Servindi, 14 de marzo, 2021.- La Central de Comunidades de la Selva Central (Cencosec) exigió a las autoridades esclarecer la muerte de Estela Casanto Mauricio, fundadora de la comunidad nativa Shankivironi, en el valle del Perené, región Junín.
Estela Casanto de 55 años fue hallada sin vida el viernes 12 de marzo, alrededor de las 2 de la tarde, al fondo de un barranco a 200 metros de su vivienda, donde fue arrojada luego de ser golpeada con crueldad.
Sus familiares encontraron restos de sangre en su cama, luegar donde habría sido capturada por sus agresores y luego trasladada al barranco, donde luego de victimarla habrían pretendido ocultar su cuerpo.
Se sabe que Estela Casanto Mauricio, como comunera asháninka, sostenía un fuerte conflicto con Nildred Ortíz Vargas, una colona no indígena, que pretendía el predio de Estela Casanto.
Comuneros ashaninkas indican que Nildred Ortíz Vargas y sus hijos habían amenazado repetidas veces a Estela Casanto quién siempre defendió con tenacidad su tierra para evitar el ingreso de más colonos a la comunidad.
Las autoridades policiales de Pichanaki que levantaron el cadáver detuvieron en primera acción a los hijos de Nildred Ortíz con la finalidad de esclarecer el crimen durante el día viernes.
Lo que llama a extrañeza, es que el día sábado los hijos de Nildred Ortíz ya estaban libres y las autoridades indican que Estela Casanto habría muerto asfixiada por masticar coca.
Esclarecer crimen para evitar impunidad
Teddy Sinacay, presidente de Ceconsec, exige a las autoridades un peritaje y una adecuada investigación el crimen a fin de alcanzar justicia y evitar la impunidad de los asesinos.
También pidió el respaldo de la Defensoría del Pueblo para exigir la atención de las autoridades a fin que aceleren la georeferenciación de las tierras comunales a fin de evitar conflictos.
En diálogo con Servindi, Teddy Sinacay indicó que existen numerosos casos de colonos dentro de los territorios comunales que se adueñan inescrupulosamente de las tierras y buscan disponer de las mismas sin ninguna legalidad que los respalde.
Las autoridades –si es que existen– deben evitar que estos conflictos sigan escalando, pidió Teddy Sinacay.
Por su parte, la Organización Regional de Aidesep Ucayali (ORAU) denunció que durante la pandemia las mafias de traficantes de tierras han incrementado sus amenazas contra los pueblos indígenas de la Amazonía.
Estela Casanto es la víctima número siete durante la pandemia. En marzo de 2021 fueron asesinados los dirigentes del pueblo Cacataibo Herasmo García y Yenes Ríos.
También fueron asesinados Arbildo Meléndez, indigena cacataibo en abril de 2020 en Huánuco) y Gonzalo Pio, indígena ashaninka sesinado en mayo de 2020 en Junín.
A ellos se suman los defensores ambientales Lorenzo Wampa, guardaparque en Amazonas fallecido en junio de 2020 y Roberto Pachecho, asesinado en setiembre de 2020 en Madre de Dios.
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