A un año y un mes del desastre, la empresa REPSOL ha comunicado que ya limpió las playas y los fondos marinos donde se ubican los múltiples ecosistemas. ¿Se liberó de responsabilidad? Ciertamente que no, porque el desastre ocurrió en sus causas y consecuencias.
Por Antonio Peña Jumpa*
18 de febrero, 2023.- A un año y un mes del derrame de petróleo en la costa del mar de Ventanilla, en la región de Callao, del Perú, no hay solución para el conjunto de damnificados y no se asume la responsabilidad que corresponde por el serio daño ocasionado. ¿En qué consiste el desastre por derrame de petróleo y cómo se puede apreciar la responsabilidad de la empresa REPSOL en este desastre? En las siguientes líneas aproximamos una inicial reflexión.
La situación de desastre:
Para todos resulta evidente que lo vivido el 15 de enero de 2022 tras el derrame de cerca de 12,000 barriles de petróleo que ocurrió en la costa frente a la refinería de la Pampilla, bajo control y gestión de la empresa REPSOL, fue una situación de desastre. Lo llaman desastre ecológico por sus efectos dañinos en los sistemas ecológicos marinos (de seres vivos como mamíferos, peces, algas, plancton, aves), los que, a su vez, afectan los sistemas económicos y sociales de las personas que viven en relación con aquéllos (pescadores, lancheros, comerciantes, turistas, consumidores en general). En términos prácticos, el desastre afecta toda la economía local y el conjunto de derechos de personas que conviven con los ecosistemas marinos.
Pero ¿Qué es un desastre o una situación de desastre? Su definición no es compleja, pero se tiende a confundir.
Un desastre es una situación de grave daño con efectos colectivos que puede tener una “causa natural” o una causa humana. La “causa natural” está referido a un fenómeno de la naturaleza, como un terremoto, un huaico, una lluvia torrencial, la erupción de un volcán, un ciclón, entre otros. La causa humana se refiere a la acción humana que ocasiona el desastre, como la declaración o el inicio de una guerra, el uso o depósito de desechos químicos en un lugar adyacente a una población, la decisión empresarial de extracción de recursos naturales en un lugar que afecta a la población, entre otros ejemplos.
Cabe aclarar que la situación de desastre no es la “causa natural” o la causa humana en sí, sino un proceso que integra otros factores o elementos que, en conjunto, producen, el grave daño. La siguiente fórmula, nos muestra la definición:
Desastre = (Peligro X vulnerabilidad) / (resiliencia X capacidad de respuesta).
(Fuente: ONU, Cruz Roja internacional y previos artículos del autor, en internet)
Aplicada la fórmula al caso del desastre por el derrame del petróleo tendríamos el siguiente análisis:
Desastre por derrame de petróleo en la costa de Ventanilla y lugares adyacentes =
(Peligro de derrame al descargar el petróleo en la costa de Ventanilla X vulnerabilidad de la empresa y de la población adyacente de sufrir los efectos del peligro) /
(resiliencia de los operadores de la empresa y de la población adyacente X capacidad de respuesta frente al peligro que ocurre de parte de la misma empresa y de la población que sufrirá los efectos)
el desastre por derrame de petróleo no es solo el peligro que ocurre al derramarse en su descarga, sino cuando este peligro se multiplica por la vulnerabilidad o deficiencia para hacer frente al peligro por parte de la empresa REPSOL y de la población adyacente que depende de los ecosistemas marinos
De acuerdo con esta definición, el desastre por derrame de petróleo no es solo el peligro que ocurre al derramarse en su descarga, sino cuando este peligro se multiplica por la vulnerabilidad o deficiencia para hacer frente al peligro por parte de la empresa REPSOL y de la población adyacente que depende de los ecosistemas marinos. Este resultado parcial se divide entre dos factores que se multiplican: la capacidad de resiliencia que muestren los operadores de la empresa y la misma población adyacente, y la capacidad de prevención y control del peligro que ocurra por parte de los mismos operadores y la población adyacente. El resultado de esta división arroja el resultado de la situación de desastre.
En suma, el desastre no es solo aquella “causa natural” o humana, sino el resultado de la aplicación de esta causa frente a la vulnerabilidad humana, disminuido por la resiliencia y capacidad de prevención y control humano. Al final, EL DESASTRE ES UN PRODUCTO HUMANO (afirmación que coincide con los resultados de la experiencia de la ONU y la Cruz Roja).
Desastre. Foto: Andina
La responsabilidad de REPSOL:
Siguiendo la identificación conceptual previa de la situación de desastre del derrame de petróleo ocurrido el pasado 15 de enero de 2022 en Ventanilla, la empresa petrolera REPSOL resulta responsable. Como titular de la Refinería La Pampilla donde se producía el desembarque del petróleo, la empresa es responsable de la situación de desastre del derrame de petróleo por el resultado que hemos conocido en la multiplicación del peligro por la vulnerabilidad, dividido por la resiliencia y capacidad de prevención y control humano que le corresponde. ¿Pudo prever el derrame la empresa petrolera? ¿Pudo controlar la misma empresa petrolera el derrame una vez ocurrido? Son las preguntas principales que orientan la responsabilidad.
Legalmente puede discutirse el tipo de responsabilidad al no ser la empresa REPSOL quien genera el peligro, pero igualmente el conjunto de elementos del concepto de desastre la involucran. Así, la empresa no es totalmente responsable de cada acto relacionado con el derrame como el desembarque de petróleo a cargo de una empresa de transportes, o la preparación de la población frente a un derrame si fue coordinado con los gobiernos locales, pero al ser la titular del petróleo que se descarga o al ser el titular de la actividad económica que produce beneficios con dicho petróleo y al ubicarse en una zona vulnerable para los ecosistemas marinos, le corresponde la responsabilidad. A este tipo de responsabilidad se denomina legalmente Responsabilidad Civil Extracontractual.
A un año y un mes del desastre, la empresa REPSOL ha comunicado que ya limpió las playas y los fondos marinos donde se ubican los múltiples ecosistemas. ¿Se liberó de responsabilidad? Ciertamente que no, porque el desastre ocurrió en sus causas y consecuencias.
¿Podrán la empresa, el Estado y la misma población damnificada confrontar este tipo de responsabilidad para evitar se repitan otras situaciones similares de desastres?
(escrito en Lima, los días 15, 16 y 17 de febrero de 2023).
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* Antonio Peña Jumpa es profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú y de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Abogado, Magister en Ciencias Sociales y PhD in Laws.
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Foto: Jhonel Rodríguez Robles / Andina
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