El miércoles 27 de setiembre antropólogos anunciaron el hallazgo de restos humanos en el sondeo realizado debajo del sitio ceremonial Cruz Alta, ubicado en San Antonio de Obligado, Santa Fe.
Servindi, 3 de octubre, 2023.- El 27 de septiembre se hallaron evidencias de las fosas comunes donde fueron enterradas 16 personas asesinadas el 11 de marzo de 1887 por el Ejército Argentino.
El macabro hallazgo se produjo en la segunda jornada de trabajo que realizan el Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social (GUIAS) y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAFF).
El antropólogo Fernando Pepe de GUIAS y del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas declaró a El Tiempo que “según lo que reconstruimos, esas personas estuvieron encerradas en una habitación, atadas de pies y manos, cuando los mataron”.
En el sondeo se encontró la parte superior del primer esqueleto. La búsqueda apunta a encontrar, al menos, 16 restos humanos, correspondientes a 14 varones, una mujer y un niño.
Según informó el portal Resumen Latinoamericano una investigación permitió presentar el 20 de setiembre de 2020 los testimonios ante la Justicia.
De esa manera, se inició el primer juicio por la verdad de una masacre a pueblos indígenas cometida cuando ya estaba constituido el Estado argentino.
Las tareas de sondeo y excavación se llevan a cabo junto con el EAAF, un equipo de investigación histórica y otro jurídico, ya que todas las acciones que despliegan forman parte del expediente judicial.
La verdad detrás de la masacre de 1887
Según la versión oficial de la masacre señalaba que se había cometido como represalia ante el asesinato de un cura por parte de los indígenas que se encontraban, casi en esclavitud, en la reducción del lugar.
Tal como reveló Fernando Pepe dos años atrás a Tiempo, a partir de una reconstrucción documental desmintió la versión extendida que culpaba a las víctimas de estos crímenes.
“Aunque todavía hay personas de las comunidades que mantienen la versión oficial, pero nosotros encontramos que el cura franciscano Fray Ermete Constanza, al que se señala como asesinado por los indígenas, en realidad había muerto 10 años después asesinado por un mercenario”, expresó Pepe.
De la compulsa de los documentos históricos, actas de defunción y libros militares, surgió que el cura Ermete Constanza había defendido a los indígenas y denunciado la aberrante matanza, al punto que dejó constancia de las circunstancias en las actas de defunción.
“El sicario que lo mató confesó después que lo habían contratado los terratenientes”, expresó.
De la documentación surge que las circunstancias de la masacre fueron otras. El hermano de Julio Argentino Roca, presidente de ese entonces, había solicitado que le llevaran a una niña de la reducción, “una china, así consta en el parte militar”, dijo Pepe.
Ese hecho habría motivado la sublevación. “La masacre es un hecho verídico relatado por el mismo padre que dejó la constancia en las actas de defunción, incluso él mismo quien dispuso el entierro a los cuerpos”, contó.
La excavación arqueológica
A fin de comenzar con el sondeo y búsqueda de los restos, se eligió Cruz Alta ya que se trata de un sitio histórico nacional y había referencias históricas acerca de la posibilidad de que las fosas se hallaran en ese lugar.
“Habíamos hecho los primeros sondeos el 11 de marzo de este año, en el aniversario 137 de la masacre, el 11 de marzo y habían dado negativo, pero este 27 de septiembre por fin los encontramos”, comentó Pepe.
A partir del hallazgo, la etapa de sondeo llegó a su fin para dar comienzo a la etapa de excavación, propiamente dicha.
“Ahora vamos a una segunda etapa que es la de extracción de los cuerpos, se requiere un equipo más completo que va a empezar dentro de una semana y se va a abrir todo el predio” dijo Pepe.
En esta etapa se producirá una excavación arqueológica que permitirá determinar la cantidad de cuerpos, si se trata del número que se conoce por los testimonios y las condiciones en que se encuentran.
“Los restos serán exhumados por el EAAF que, en su laboratorio, hará los peritajes correspondientes para ver si hay lesiones de muerte, sexo, edad, y demás para luego ser restituidos a las comunidades, quienes harán sus ceremonias”, manifestó.
El libro y la verdad histórica
El mismo día que se anunció el hallazgo, el equipo de trabajo presentó el libro “Masacre de San Antonio de Obligado de 1887 en la localidad de San Antonio. Un juicio por la verdad histórica”, que fue producido con aporte de AMSAFE.
“la etapa que comienza implica para nosotros un salto cualitativo, sobre todo para las comunidades indígenas que encontraron la primera fosa con sus ancestros asesinados, lo que fortalece la resistencia de las comunidades sobre todo en este contexto”, afirmó Pepe.
Además de una presentación realizada el 29 de setiembre en la localidad de San Javier, Santa Fe, se realizará otra en la Ciudad de Buenos Aires, el 3 de octubre a las 19 horas en la Biblioteca Nacional junto a EAAF, ATE, CTERA y AMSAFE.
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Con información de Tiempo argentino y Resumen Latinoamericano.
Fotos de la presentación en la localidad de San Javier
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