Por Javier Ugaz
En el local comunal del barrio Centro América de la localidad de Sepahua, provincia de Atalaya, dos mujeres yaminahua, Elisbeth Flores Gómez y Adelaida Rivero Ramírez se disponen a preparar los alimentos para un numeroso grupo de integrantes de su pueblo indígena.
Junto a Adolfo Ramírez Moreno, Javier Pérez Rengifo y Octavio Trambeca López, ambas mujeres forman parte del Comité de Normalización del Alfabeto de la Lengua Yaminahua. Ahora, ellas deben prever que el estómago esté a gusto y que la participación sea provechosa durante los tres días de taller que ha organizado el Ministerio de Educación en esta localidad.
Sabios, sabias, niños, niñas, jóvenes y adultos de los barrios yaminahua de Sepahua, de las comunidades nativas Nueva Unión (Campoverde), San Pablo y Dorado (Breu) y del barrio Quinto Inca Francisco (Breu) llegaron al local comunal para el IV Taller de Normalización del Alfabeto del Pueblo Yaminahua que discutirá sobre su lengua originaria y la educación intercultural bilingüe (EIB).
Joven madre yaminahua escribiendo con el alfabeto.
Los participantes saben que con este taller, realizado los días 11, 12 y 13 de octubre, van camino a tener un alfabeto aprobado por ellos y oficializado por el Ministerio de Educación. Y que, además, sus hijos podrán contar en los siguientes años con textos escolares y libros de lectura que los ayudará a fortalecer su cultura y su lengua.
Fernando García Rivera, lingüista de reconocida trayectoria, es el experto del Minedu encargado de este proceso. Señala que la motivación es lograr un alfabeto que cuente con el consenso de la mayoría de los hablantes de las distintas comunidades, barrios y cuencas donde se asientan los yaminahua.
“La normalización es el primer paso que posibilita la elaboración de materiales educativos para uso de los integrantes de un mismo pueblo y permite preservar la historia, las prácticas, las tradiciones, los conocimientos y la cosmovisión yaminahua desde la escuela”, agrega.
Representantes del río Yurúa escribiendo textos con el alfabeto.
Cuarto taller
El primer día repasaron los avances de los talleres previos (de marzo, mayo y julio de este año), así como el modelo de servicio EIB que brinda el Ministerio en Educación y las formas de atención que serían apropiadas para los yaminahua de Sepahua y Yurúa, según los diagnósticos sociolingüísticos de sus hablantes.
El segundo día se propusieron ejercicios de escritura con el empleo de las letras del alfabeto sugerido, en particular, de las grafías d, b, n, m y ñ. Asimismo, discutieron sobre el rasgo de nasalidad propio de este pueblo indígena y luego sobre el conjunto de letras.
El último día se redactaron los acuerdos para la conformación del alfabeto, se definieron algunas reglas de escritura, se eligió el comité de elaboración de materiales educativos y se planificó el congreso de normalización, el cual se desarrollará el 14, 15 y 16 de noviembre en Sepahua.
Concurso de escritura con el nuevo alfabeto.
Lengua y pueblo
El yaminahua es una de las trece lenguas originarias que se hablan en la región Ucayali. Sus casi 600 hablantes viven en las cuencas de los ríos Yurúa, Huacaspitea y Mapuya. El estado de la lengua se considera vital en el Perú. También es hablada en Brasil y Bolivia.
Esta lengua pertenece a la familia lingüística Pano y está emparentada con el amahuaca, el capanahua, el isconahua, el kakataibo, el cashinahua, el matsés, el sharanahua, el shipibo-konibo y el nahua.
Según el Documento Nacional de Lenguas Originarias, elaborado por el Minedu, el yaminahua comprende además las variantes murunahua y chitonahua. “Se requiere con urgencia investigaciones especializadas sobre estas lenguas y sus dialectos”, señala el documento.
Asimismo, en relación con estas variantes, desde 1997 existe la Reserva Territorial Murunahua que abarca parte del espacio chitonahua. Sin embargo, la situación de vulnerabilidad se incrementa por la invasión maderera de sus territorios.
Por otro lado, según el registro de escuelas EIB, en la actualidad existen al menos nueve escuelas de inicial y primaria con población escolar indígena perteneciente a este pueblo.
Dos sabias en concurso de hilado durante la clausura del cuarto taller.
Hacia el congreso de normalización
El congreso de noviembre espera superar en número a los asistentes del cuarto taller. Para Fernando García “es importante asegurar la presencia de más representantes de los ríos Yurúa y Purús, así como de la comunidad Raya, del río Inuya”.
El investigador sostiene que algunos pobladores de Sepahua refieren la existencia de familias yaminahua en Purús y que, al parecer, son consideradas de procedencia sharanahua. Esta situación se complica al no existir una organización indígena yaminahua que ayude a establecer la coordinación y ubicación de las familias dispersas.
No obstante, los talleres realizados hasta la fecha muestran el profundo compromiso de las comunidades nativas yaminahua con la educación sus hijos: el primer paso es culminar el proceso de normalización de su alfabeto; luego, elaborar los materiales educativos entre los que se encuentran cuadernos de trabajo, textos de lectura, manuales de escritura de la lengua, guías, gramáticas y diccionarios.
Este desafío educativo abre las puertas hacia un diálogo intercultural con el resto del país y ofrece mayores oportunidades para la niñez indígena.
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