"Hemos tenido que reaprender muchas cosas, empezando por el trato"

- La experiencia de dos maestros becados en educación intercultural bilingüe (EIB). 

Servindi, 11 de abril, 2016.- Julio Moraya Palomino nunca pensó lagrimear de emoción al entonar el himno nacional fuera de su patria. Él no es un seleccionado de fútbol ni un medallista panamericano. Es un maestro quechua de la región Apurímac especializado en soporte pedagógico intercultural que en el mes de febrero fue becado a Colombia para llevar un diplomado de especialización.

“Fuera de la tierra uno verdaderamente siente que el Perú es diverso, que tiene muchas cosas, costumbres, saberes, de todo esto nos recordamos cuando estamos fuera”, confiesa.

El profesor Moraya es un acompañante en soporte pedagógico y afirma que su trabajo contribuye a que otros maestros mejoren las sesiones de clase: los niños hablan en quechua y en castellano y aprenden más, son más participativos, se identifican más con su cultura. “Los maestros agradecen el apoyo que reciben. Ya no se sienten abandonados”, asegura.

Julio relata que a medida que profundizó sus conocimientos en la educación intercultural bilingüe (EIB) se fue dando cuenta del valor que adquiere la comunidad y los saberes de los mayores en el fortalecimiento de la identidad cultural.

“Muchas veces siento cómo me hace falta los conocimientos de mis padres. Lamentablemente ya no tengo a mis padres vivos, pero para mí hubiera sido sumamente interesante tener esos saberes y aplicarlos en esta experiencia y en el trabajo de acompañamiento que hago en Apurímac”, asegura Julio Moraya.

José Escobar Lupaca también es acompañante de soporte pedagógico intercultural (ASPI), del pueblo aimara en Puno, y es otro de los 98 maestros becados a la Universidad Javeriana para asistir al diplomado en Pedagogía para Acompañantes Pedagógicos en Educación Intercultural Bilingüe.

La estadía de un mes en el vecino país les trajo varias sorpresas: “hemos tenido que reaprender muchas cosas; en principio, el trato de persona a persona es muy diferente en comparación con nuestro país”.  

“Hemos encontrado amabilidad, cariño, afecto, atención a los visitantes, incluso en el trato entre ellos”, agrega. Pareciera que desde pequeños pusieran en práctica la regla de oro “trata a las personas como quieres que te traten”. Hasta en el manejo del tiempo, la puntualidad es ejemplar, dice. “Ellos fijan una hora y allí están. Cualquier programa se cumple a la hora en que se planifica”.

El diplomado consistió en el fortalecimiento de capacidades y competencias desde la experiencia de la EIB en cinco módulos: caracterización sociocultural del contexto; participación de la comunidad en la elaboración del currículo; la investigación acción participativa; elaboración de materiales educativos a partir de una problemática del contexto; y sistematización de experiencias.

“Hay mucha similitud con Colombia, ellos hablan desde la reivindicación de su lengua, de su cultura, exigen una educación propia, y por nuestra parte, nosotros venimos implementando la educación intercultural bilingüe, vamos por un mismo horizonte, la lógica es la misma pero los términos son distintos”, señala José Escobar.

“Ellos también hablan de descentralización educativa. Esto les permite que cada comunidad indígena pueda proponer su propio currículo, aquí también implementamos esa misma idea mediante la diversificación curricular, la adaptación del currículo”, dice.

“Una diferencia con ellos es nuestra propuesta pedagógica de EIB como un documento que está concretado en nuestro país, y eso Colombia aún no lo tiene”, prosigue. “Otra diferencia es el modelo de servicio que se implementa en el Perú a través de tres formas de atención en las redes educativas. Eso los ha impresionado porque ellos todavía no tienen tan claro ese modelo. En el Perú aplicamos las formas de fortalecimiento cultural y lingüístico, de revitalización cultural y lingüística, y el modelo de las instituciones educativas urbanas para la EIB. “Esta propuesta la hemos compartido y les ha gustado”, sostiene.

“A pesar de que veníamos de formarnos como ASPI, en Colombia hemos tenido la suerte de contar con expositores de alto nivel, de mucha actitud que nos han impactado positivamente”, comenta Julio Moraya.

“Hemos visto cosas muy positivas en Colombia que debemos adaptar a nuestro trabajo. Por ejemplo, en cada módulo salíamos con un producto a la semana”, dice José.

“También la necesidad de sistematizar cada proceso, esto es clave no solo por la información sino para reflexionar acerca de las cosas positivas y de las que han fallado en cada proceso”, agrega Julio. “Lo que hemos vivenciado tiene que masificarse a otros sectores, porque no podemos encasillarnos en nosotros, si no lo hacemos nuestros trabajo quedará congelado”.

“Otra de las experiencias positivas fue la participación de varias comunidades en la gestión de las escuelas. “Esto es una tarea pendiente para nosotros”, sostiene José.

Ambos coinciden en que hay muchas cosas que a nivel personal y profesional deben replicarse no solo en el aula y en el docente, sino en la vida cotidiana. La cordialidad, la hermandad, la reciprocidad, el respeto, son valores que practicaban nuestros antepasados y que se van perdiendo poco a poco. “Debemos recuperar estas prácticas”, afirman.

Alejarse de la familia fue, asimismo, un desafío. “La familia comprende que debemos hacer este viaje para capacitarnos, pero siempre queda la nostalgia”, agregan. “Aquí se impuso el compañerismo. Veníamos de diferentes regiones y casi no nos conocíamos pero entre todos nos hemos apoyado y nos dimos ánimo para seguir”, señala José.

 “Mi familia me dio aliento. Viejo, me dijeron mis hijos, tú puedes, vamos a seguir tu ejemplo. Así me levantaron la moral”, cuenta Julio.

Los acompañantes pedagógicos

Los acompañantes de soporte pedagógico intercultural (ASPI) son maestros con buen desempeño en el aula los cuales han pedido licencia para asumir esta labor y trabajar con otros maestros que trabajan en escuelas interculturales bilingües.

Los acompañantes son capacitados por el Ministerio de Educación a través de una estrategia formativa orientada a profundizar en las concepciones, enfoques, procesos, características y estrategias de Educación intercultural Bilingüe, así como también a mejorar su desempeño y a trabajar en equipo, caracterizarse por su liderazgo pedagógico, entre otras.

Los ASPI tienen varias especialidades temáticas: de Comunicación L1 (lengua originaria), de Comunicación L2 (castellano como segunda lengua), de Personal Social y Ciencia y Ambiente, de Matemáticas, y de Educación Inicial.

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