Piura: Nuevo intento de homicidio contra un defensor del medioambiente

La minera Río Blanco Copper diseña acciones para incitar la violencia y la desunión en la comunidad campesina de Yanta. Su estrategia de soborno ha provocado que líderes sociales se conviertan en sus peones para amedrentar y apagar las voces de los defensores ambientales. A la empresa le importa más el valor del dinero que el bienestar comunal.

Servindi, 1 de octubre, 2020.- Una víctima más. El miércoles 30 de setiembre se registró un nuevo intento de homicidio contra un defensor de la tierra y del medioambiente. El atentado ocurrió en la comunidad campesina de Yanta, en la provincia de Ayavaca, Piura.

El activista contra la explotación minera Ismael Acha, de 46 años, fue atacado con un arma blanca por Elvia Majuan, quien le ocasionó un corte de gran profundidad en el brazo izquierdo y otro en la costilla.

La víctima debió ser trasladada al hospital de Sullana por la gravedad de sus lecciones.  

“Tenía intención de matarlo, porque de frente fue atacarlo al corazón, pero Ismael esquivó el movimiento y logró escapar. Con su rápida reacción salvó su vida”, dijo su hermano y abogado, Alexander Acha, a Servindi.

La agresora Elvia Majuan es secretaria de la comunidad campesina Yanta; sin embargo, es acusada por la población de trabajar como promotora en la empresa minera Río Blanco Copper S. A.

Según documentos de la comunidad, Elvia trabaja a favor de la población, pero sus acciones demuestran lo contrario, ya que busca convencer por medio de sobornos económicos a que la comunidad apruebe el proyecto minero.

El abogado Alexander Acha considera que la minera está acostumbrada a sobornar a los comuneros, pese a que es un delito. Afirma que los representantes de la empresa pagan según el poder de influencia que tienen los líderes comunales en la población.

Acha alertó que la crisis económica, generada por el coronavirus, ha provocado que muchos comuneros y autoridades locales y provinciales accedan a los sobornos de la minera.

“Río Blanco Copper está incitando a que los comuneros se agredan entre ellos. Esto es lamentable e indignante”, señaló el abogado.

La comunidad campesina de Yanta aún no ha podido destituir a Elvia Majuan de su cargo, debido a las medidas de restricción que se han impuesto por la emergencia sanitaria.

Trabajando con el enemigo

Alrededor de la nueve de la mañana, Elvia Majuan se presentó en la parcela de Ismael Acha, expresidente de la ronda sector Frutal de porvenir, para agredirlo por su posición frente al proyecto minero Río Blanco.

Al inicio los ataques contra el activista eran verbales, pero luego Elvia buscó un palo para agredirlo. Con el fin de defenderse, Ismael le arrebató el objetivo; sin embargo, minutos después ella sacó un arma punzocortante con el cual lo atacó.

Ismael antes de ir al hospital decidió hacer la denuncia correspondiente en la Policía y la Fiscalía, pero hasta el momento ambas instituciones no han hecho nada. Incluso aún no emiten una orden de captura contra la agresora.

El abogado Alexander Acha comunicó que los policías se negaron ir a lugar de los hechos, pese a que varios testigos avalan el alegato de la víctima. Considera que las autoridades también están confabuladas con la minera Río Blanco Copper S. A.

“Se ha logrado constatar que la señora Elvia Majuan cuenta con una serie de denuncias por agresiones. Si no se hace justicia frente a este acto, ella volverá a atacar a otro defensor del medioambiente”, advirtió el profesional.

Asimismo, reveló que Elvia antes luchaba contra la minería; sin embargo, cuando ocupó un cargo público en la comunidad fue captada y sobornada por la empresa.

Esto generó que la luchadora se convierta en enemiga y perseguidora de los luchadores ambientales.

La comunidad campesina de Yanta afirma que si no hay justicia por parte de las autoridades pueden aplicar cadena ronderil. Aún se encuentran coordinando las medidas que tomarán frente a este intento de homicidio.

Antecedentes

En el 2007, la comunidad Segunda y Cajas y Yanta participaron de una consulta vecinal, donde el 97 % de los ciudadanos rechazaron el proyecto Río Blanco en sus territorios. En este proceso también exigieron su retiro, porque estaban operando de forma clandestina.

Hace más de diez años dieron a conocer su posición frente a este proyecto, pero aún la minera, junto a las autoridades, pretende sacar adelante esta obra que atenta contra los derechos humanos y ambientales.

Foto: Observatorio de Conflictos Mineros

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