Presentamos un resumen para entender qué está pasando en el Perú con aspectos claves de interculturalidad sin los cuales la interpretación de los hechos no sería completa.
Por Jorge Agurto*
Servindi, 11 de febrero, 2023.- Numerosas personas del extranjero e incluso del país buscan conocer con mayor amplitud y pluralidad lo que ocurre en el Perú desde el 7 de diciembre de 2022, debido a que la prensa concentrada brinda información sesgada y tendenciosa.
Ocurre que para saber con mayor fidelidad lo que ocurre en Perú resulta más útil leer la prensa extranjera y los medios alternativos e independientes. Sin embargo, hay atisbos y entretelones de fondo que pasan desapercibidos en una interpretación más integral.
Felizmente, el artículo de Rodrigo Montoya “Primera rebelión política en los últimos 200 años de las comunidades quechuas y aymaras en Perú (2022-2023)” contribuye de manera enorme a entender aspectos claves sin los cuales la intepretación no es completa.
A continuación un resumen de lo que sucede en el Perú.
¿Qué reclama la población peruana en las protestas?
Principalmente demanda:
- Salida inmediata de la actual presidenta Dina Boluarte por haber traicionado al país, considerando que ella anunció públicamente que si vacaban al presidente Pedro Castillo Terrones ella se iría con él.
- Adelanto de elecciones generales para 2023, tanto de la presidencia de la república como del Congreso.
- Cierre del actual Congreso de la República y elección de una presidencia transitoria de consenso que convoque a elecciones generales.
- Consulta mediante referéndum sobre una Asamblea Constituyente que elabore una nueva Constitución Política del Perú que reemplace a la actual gestada por el regimen fujimorista en 1993, que tiene una raíz ilegítima, fraudulenta y está desacreditada por blindar un modelo a favor de grupos de poder económico.
- Juicio justo y debido proceso al presidente Pedro Castillo que luego de su fallido golpe de Estado fue vacado sin que se cumpla el debido proceso contemplado para su investidura y de manera irregular.
Pedro Castillo, una vez vacado, fue reemplazado en el cargo por Dina Boluarte, pese a que ella prometió que se iría con él si lo sacaban del cargo. Foto: Andina
¿Qué convierte a esta situación que está viviendo Perú en algo excepcional en la historia del país?
Como lo precisa Rodrigo Montoya se trata de una rebelión política autogenerada desde las regiones con contenido étnico, que rechaza la discriminación y el racismo estructural.
No se trata de una movilización política cualquiera sino también cultural e identitaria que cuestiona el centralismo limeño republicano.
Además, la forma desmedida y desproporcionada como han respondido las fuerzas del orden ha conllevado numerosos muertos y heridos lo que demuestra un desprecio por la vida de la población indígena u originaria.
El reporte de la Defensoría del Pueblo al 10 de febrero registra:
Fallecidos: 48 civiles, en enfrentamientos - 11 civiles, por accidentes de tránsito y hechos vinculados al bloqueo y 1 policía, por hechos de violencia en el contexto del conflicto.
Heridos: Total de heridos reportados por el Minsa: 1247 personas. 854 personas del 1 de enero al 9 de febrero de 2023 y 393 del 7 al 31 de diciembre de 2022.
Total de heridos reportados por la PNP: 580 policías al 20 de enero de 2023.
¿Cómo está percibiendo la gente a tu alrededor este conflicto?
A pesar que el gobierno habla de diálogo y de respetar el derecho a la protesta, los hechos evidencian lo contrario. La intervención a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos es un caso clamoroso y ejemplar.
La policía ingresó rompiendo las rejas con una tanqueta para detener a 193 personas, la mayoría de ellas humildes que habían venido a ejercer su derecho a la protesta y fueron albergados en el campo universitario por invitación de los estudiantes sanmarquinos.
La policía actuó con prepotencia, uso desmedido de la violencia, obligó a los detenidos a estar en el suelo boca abajo como si fueran delincuentes detenidos en un delito flagrante.
Luego, fueron llevados a dependencias policiales entre estas la Dirección contra el Terrorismo (Dircote).
La aparatosa y alevosa intervención fue absurda pues la Policía no halló nada de lo que esperaba como pruebas de un delito incriminatorio.
Al final se vio obligada a liberar a todas las personas detenidas, incluyendo a una madre con su menor hija. Solo mantuvo a una persona que tenía una requisitoria por otros motivos, sobre los cuales no se ha conocido mucho detalle.
Esta conducta, al igual que ha sucedido en otros departamentos como Ayacucho, Apurímac, Arequipa y Puno, ha removido viejas heridas debido a que se acusa a los manifestantes con el infame apelativo de “terrucos”.
