero, 2016.- Perú, con 20 tratados comerciales firmados, 4 por entrar en vigencia y 4 en negociación, acaba de entregar la soberanía del país al suscribir el TPP; poniendo en riesgo el derecho a la alimentación, la pequeña agricultura, la biodiversidad, los territorios de sus pueblos, la salud de su gente y la libertad de muchos.
Las 6000 páginas del Acuerdo Transpacífico de Asociación Comercial, expresadas en 29 capítulos, sobre 20 temas de negociación; han podido ser vistas de a poco por gente y organizaciones interesadas en saber qué pasa a sus espaldas. Es mérito de ellas y ellos lo que hasta ahora se ha podido lograr con las movilizaciones.
La Confederación Nacional Agraria (CNA) comparte las principales reflexiones e información vertidas ayer en el evento “TPP y sus implicancias en la agricultura y pueblos indígenas del Perú", donde participaron líderes campesinos, colectivos y especialistas para ahondar en la lectura de este nuevo acuerdo multilateral que el país acaba de firmar con 12 economías del mundo.
Una mirada a las resistencias anteriores
Deolinda Carrizo, lideresa campesina del norte de Argentina y parte de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo – Vía Campesina, recordó la respuesta exitosa que pudo dar hace 10 años el movimiento social contra el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA), uno de los primeros intentos de EEUU por someter las economías del continente a su conveniencia.
Para ese entonces, el movimiento campesino internacional ya venía construyendo lo que es ahora la Soberanía Alimentaria, el derecho de los pueblos por decidir cómo, dónde y cuándo producir sus alimentos.
Organizados en el Foro Social Mundial del año 2003, bajo una campaña en defensa de las semillas para calificarlas como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad, “el movimiento ha podido encaminar diversas resistencias al lobby de las transnacionales que buscaban usar a nuestras semillas como mera mercancía antes que reconocer que somos los pueblos los que las conservamos y multiplicamos”, explicó.
Luego del ALCA, vinieron los Tratados de Libre Comercio que firmaron países como Chile, Colombia y Perú, empero de la resistencia que el movimiento social organizado pudo hacerle.
Antolín Huáscar, presidente de la Confederación Nacional Agraria, recordó que a pesar que se abrieron tres frentes sobre este tratado, las organizaciones campesinas e indígenas supieron aliarse a colectivos y organizaciones civiles para movilizarse y denunciar los riesgos del tratado y decir: No al TLC.
Recordó que entre las filas de los protestantes estaba el ahora Presidente de la República Ollanta Humala, y le asombra que el mandatario esté a un paso de firmar un tratado de mayor envergadura.
“Sorprende también que la mayoría de los candidatos a la Presidencia no se haya pronunciado sobre el TPP y peor aún sobre los perjuicios que traería a la agricultura y los pueblos indígenas y campesinos del país”, expresó.
Semillas y Derecho a la alimentación en riesgo
En representación del Congresista Jaime Delgado, la ingeniera Edita Vilcapoma comentó que en referencia a los tratos de comercialización la producción nacional, sobretodo la de subsistencia, puede desaparecer o reducirse pues tendrá que alinearse a los requerimientos de los países más poderosos.
De lo poco que conoce de las negociaciones, advierte que “no existió ninguna restricción a los subsidios”, lo que quiere decir que podrían entrar al país alimentos de la agroindustria con precios mínimos que pondría en desventaja a la producción local.
Para la representación del Congresista, la seguridad alimentaria y la los esfuerzos por acabar contra el hambre el región no encontrarían su lugar con este tratado.
Por su parte, el periodista internacional Daniel Mathews, hizo mención que con la suscripción del TPP, Perú tendría que someterse al UPOV91, un convenio internacional que “requiere se otorgue propiedad intelectual para todas las variedades vegetales; que ésta tenga una duración de 15 a 25 años, y que se impida a los agricultores realizar intercambio de semillas protegidas, una práctica común en muchos países de todo el mundo”, explicó.
