Desaprobación contra la presidenta Dina Boluarte, sus ministros y congresistas se fundamenta en la mala gestión e indicios de corrupción.
Servindi, 12 de agosto, 2024.- La ciudadanía no sale a marchar a las calles, pero desde los lugares donde se encuentran, expresan su rechazo si ven llegar a una de las autoridades del gobierno encabezado por Dina Boluarte.
La ola de críticas y desaprobación del gobierno crece según pasan los años, así lo reflejan las encuestas realizadas por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) que precisan que la presidenta solo cuenta con una aprobación del 6% a nivel nacional.
Lo mismo sucede con el Congreso que cuenta con una aprobación de 5.4% y que ahora es liderado por el cuestionado congresista Eduardo Salhuana que tiene una desaprobación del 63% a nivel nacional.
Los resultados de IEP basado en emociones que provoca el gobierno de Boluarte se resumen en cólera, tristeza, decepción y repudio, algo similar sucede con las emociones hacia el Congreso al que se suma la desconfianza y corrupción.
El último hecho que grafica los resultados de la encuesta es contra la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, quien fue recibida con una ola de gritos de rechazo cuando asistió al Festival de Cine de Lima y se dispuso a dar un discurso sobre el cine nacional.
No era la primera vez que Urteaga era recibida de esta manera, pues durante la Feria del Libro de Huancayo y e inicio de las festividades de la Virgen de la Candelaria en Puno le sucedió lo mismo.
Patricia Chirinos, congresistas de Avanza País, tampoco se salvó del rechazo de un grupo de ciudadanos, quienes la echaron de un bar en Barranco, por lo que tuvo que retirarse del lugar, no sin antes, insultar y hacer señas obscenas.
Situaciones parecidas vivió la presidenta Dina Boluarte a quien los pobladores de la provincia de Junín donde este año se conmemoró los 200 años de la Batalla de Junín advirtieron que no llegara porque no la querían ver.
La población de Junín, no estaba dispuesta a recibir a la mandataria porque no había realizado ninguna obra de gran envergadura en su provincia y menos a ministros que jamás se habían acercado a la población para recoger sus necesidades.
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