Los voceros del gobierno hablan de diálogo, pero reprimen con las peores prácticas de violencia y se refieren a los manifestantes como “turbas”, “vándalos” cuando se trata de población que hace pocas décadas fue víctima directa de la violencia insana de Sendero Luminoso y de las Fuerzas Armadas y Policiales.
¿Qué papel están teniendo los medios de comunicación?
La prensa concentrada o corporativa está jugando muy sucio buscando desacreditar la protesta en base a acciones aisladas que todos repudian, y que podría tratarse de infiltrados en las manifestaciones.
No hay que olvidar la actividad de los miembros de la Unidad de Inteligencia Táctica Operativa Urbana de la Policía Nacional, más conocida como Grupo Terna, una unidad especializada de la División de Operaciones Especiales "Escuadrón Verde" de la Policía Nacional del Perú.
Los miembros Terna visten de civil y son entrenados para mimetizarse en zonas delictivas para intervenir en el flagrante delito valiéndose de la inteligencia táctica operativa.
Sin embargo, vídeos difundidos en redes sociales muestran personas de civil, protegidos por las fuerzas policiales y militares, atacando instituciones públicas, hecho que luego son atribuidos a los manifestantes.
De otro lado, la situación abre un desafío para la prensa alternativa, independiente y comunitaria, que debe evitar caer en el sensacionalismo y mostrar cada vez más rigor y profesionalismo en su actividad informativa con criterios mínimos de calidad periodística.
En este contexto, la polarización mediática se ha profundizado y seguirá aumentando la desconfianza y credibilidad hacia los medios concentrados que difunden desde Lima, debido a que el público del interior del país tiene más opciones de pluralismo para cotejar la realidad.
Debemos anotar, que de parte de la gran prensa limeña concentrada la guerra sucia de noticias sesgadas sigue en aumento y se expande la desinformación o mal información.
¿Hay agresiones a los/as periodistas?
De acuerdo a un reporte de la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) al menos 153 ataques a periodistas que cubrían las protestas en Perú se registran desde que las movilizaciones iniciaron, el 7 de diciembre de 2022, al 2 de febrero de 2023.
Solo en enero de 2023 hubo 94 ataques que se concentraron mayormente en Lima, siendo los efectivos policiales los agentes agresores más frecuentes, según indica la ANP.
El día más violento para la prensa fue el 19 de enero, cuando la ANP registró el mayor número de agresiones contra los periodistas en un día: 19 ataques en una sola jornada de protestas.
El disparo de perdigón que recibió el fotoperiodista de la agencia EFE, Aldair Mejía, luego ser amenazado de muerte por policías en Puno, es uno de los hechos de mayor gravedad, en enero.
Así como la detención de cuatro comunicadores regionales provenientes de Puno durante la intervención en la universidad San Marcos, y la agresión a periodistas del portal Wayka.
A estos últimos los “agentes policiales no solo agredieron físicamente, sino los despojaron de sus equipos de trabajo, los que quedaron inoperativos”, denuncia en su pronunciamiento la ANP.
Manifestantes de provincias llegaron hasta la capital para manifestarse contra el Gobierno. Foto: Renzo Anselmo / Servindi
¿Cuál es el rol de Puno como protagonista en este conflicto?
Puno es una región que se caracteriza por su fuerte identidad y orgullo étnico quechua y aymara. Posee lazos ancestrales con Bolivia y es una región con una trayectoria e historia anticentralista.
Un artículo del profesor Eland Vera nos recuerda que hubo más de 40 levantamientos indígenas en Puno entre 1867 y 1946 “que evidenciaban una falla en la construcción de la nación”.
Entre ellas están la rebelión de Juan Bustamante en 1869, también conocido como Túpac Amaru III; la rebelión de Rumi Maqui, Teodomiro Gutierrez, en 1915, director supremo del estado federal del Tahuantinsuyo.
En junio de 2023 se recordará el primer centenario de la rebelión conocida como Huancho Lima. En 2022 un grupo de colectivos colocaron la primera piedra de la cripta a los héroes de la rebelión de Huancho Lima en el cementerio de Huancané. (Ver: Los aimaras republicanos de Huancho Lima).
Es importante mencionar que Puno sufre el impacto de la contaminación de sus fuentes hídricas debido a la minería, y el interés por acceder a los recursos del litio despierta desconfianzas en parte de la población puneña que conoce que estos megaproyectos no traen buenas noticias para las comunidades.
¿Qué papel juegan las actividades extractivistas, principalmente mineras, como agravantes del conflicto?
La minería ilegal e informal juega a bloquear cualquier control o regulación y aprovecha de las circunstancias para generar caos. Esta sería una presencia importante en las movilizaciones, aunque no determinante.
Particularmente, no respetan el ordenamiento ni la legalidad y sus emplazamientos mineros conviven con actividades ilegales y fuera de control como la trata de personas.
