Servindi, 30 de agosto, 2023.- Los proyectos de reducción de emisiones por deforestación y degradación forestal (REDD) mediante bonos o créditos de carbono no han reducido la deforestación significativamente, y aquellos que sí lo hicieron tuvieron beneficios sustancialmente inferiores a los afirmados.
Así lo sostiene un estudio publicado por la revista Science que concluye que la mayoría de los proyectos REDD son menos beneficiosos de lo que suele afirmarse.
El problema radica en la falta de consistencia entre las diferencias entre las líneas de base ex ante del proyecto y los contrafactuales ex post según la deforestación observada en las áreas analizadas.
El equipo* a cargo del estudio examinó los efectos de 31 sitios de proyectos de este tipo en seis países de tres continentes utilizando métodos de control sintéticos para la inferencia causal.
El estudio proporciona una comparación pantropical entre contrafactuales de deforestación ex post, informados por áreas de control observables, y las líneas de base ex ante adoptadas por 27 proyectos voluntarios REDD+.
Los proyectos se ubican en seis países tropicales: Perú, Colombia, República Democrática del Congo (RDC), Tanzania, Zambia, y Camboya certificadas según el Estándar de Carbono Verificado.
Debido a que algunos proyectos se componen de múltiples sitios desconectados, fueron evaluados individualmente, aumentando la muestra a 31 sitios de proyectos.
Las compensaciones de carbono de proyectos voluntarios de deforestación evitada se generan sobre la base del desempeño en relación con las líneas de base de deforestación ex ante.
El informe concluye en que las metodologías utilizadas para construir líneas de base de deforestación para las intervenciones de compensación de carbono necesitan revisiones urgentes.
Las modificaciones deben servir para atribuir correctamente la reducción de la deforestación a los proyectos, manteniendo así tanto los incentivos para la conservación de los bosques como la integridad de la contabilidad global del carbono.
Los proyectos REDD+
Aunque las regulaciones y la capacidad para los programas nacionales REDD+ aún están en desarrollo, muchos proyectos REDD+ independientes y voluntarios están operativos en todo el mundo.
Los proyectos pretenden conservar los bosques a través de diversas actividades, que a menudo son financiadas mediante la comercialización de compensaciones de carbono.
Las compensaciones se establecen en base a 1 mg de dióxido de carbono (CO 2) eliminados o no emitidos a la atmósfera.
En 2021, dos tercios de los 227,7 millones de compensaciones del sector de uso de la tierra –excluida la agricultura– comercializadas en los mercados de carbono, con un valor total de 1.300 millones de dólares, se originaron en proyectos REDD+.
Investigaciones de este tipo son oportunas en el contexto en que existen numerosos debates e iniciativas sobre políticas que se centran en cómo ampliar e integrar las reducciones de emisiones de carbono en las políticas climáticas.
Las reducciones de emisiones de carbono además se consideran en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) que los países reportan a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
“Sin embargo, hay poca evidencia rigurosa sobre las contribuciones de estos proyectos y algunos estudios sugieren que muchos están asociados con pocas o ninguna reducción real de emisiones” indica el informe.
Evaluación crítica
Las compensaciones de carbono de los proyectos REDD+ se emiten sobre la base de una comparación entre la cubierta forestal observada en las áreas del proyecto y los escenarios de referencia de deforestación que se espera se hayan realizado en ausencia de REDD+, que de facto no son observables.
Muchas líneas de base de proyectos se forman mediante la extrapolación de promedios o tendencias históricas de deforestación, a menudo proyectadas espacialmente sobre una región de referencia que abarca los sitios del proyecto.
Estas líneas base de acreditación pueden convertirse en contrafactuales poco realistas con cambios extensos en las condiciones económicas o políticas que se sabe que afectan las tasas de deforestación, combinados con decisiones de modelización cuestionables que subyacen a las proyecciones espaciales.
Los especuladores que buscan maximizar el volumen de compensaciones emitidas por un proyecto también podrían inflar las líneas de base de manera oportunista, observa el artículo de investigación.
Figura 1 . Sitios de proyectos REDD+ voluntarios incluidos en el estudio. ( A ) Perú y Colombia. ( B ) República Democrática del Congo (RDC), Tanzania y Zambia. ( C ) Camboya. Las áreas de estudio están indicadas en rojo. Las áreas moradas son los sitios excluidos del análisis.
ABRIR EN EL VISORImpactos individuales de los proyectos REDD+
Debate
El peso de la evidencia sugiere que los proyectos voluntarios de REDD+ en la muestra aplicada en seis países tropicales lograron una deforestación evitada mucho menor de lo previsto por los desarrolladores de proyectos.
Sólo una minoría de proyectos logró reducciones estadísticamente significativas en comparación con las hipótesis contrafactuales ex post.
Los hallazgos corroboran estudios anteriores que cuestionaron la adicionalidad y, por tanto, la integridad ambiental de las intervenciones de compensación de carbono.
Las líneas de base ex ante que exageran la deforestación que ocurriría sin REDD+ son una de las principales razones de la brecha entre las compensaciones proyectadas ex ante y las compensaciones reales estimadas ex post.
El mal desempeño de los proyectos REDD+, es decir la incapacidad de reducir de facto la deforestación, también puede ser un factor.
Una alternativa sería exigir que los proyectos adopten líneas de base jurisdiccionales ex ante transparentes y preestablecidas por las agencias gubernamentales.
“Si bien estas líneas de base aún podrían no ser suficientes para demostrar vínculos causales y, por lo tanto, adicionalidad, podrían ser más transparentes y actualizarse con más frecuencia que las líneas de base de proyectos individuales para reflejar las presiones de deforestación y los patrones espaciales emergentes”.
Anidar proyectos voluntarios en jurisdicciones subnacionales parece ser un camino futuro prometedor para REDD+, una práctica que está ganando terreno a nivel mundial.
“Sin embargo, los detalles específicos de la implementación son cruciales y requieren una consideración cuidadosa” puntualiza el documento.
Dato
Los investigadores agradecen a la Agencia Alemana de Desarrollo (GIZ) por su apoyo durante la fase de planificación de este estudio.
El financiamiento fue apoyado por la Iniciativa Internacional sobre Clima y Bosques de Noruega (NICFI), el Instituto Meridian, el Estudio Comparativo Global sobre REDD+ de CIFOR y el proyecto NewGo financiado por BMEL del Instituto Forestal Europeo.
JB reconoce la financiación parcial de la Deutsche Forschungsgemeinschaft (DFG, Fundación Alemana de Investigación) en el marco de la Estrategia de Excelencia de Alemania, EXC 2070–390732324.
---
* El equipo a cargo de la investigación estuvo conformado por Thales AP Oeste, Sven Wunder, Erin O. Sills, Jan Börner, Sami W. Rifai, Alexandra Neidermeier, Gabriel P. Frey y Andreas Kontoleon.
----
Fuente: Con información de la revista Science: https://www.science.org/doi/10.1126/science.ade3535
Te puede interesar:
AÑADE UN COMENTARIO