Servindi, 22 de setiembre, 2023.- Científicos concluyeron que la crisis climática aumentó en 50 veces la probabilidad de que Libia sufriera lluvias e inundaciones extremas como las que vivió a principios de setiembre con más de 4 mil muertos.
Las devastadoras inundaciones y el colapso de dos represas en la ciudad libia de Derna han provocado una espantosa tragedia y los equipos de rescate siguen buscando a miles de personas desaparecidas.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) informa que unas 4.000 personas murieron en Libia, país ubicado al norte de África, a causa de las inundaciones y que más de 9.000 siguen desaparecidas.
Una calle de la ciudad de Derna inundada tras el paso del ciclón Daniel. Europa Press/foto cedida por el Gobierno del este de Libia.
Más de 30.000 supervivientes se han quedado sin hogar y necesitan agua potable, alimentos y refugio de forma urgente. Por su parte, los trabajadores humanitarios siguen recuperando los cadáveres de las personas fallecidas.
Lo ocurrido en Derna debe ser una “llamada de atención para el mundo” sobre el creciente riesgo de inundaciones catastróficas en un mundo modificado por la crisis climática.
Así lo afirma Jagan Chapagain, secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) con el respaldo de un informe elaborado por un grupo de científicos.
Un análisis rápido del grupo World Weather Attribution analizó datos climáticos y simulaciones de modelos informáticos para comparar el clima actual, tras un calentamiento global de aproximadamente 1,2ºC, con el clima del pasado.
Los científicos hallaron que la crisis climática ha hecho que las lluvias torrenciales en el noreste de Libia sean hasta 50 veces más probables de lo que habrían sido en un mundo sin cambio climático provocado por la especie humana.
También, constataron que las lluvias han sido hasta un 50 por ciento más intensas de lo que habrían sido en un temporal comparable a un mundo anterior al cambio climático.
Los autores del informe tienen claro que, incluso en un mundo “caldeado” a 1,2 °C, las lluvias caídas en Libia fueron extremas.
Imagen aérea de la devastación causada por la tormenta Daniel en el noreste de Libia. Foto: Media Luna Roja Libia
Ahora bien, las lluvias por sí solas no hicieron inevitable el desastre de Derna sino que además atizaron la tragedia otros factores.
Entre ellos, la falta de una mayor preparación, menos construcciones en regiones propensas a inundaciones y una mejor gestión de las infraestructuras de las presas, habrían reducido el impacto global de la tormenta Daniel.
La tormenta Daniel, también conocida como ciclón Daniel, fue el ciclón de tipo tropical mediterráneo más mortífero jamás registrado, así como el fenómeno meteorológico más mortífero durante 2023.
No obstante, la crisis climática fue un factor importante que provocó y agravó el fenómeno meteorológico extremo, concluyen los autores del informe.
Esta devastadora catástrofe muestra cómo los fenómenos meteorológicos extremos provocados por el cambio climático se combinan con factores humanos para crear impactos aún mayores, ya que más personas, bienes e infraestructuras están expuestas y son vulnerables a los riesgos de inundación. Sin embargo, existen soluciones prácticas que pueden ayudarnos a evitar que estas catástrofes se conviertan en rutina, como el refuerzo de la gestión de emergencias, la mejora de las previsiones y los sistemas de alerta basados en el impacto, e infraestructuras diseñadas para el clima futuro”.
Julie Arrighi, directora interina del Centro del Clima de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, cuyos investigadores trabajaron en el informe sobre World Weather Attribution.
El desastre de Derna es un ejemplo más de lo que el cambio climático ya está haciendo con nuestro clima. Obviamente, en Libia se dieron múltiples factores que convirtieron la tormenta Daniel en una catástrofe humana; no fue sólo el cambio climático. Pero el cambio climático hizo que la tormenta fuera mucho más extrema y mucho más intensa, y eso se tradujo en la pérdida de miles de vidas. Esto debería ser una llamada de atención para que el mundo cumpla el compromiso de reducir las emisiones, garantice la financiación de la adaptación al clima y aborde los problemas de pérdidas y daños”.
Jagan Chapagain, secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
AÑADE UN COMENTARIO