La minería informal e ilegal se ha expandido a casi todo el territorio nacional y es un fuerza desestabilizadora que juega a partir de sus propios intereses particulares y es uno de los sectores que habría aprovechado las manifestaciones para incrementar la violencia.
Lo mismo ocurre con los cocaleros del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) que quieren cosechar a río revuelto para evitar el control de sus actividades ilícitas como el cultivo de la hoja de coca para fines del narcotráfico.
Ojo, que no nos estamos refiriendo al cultivo y uso tradicional de la hoja de coca que hacen las poblaciones originarias como planta sagrada.
Las comunidades indígenas del país están teniendo un rol protagonista en la situación actual, ¿a qué problemas de raíz responde esto?
La rebelión actual ha sacado a flote demandas postergadas que la República no ha resuelto en 200 años y que la pandemia del Covid-19 ha puesto al descubierto.
El sistema político no brinda oportunidades de participación de los pueblos y comunidades cuya conciencia reivindicativa ha ido en aumento con los movimientos por la autonomía y autogobierno en la Amazonía.
Hay un cuestionamiento al sistema político que no es inclusivo y ha dejado de representar a los pueblos y comunidades que ven cada vez más como se vulneran sus derechos en nombre de la democracia y el estado de derecho que no sienten suyo.
Muchos sectores se vieron representados por Pedro Castillo Terrones, por su origen humilde y provinciano y vieron la vacancia como una injusticia, más allá de sus fallos y errores políticos y de gestión.
Otro factor que desconcierta, es que se trata de una rebelión que no presenta caudillos o liderazgos visibles, por que se nutre de una institucionalidad comunal que le da soporte.
La rebelión de hoy ha tenido la enorme capacidad de reactivar y potenciar redes de solidaridad a diversos niveles: por procedencia u origen, familiares, amicales, artísticas, etc.
Rodrigo Montoya ve esta perspectiva como un despertar “desde abajo” y la expresión de un “mandar obedeciendo” donde el pueblo, el ayllu, la comunidad insurge con toda la fuerza de su tejido social, artístico y cultural.
Perspectivas a futuro
La actual rebelión ha sido catapultada por la defenestración de Pedro Castillo que la población especialmente del interior del país ha sentido como una agresión del sistema político que nunca lo dejó gobernar y trabajó por su caída desde el momento que se inició la segunda vuelta electoral.
Hay un sentimiento de hartazgo contra el racismo discriminador del centralismo limeño y el gobierno de la extrema derecha que hace uso y abuso de su poder y solo agrava el conflicto.
Por ejemplo, la expresión del congresita fujimorista peruano-españo Lizarzaburu, quién ofendió a los pueblos tildando de “mantel de chifa” a la wiphala, un emblema símbolo de la resistencia y cosmovisión originaria, es una muestra de este desprecio provocador.
Rodrigo Montoya opina que esta será una de varias rebeliones de este tipo debido a que la fractura y la desconfianza son muy difíciles de reparar.
Más aún, si el Congreso sigue haciendo sus leguleyadas para salirse con la suya y proteger intereses de poderes fácticos que dominan el país.
El pronóstico es poco previsible debido a que ya se encienden las ofertas electorales al por mayor y la coyuntura tenderá a acaparar la atención pública en escenarios institucionales no favorables a un cambio muy profundo.
La perspectiva dependerá de la articulación progresiva del movimiento social indígena y del afianzamiento de su agenda estratégica a mediano y largo plazo.
Como lo recabamos en una entrevista a una manifestante en Lima, ella sostuvo que la "toma de Lima" más que una ocupación física –como lo anunciaban con alarma la derecha recalcitrante y la prensa corporativa– era un mensaje político.
La finalidad era decirle al poder centralizado y limeño que los pueblos originarios han venido a expresarse y decir sin intermediarios su propia voz.
Ella dio a entender que los pueblos, desde abajo, volveran con sus demandas y propuestas en oleadas sucesivas para movilizar a los hermanos provincianos asentados ya tiempo en la capital, pero que no olvidan sus orígenes.
En este contexto el rol de la sociedad civil y de la prensa responsable es muy importante para tender puentes y canales que nos acerque a un diálogo intercultural que abra salidas al fuerte conflicto que atraviesa al país y que lo mueve de su letargo cada cierto tiempo.
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* Jorge Agurto es un comunicador social y periodista de formación esencialmente autodidacta. Sus raíces de identidad se encuentran en el pueblo Sechura, en la costa norte del Perú. Es cofundador de la agencia de noticias SERVINDI (www.servindi.org) uno de los medios virtuales más importantes de la región latinoamericana especializado en la cobertura de temas indígenas, ambientales y cambio climático.
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