Para Deolinda Carrizo, el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Cooperación Económica, es un intento más de poderes transnacionales que tienen como uno de sus principales mercados el agronegocio. Según argumenta, con la idea de acabar el hambre en el mundo se imponen nuevos acuerdos y se promocionan tecnologías como el uso de los transgénicos, pero solo buscan generar más consumo.
Los nuevos súper derechos de los que explotan los territorios indígenas
Luis Hallazi, abogado y politólogo que acompaña al Colectivo Territorios Seguros para las Comunidades del Perú, advirtió que “el TPP está reconfigurando un marco jurídico internacional que protege más las inversiones y el comercio que a los derechos humanos”.
Explicó que el capítulo IX pone reglas que otorgan derechos de protección a los inversionistas y a sus inversiones sin importar que sean nacionales o extranjeras. Por otro lado, agregó que los Estados firmantes pueden ser llevados por los inversionistas a cortes arbitrales en el caso de incumplimiento u otras controversias suscitadas en el marco del acuerdo.
Recordó que las inversiones extranjeras que llegan a Perú se hacen en su mayoría en territorios comunales de los pueblos indígenas, que son alrededor del 47% del territorio nacional según cálculos no oficiales.
Para el especialista, no es coincidencia el paulatino debilitamiento del marco normativo que protege los derechos de estos pueblos y el medio ambiente en el país (caso de Ley 30230, DS 001-2015 EM, Ley 30327, entre otros). Se deja libre así la expropiación de tierras comunales, el acaparamiento del agua y otros recursos naturales y se da acceso a las concesiones extractivas en territorios indígenas.
Para Daniel Mathews, un tratado multilateral con esas características ha debido pasar por procesos de consulta a los pueblos que se verían impactados como es el caso de los indígenas y originarios. Recordó que la relatora de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos originarios, Victoria Tauli-Corpuz, también se manifestó por la participación de estos pueblos en las negociaciones de los acuerdos comerciales que puedan afectar sus territorios.
Además expuso que “un proceso de elaboración, negociación y aprobación de tratados bilaterales de inversión y acuerdos de libre comercio debe ajustarse a los requisitos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que asegura el derecho de todo ciudadano a participar en los actos de gobierno".
"Ese derecho no puede entenderse como solo el acto de votar y luego soportar lo que haga el gobierno por el tiempo previsto, sino una intervención permanente en la vida del país” expresó.
Movilizarse el #4F y lo que viene en adelante
A nombre los que se vienen movilizando en Lima, articulados con otras regiones y países, la joven activista Macarena Arias invitó que más organizaciones se sumen a las protestas contra el TPP.
Destacó que lo que vienen realizando hasta el momento es fruto del interés del sector juvenil por denunciar temas que tienen que ver con los derechos de todos los peruanos. Ellos están articulando a través del Fan Page Peruanos contra el TPP.
Antolín Huáscar de CNA, consideró importante el trabajo que vienen realizando e invitó a construir la alianza Campo – Ciudad para mostrar otras resistencias que se dan en las zonas rurales del país y también respaldar el trabajo en las ciudades. Invitó que pueblos campesinos campesinos e indígenas también se sumen a la movilización de mañana 04 de febrero y lo que vendrá después.
Al finalizar también se vio la necesidad de articular las protestas con procesos de incidencia política y acciones legales como Demandas al Estado o coordinación con los parlamentarios para evitar el siguiente paso que es la ratificación del Acuerdo en el Congreso de la República.
Se invita además a la Asamblea Informativa sobre el Acuerdo de Asociación Transpacífico, organizado la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) y el Pacto de Unidad de Organizaciones Indígenas del Perú, del que CNA forma parte. La cita es el jueves 4 de febrero a las 9 am en el local de Aidesep, situado en la Av. San Eugenio 981, La Victoria, Lima.
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