Aidesep y sus bases Codepisam y ORAU demandaron la mejora del programa que busca evitar la emisión de casi 27 millones de toneladas de carbono producto de la deforestación.
Servindi, 15 de octubre, 2020.- La organización indígena Aidesep y sus bases regionales Codepisam y ORAU, presentaron sus observaciones al Programa de Reducción de Emisiones (PRE).
Esto, como parte del diálogo virtual “Derechos indígenas y Reducción de Emisiones Forestales”, encuentro en el que también participaron representantes del Fondo Cooperativo para el Carbono Forestal (FCPF) y el Ministerio del Ambiente.
Aunque el proceso de consulta sobre el PRE aún está lejos de terminar, las organizaciones demandan que cada una de las llamadas Líneas Estratégicas resuelvan un tema clave: ¿a quién le damos el bosque?
¿Qué es el Programa de Reducción de Emisiones (PRE)?El PRE es un conjunto de actividades destinadas a evitar la emisión de casi 27 millones de toneladas de carbono equivalente hacia la atmósfera, producto de la deforestación. Cómo lo dice le propio documento, el PRE es el primer Programa de este tipo que será ejecutado en el bioma amazónico. Ello significa que, tanto sus posibles errores, como sus posibles aciertos, marcarán la pauta de la discusión de cómo se deben ejecutar los proyectos REDD+ en la Amazonía. Pero, sobre todo, permitirá conocer qué papel le desean asignar a los pueblos indígenas desde el Estado Peruano, el Banco Mundial y los países donantes del Fondo Cooperativo para el Carbono Forestal (FCPF). ¿Será el rol protagónico que el derecho nacional, internacional y la ciencia del cambio de uso del suelo exigen? |
A continuación, un resumen del encuentro virtual “Derechos indígenas y Reducción de Emisiones Forestales” que Aidesep y sus bases Codepisam y ORAU, organizaron hace poco con el objetivo de dialogar públicamente con el FCPF y el Minam sobre sus preocupaciones y propuestas.
Diálogo virtual sobre reducción de emisiones
Lo que las organizaciones demandan es que cada una de las llamadas Líneas Estratégicas del PRE resuelva un tema clave que no debe quedar invisible detrás de tecnicismos: ¿a quién le damos el bosque?
Entregarlo, ya no como en décadas anteriores, simplemente para “desarrollarlo”, sino para preservarlo de la deforestación, en un contexto de lucha contra el cambio climático.
Líneas Estratégicas del PRE:1) Incremento de la conservación y el valor de los bosques. 2) Incremento de la productividad, sostenibilidad y competitividad de los sistemas de producción agroforestales amigables con el clima. 3) Creación de empleo no agrícola a través de la promoción de inversiones en negocios verdes. 4) Mejora de las condiciones habilitantes institucionales. |
Lamentablemente, como Aidesep y sus bases alertaron, hasta la versión de junio de 2019 del PRE, no se priorizaba la titulación indígena y no se incluía la medición y valoración de los servicios ecosistémicos de sus territorios, más allá del carbono.
El programa tampoco garantizaba la equidad ni la pertinencia cultural en la distribución de beneficios; y no mencionaba los planes de vida y el Redd+ Indígena Amazónico (RIA).
Esto, a pesar de que es un mecanismo ampliamente reconocido en la normativa forestal nacional, y que desde hace poco es ya una de las nueve Acciones REDD+ oficiales del Estado Peruano.
Así llegamos a estas últimas semanas de reuniones de trabajo —que lamentablemente tardaron un poco más de un año en llegar— en las que participaron Aidesep, sus aliados, el Minam y el Banco Mundial.
Riesgos para la seguridad jurídica
Durante sus intervenciones, Ely Tangoa y Berlin Diques, presidentes de Codepisam y ORAU, respectivamente, fueron directos: cualquier estímulo a la titulación de predios privados en la Amazonía peruana es un riesgo.
Un riesgo para los procesos la seguridad jurídica de sus territorios, pues hay antecedentes gravísimos de corrupción y acaparamiento de tierras en todas las iniciativas precedentes.
En el caso de San Martín, Ely Tangoa, mencionó cómo las metas de titulación del PRE están todavía muy por debajo de la verdadera deuda de titulación comunitaria en la Región.
Eso, sin mencionar los conflictos de superposición con el Parque Nacional Cordillera Azul, las Áreas de Conservación Regional Cerro Escalera e Imiria.
Ely Tangoa, presidente de Codepisam. Foto: Captura de pantalla.
En su intervención, el Apu Berlin Diques, comentó la terrible situación de violencia asociada al tráfico de tierras en Ucayali que ya ha costado vidas de defensores indígenas.
Agregó que, incluso, a él mismo le ha valido una última amenaza de muerte, luego de que hubiera un atentado a mano armada contra un miembro del equipo técnico de ORAU.
A su turno, Lizardo Cauper, presidente de Aidesep tomó la palabra para concluir que, por todo le expuesto, el PRE debe tener garantías claras de que la titulación indígena será priorizada por sobre otros derechos que se desee asignar al territorio.
De lo contrario, añadió, el PRE corre el riesgo de no cumplir con sus metas de reducción de la deforestación y volverse un nuevo catalizador de violencia y tráfico de tierras.
Como respuesta, tanto el Minam como el Banco Mundial reiteraron su compromiso de seguir mejorando el PRE, antes de presentarlo para la aprobación de los países donantes.
El proceso continúa
Especialistas del Bank Information Center y Forest Trends enfatizaron que el proceso de consulta a las organizaciones indígenas está lejos de terminar.
Son en total 12 documentos que deben ser socializados y recibir comentarios por parte de las comunidades en el ámbito de intervención del proyecto.
Se trata de un esfuerzo que debe iniciar pronto y contar con altos estándares de participación, transparencia e interculturalidad.
Por su parte, la Aidesep envió en una carta el miércoles 14 solicitando que se compartan los documentos mencionados para su revisión previa.
Además, pidió que se mantengan reuniones de trabajo con el Minam y el Banco Mundial durante los meses de octubre y noviembre.
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